Dame una señal

Prefacio.

Camino con rapidez por la acera mientras siento correr las lagrimas por mis mejillas. La escena que las provocó se repite una y otra vez en mi mente.. Paso mi mano derecha por mi mejilla, limpiando las lagrimas que la mojan. Me abrazo a mí misma buscando algo de consuelo. Llego a un parque y me siento en una de las bancas que están desocupadas.

No puede ser cierto. Debo de estar soñando.

Esas frases se repiten en mi cabeza como un mantra. Pero por más que trate de engañarme, yo sé que lo que vi es verdad.

Mis hombros tiemblan por milésima vez, al mismo tiempo en el que los sollozos vuelven a salir de mi boca. Subo mis piernas y pego las rodillas a mi pecho. Cuando finalmente logro calmarme veo un par de tenis pararse enfrente de mí. Subo la mirada para ver de quién se trata.

–¿Ya te enteraste? –Pregunta el mejor amigo del causante de mis lagrimas y corazón roto.

Suelto una risa sarcástica–. ¿Tú qué crees, estúpido?

–Siento mucho que te hayas enterado de esa manera .–Se sienta a un lado de mí.

–Como siempre fui la última en enterarse, ¿no? –No dice nada por lo que sigo hablando–. ¿Por qué no me dijeron nada? ¿Y qué haces aquí? Tú eres, después del idiota de tu mejor amigo, la persona que menos quiero ver en este momento. 

Suspira con pesadez y me responde–. Tenía que asegurarme que no hicieras ninguna locura. –Vuelvo a reír, más no digo nada. Quiero escuchar lo que tenga que decir–. No te dijimos nada porque no era nuestra responsabilidad. Sí eres nuestra amiga, pero Sebastián es... Bueno, era tu novio. Él era el encargado de decírtelo. Se lo repetimos muchas veces. Queríamos evitar esta situación, pero no lo conseguimos.

–Te pregunte muchas veces, Reyes. Te lo pregunté y no me dijiste nada. ¡Lo encubriste! ¿Crees que voy a confiar en lo que alguno de ustedes me diga? –Me levanto de la banca–. No quiero saber de ustedes.

Camino y no volteo hacia atrás. Me duele el corazón y la cabeza. Solo quiero llegar a mi casa y acostarme en mi cama mientras lloro y veo comedias románticas, sola.

Cruzo la calle sin fijarme si viene algún auto. Gran error..

Solo logro escuchar el claxón de un auto antes de sentir un golpe en mi costado derecho...




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