Cura de un corazón roto

Capítulo 5

Capítulo 5

Aún estaba a tiempo de arrepentirse, dar media vuelta y olvidar que pensó por un segundo en aceptar la oferta de su acosadora millonaria, sin embargo, ahí estaba, frente a las puertas de esa empresa de construcción que se alzaba por sobre las pequeñas edificaciones de la zona, Patrick recordaba haber estado ahí la vez que fue el elegido para llevar un pedido a ese lugar, recordaba el lujoso vestíbulo y, por supuesto a la bella recepcionista

—Vamos Pat, decídete, no podemos estar perdiendo el tiempo aquí parados. —Se decía a sí mismo en voz alta, debía decidir pronto si entrar o dirigirse a otro lugar con la esperanza de encontrar empleo, cinco minutos después estaba atravesando las puertas de aquel edificio con dirección a la recepción, sus manos sudaban demasiado por lo que debía estar secándolas en su pantalón a cada rato

—Buenas tardes, ¿Puedo ayudarte en algo? —Saludó la recepcionista al verlo acercarse, efectivamente continuaba siendo la guapa mujer con la que había coqueteado un poco la única vez que estuvo ahí

—Buenas tardes, tengo una cita con Sophie Blanton. —Respondió Patrick esperando que su voz no sonara muy temblorosa, después de todo aún no estaba muy seguro de lo que estaba haciendo

—¿Cuál es tu nombre?

—Patrick Morgan.

—Muy bien, toma asiento en lo que me comunico con ella. —Pat tomo asiento en uno de los sofás que estaban frente a la recepción, en lo que esperaba a que lo volvieran a llamar, incluso los sofás de ese lugar eran super cómodos, mucho más que aquel en el que dormía, volvió a secar sus manos antes de revisar los documentos que había llevado consigo, esperaba que su solicitud de empleo bastara para ser contratado—. ¿Patrick Morgan?

—¿Qué sucede? —Preguntó levantándose de inmediato del sofá

—Puedes subir, es el último piso, tercera oficina a la derecha de la salida del elevador. —Le explicó la recepcionista tendiéndole una pequeña credencial que lo acreditaba como visitante, Pat tomo la credencial y dándole las gracias se dirigió a la zona de elevadores, mientras subía comenzó a sentir que sudaba frio y la sensación no tenía nada que ver con su entrevista, hacía mucho tiempo que no estaba en un lugar tan reducido, respiro hondo para no pensar en eso y mejor enfocarse en otra cosa,  como pensar en lo que debía decir o hacer para conseguir ese empleo, ahora que decidió entrar al edificio, era su deber conseguirlo, o todas sus dudas y el tiempo pasado ahí, habría sido en vano y solo retrasarían su búsqueda de empleo.

Por fin estaba frente a la puerta de la oficina de la mujer, volvió a secar sus manos en su pantalón antes de llamar a la puerta, pudo escuchar una afirmación a través de la puerta, respiro hondo una vez más antes de entrar, no pudo evitar mirar el lugar con admiración, era una oficina bastante grande con un gran ventanal que estaba cubierto por cortinas, lo cual Pat considero un desperdicio, seguramente la vista seria increíble a esa altura, el joven se forzó a posar su mirada sobre Sophie, quien estaba ocupada con su computadora

—Espera un momento, mientras termino con esto. —Dijo la mujer sin despegar la mirada de su computadora, Pat tomo asiento en una de las sillas frente al escritorio permitiéndose pasear la mirada por el lugar, pasaron algunos minutos hasta que el sonido de las teclas paro y la mujer le dirigió la palabra—. Si te soy honesta, no creí que vendrías.

—Con la misma honestidad, tampoco yo espere estar aquí, pero necesito trabajo y hasta ahora, tu eres mi única opción. —Respondió el chico clavando su mirada en la mujer frente a él, el rostro de Sophie mostraba unas tenues ojeras bajo sus ojos, producto no de haber dormido mucho la noche anterior, entre su trabajo y el estar pensando en si había hecho lo correcto ofreciéndole trabajo al joven frente a ella

—De nuevo me disculpo por escuchar tu conversación, no fue educado de mi parte. —Señaló Sophie dejando atrás la actitud tímida que había tenido la noche anterior, para usar su actitud de jefa—. Aunque debo admitir que me alivia que hayas decidido venir.

—Entonces, este trabajo que me estas ofreciendo, ¿De qué se trata?

—Hace poco conseguimos un muy buen negocio para construir un complejo turístico en la costa, a causa de eso, la carga de trabajo en esta compañía ha aumentado de manera casi incontrolable, eso tambien nos ha forzado a mí y a mi socio a trabajar todos los días, todo el día, debido a eso, decidimos que necesitamos un asistente, alguien que vaya por todo el edificio, llevando y trayendo todo lo necesario para que cumplamos con nuestro trabajo.

—De acuerdo, me estás diciendo que tú y otra persona, ¿Necesitan un mandadero? —Cuestiono Patrick cuando la mujer frente a él termino de hablar

—Mandadero no es la palabra que usaría, pero si, ese sería tu trabajo.

—Pues no suena mal, sin duda podría estar haciendo eso por todo el edificio, y con temor a que me consideres un interesado, debo preguntar, ¿Cuál sería el salario? —Para Pat, esa era la pregunta más importante, no le importaba cuanto tiempo trabajaría, siempre y cuando el ganara lo necesario

—Es una pregunta razonable no te preocupes, estarías ganando un promedio de entre 2,500 y 3,000 dólares al mes. —La respuesta de Sophie casi causo que el chico se cayera de la silla en la que estaba sentado, eso era casi el doble que ganaba trabajando en el restaurante, casi quiso gritar que aceptaba el trabajo, pero antes de poder decir algo, la mujer frente a él, continúo hablando—. De igual manera, nuestros trabajadores poseen una comida al día en la cafetería, si trabajan horas extras la cena tambien corre por nuestra cuenta.




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