1 de noviembre del 2019
Una semana.
Llevaba una semana estudiando en esta universidad y aún no me agradaba del todo.
Ni el clima, ni las personas, ni el ambiente que desbordaba, nada de esta ciudad era igual o parecida a la antigua en donde me había criado gran parte de mi vida.
Tampoco era que me agradará mi antigua ciudad, pero entre lo conocido y desconocido, prefería lo conocido.
Y era extraño salir de allí, pero mi padre decía que era necesario hacer eso lo más pronto posible, quizás un cambio de ambiente me haría bien según el, apenas me enteré de toda esta mudanza y los nuevos cambios que se venían quize oponerme, pero también era consciente del hecho que de que yo tenía cosas que me ataban a mi padre y no podía enfrentarlo mucho, o causarle muchos problemas, además de que era inútil, cuando Nilson tomaba una decisión nadie lo hacía cambiar de opinión, ni siquiera mi madre lograba eso.
Una semana antes de mudarnos me permití darme el tiempo para investigar sobre Aslowh. Esta universidad era muy reconocida por ser una de las más prestigiosas y excesivamente costosas del país, además de su regla exigente y necesaria (según ellos) de usar uniformes de traje. Si, les importaba la imagen presencial con demasía, y que sus alumnos destacaran en todos los sentidos posibles con un evidente toque portentoso y de opulencia, era como si te abriera las puertas a muchas oportunidades para tener un futuro más que prometedor en
todos los sentidos posibles, veías a hijos de padres importantes como políticos, empresarios y hasta de cenadores, dejando en claro que el nivel económico de cada familia era desmesurado a un grado prominente.
Estuve muy nerviosa el primer día de clases, hacer nuevos amigos, ver nuevas caras y todo eso no era algo que me agradará mucho, y cuando Axel y yo llegamos lo único que podías escuchar por los pasillos eran rumores sobre el castaño y yo, diciendo cosas como:
Ella debe ser la hija del empresario nilson ackerman.
¿Y ese chico? ¿Será su hermano? Esta bien guapo.
No sé parecen en nada, no creo que sean hermanos.
No sé quién está más bueno, si el o ella.
Todo era murmullo que se esparcía tan rápido como un incendio. Mi padre tenía razón, sabían que unos nuevos estudiantes se incorporaban de forma imprevista el día lunes y no solo eso, sabían que uno de ellos era la hija de un importante empresario (como ellos mismos se referían) nada más y nada menos que la hija del dueño de empresas ackerman, eso solo hizo que las cosas empeorarán para mi, por eso el día que mi padre nos ayudo con la mudanza a Axel y a mi lo primero que me dijo fue que tratara de pasar desapercibida.
Eso se me daba tan natural.
Y para ponerle una cereza al pastel, algunas chicas le lanzaban miradas sensuales y lujuriosas a axel y el les hacia la ley del hielo sin dejar de mirarme con un aspecto divertido de: “¿Si vez que las traigo locas?” Si, al castaño le gustaba ser el centro de atención, su sonrisa dejaba en claro que el disfrutaba este tipo de escenas porque según el hablaban de temas interesantes e importantes.
Axel verin.
Imaginaba que algunas ya conocían el hecho de que Axel y yo no teníamos ningún parentesco familiar y por lo tanto pensaban que era mi novio o que se yo. Joder, cada vez que salíamos juntos a un lugar nuevo me pasaba eso, y trataba de que me diera igual, pero admitía que a veces resultaba tedioso tener que aguantar ese tipo de miradas.
La gente solo estuvo parte del día lunes pensando que tenía un compromiso con Axel o algo más, esos rumores se disiparon cuando el castaño se follo a una rubia en los baños de chicas. Y me había sorprendido, para que negarlo, Axel era del chico que le gustaba hacerse de rogar y esas cosas, a lo mucho yo esperaba que dejara pasar una semana para que comenzara con sus andanzas, pero no fue así, incluso una pelirroja me busco en el salón desesperada, arrastrando me por los pasillos mientras me decía:
¡!Tu novio te está engañando¡! ¡!Tu novio te esta engañando!¡ ¡!Que lo he visto tía¡! ¡!Lo he visto¡!
Ya después de eso tuve que aclarar que el no era mi novio, era mi mejor amigo, hasta se podría decir que mi hermano, y también aclarar que yo no era la tonta que le eran infiel en sus propias narices.
Si se ponen a pensar en todo el panorama, yo casi siempre quedaba como la chica a la que su “novio” le era infiel en su propia cara, de una forma tan descarada, pasaba de llevarme miradas asesinas y de odio a unas de burla y hasta de lástima.
Pero. Siendo honesta, nunca llegué a ver a Axel como algo más que un amigo, aunque admitía y reconocía de su gran atractivo, también sabia que no causaba un efecto romántico en mi, y el sabia eso.
Alguien aplaudió cerca de mi rostro y sentí como regresaba a la realidad, parpadeando varias veces.
_¡Hey, abby! _era la voz de Axel.
Las voces a mi alrededor se hacían más fuertes y fluidas, podía reconocer las risas, murmullos y como todos estaban tan entretenidos en sus conversaciones.
Era la cafetería.
Estaba en la cafetería.
_¿Mmm?
Axel puso los ojos en blanco y se inclinó hacia adelante apoyándose de sus codos.
_Te estoy hablando _se burla.
_Lo se, perdón. Te estaba escuchando _mentí con descaro.
_¿Ah si? ¿Y qué era lo que te estaba diciendo? _inquirió con detenimiento.
Mierda.
_De...
Cerré mi boca, sin saber que decir.
_¡Lo vez! _se quejo.
_Vale _Sucumbí _¿De que estabas hablando?
Me observo con los ojos entrecerrados y después de unos segundos de silencio hablo.
_Te mencionaba sobre la fiesta del domingo, esa de la que todos están hablando, la celebran al día siguiente del día de los muertos. Dicen que en realidad es una fiesta en honor a ese día, pero lo celebran el tres para respetar el dos de noviembre
Ya sabia por donde iba esto.
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venganza, sexo explicito y lenguaje fuerte, comedia y peligro
Editado: 08.10.2021