"Haah..."
En la habitación de espera del novio, Rothesay alejó todos sus pensamientos y trató de calmar sus nervios.
Él había estado bien en los días antes de este tan esperado evento, pero cuándo el día llegó, no podía dejar de temblar.
Justo cuando Rothesay estaba respirando profundamente y tratando de convencerse a sí mismo que no lo arruinaría, alguien golpeó la puerta.
"¿Quién es?"
"Es tu padre, Ro."
Era el Conde Braddington. Rothesay sonrió ampliamente.
"Entra, Padre."
La puerta se abrió y el conde entró.
Sus ropas eran más moderadas de lo usual.
El Conde Braddington caminó lentamente hacía su hijo.
"Luces nervioso, incluso aunque lucías tan confiado ayer."
Dijo el conde.
"...¿De verdad?"
"De verdad, bribón. El día de ayer parecías como si estuvieras caminando sobre las nubes, ¿A dónde se fue ese alegre joven?"
"Me siento inquieto ahora que justo hoy es el día de mi boda. Yo... estoy preocupado de no hacerlo bien."
Confesó Rothesay.
"¿Hacerlo bien en qué? ¿En la vida matrimonial?"
"Sí. No sé si podré ser un buen esposo."
Al escuchar las preocupaciones de su hijo, el Conde Braddington dejó salir una risa gigante antes de golpear a Rothesay en la espalda.
"No te preocupes, Ro. El hecho de que te estés preocupando por esa clase de cosas desde el principio significa que estás más que calificado."
El Conde Braddington miró a Rothesay con los ojos llenos de convicción.
"Ciertamente te convertirás en un esposo y padre maravilloso."
"¿Cómo puedes estar tan seguro?"
Preguntó Rothesay.
"Porque tú eres mi hijo y el hijo de tu madre. No es como que te recogimos de las calles, así que, obviamente llevas nuestra sangre corriendo por tus venas."
"Aja, ja."
Eso es cierto.
Rothesay le sonrió ligeramente a su padre.
"Gracias, Padre."
"¿Por qué?"
"Por cuidarme hasta ahora. Estoy muy feliz de haber sido capaz de crecer bajo el cuidado de unos padres tan buenos. Soy una persona muy afortunada."
"El escuchar eso de mi hijo, el cual ya ha alcanzado la edad para contraer matrimonio, me hace sentir bastante avergonzado. Mejor te apresuras. No quieres que la novia se quede esperando por ti por más tiempo, ¿Verdad?"
"Sí."
Los ojos de Rothesay se arrugaron mientras sonreía.
Era una limpia y fresca sonrisa que demostraba que tanto quería ver a la novia.
***
"Póngase en posición, por favor, Novia."
Tan pronto como Rothesay escuchó esas palabras, él, quien había estado de pie en el lado derecho del podio, sintió como su corazón se aceleraba de nuevo.
Fue solo en el momento en el que la novia caminó por el pasillo que la realidad de que se estaba casando golpeó a Rothesay como una ola.
No pudo soportarlo más y se volteó.
En ese momento, Rothesay tragó con fuerza.
Era increíblemente hermosa "ella".
No era una exageración el decir que ella lucía cientos de veces más hermosa.
No, ella era la mujer más hermosa en el mundo entero.
Ella lucía como un ángel que se había convertido en un humano en su vestido blanco puro.
Una brillante sonrisa apareció en la cara de Rothesay.
Fue en ese momento que Rothesay cruzó miradas con Petronilla.
Tan pronto como sus miradas se encontraron, Petronilla sonrió ampliamente, lo que hizo que la sonrisa de Rothesay se hiciera aún más grande.
Su novia era la persona más hermosa de todo el mundo.
***
Cuando Petronilla por fin estuvo de pie a la izquierda de Rothesay, él lentamente acercó su mano hacía la de ella.
Petronilla lo apretó de vuelta.
Los sentimientos de cuando comenzaron a salir resurgieron.
Fue tan dulce e increíble como la primera vez.
El Duque Witherford estaba oficiando la boda.
El Duque Witherford estaba haciendo unos discursos de boda demasiado largos.
La pareja odiaba este tipo de cosas tediosas, pero no es como si pudieran decir, "Estás alargando esto. Hazlo más corto y dulce, por favor", a una persona con el título de duque.
Rothesay en particular, no quería otra cosa más que acabar con esto tan rápido como fuera posible para así poder tener su primera noche con su nueva esposa.
Dado que no podía decir eso en voz alta, fue forzado a aguantarse.
"...Entonces, novio, ¿Tomas a esta novia como tu legitima esposa y juras compartir con ella felicidad y tristeza, y amarla a ella y solo a ella hasta que tu pelo se torne gris?"
Rothesay respondió sin dudar, como si ya hubiera estado preparado para decir esto desde hace mucho tiempo.
"Hasta que mi cabello se torne gris y mi cuerpo se deshaga, juro por mi nombre que la amaré a ella y solo a ella por el resto de mi vida."
Rothesay casi lloró en ese momento.
Pensar que él sería capaz de decir esas palabras con esta maravillosa mujer a su lado.
Era un sueño que había deseado desde hace mucho.
Rothesay ocultó las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos.
"Y, novia, ¿Tomas a este novio como tu legítimo esposo y juras compartir felicidad y tristeza, y amarlo a él y solo a él hasta que tu cabello se torne gris?"
"Juro que permaneceré fiel y leal a mi esposo y lo amaré a él y solo a él por el resto de mi vida."
Con eso, Petronilla volteó la cabeza hacia la derecha y miró a Rothesay.
Al mismo tiempo, Rothesay volteó la cabeza hacía la izquierda y miró a Petronilla.
Los ojos de Petronilla estaban ligeramente enrojecidos como si estuviera tratando de retener las lágrimas.
Cuando Rothesay vio eso, no pudo detener una lágrima que comenzó a caer por su mejilla, pero al mismo tiempo estaba sonriendo.
Él sabía que ella se sentía igual que él.
Él era feliz.
"Entonces, ahora los declaro marido y mujer. Qué todos los presentes les deseen paz y prosperidad hasta el final de sus vidas."
Editado: 02.08.2024