CAPÍTULO 8

Hice caso a las únicas reglas que david me había ordenado.

No entrar a la cabaña y no cruzar el puente una vez que el juego diera por inicio.

Pero no negaré que moría por entrar y saber porque tanto misterio hacia esta, sentía la comezón en mis pies y como mis pensamientos me pedían a gritos que entrara solo a indagar un poco y los saciará.

Pero algo me detuvo. Bueno alguien.

Era lunes por la mañana y yo estaba en mi clase de economía con el profesor Martínez el cual no dejaba de hablar acerca de su segundo matrimonio fallido y sobre como enfrentaba su duelo.

El profesor Martínez nos aseguró que el examen sorpresa el cual nos dio estaba demasiado fácil, y la verdad es que tenía razón en lo que había dicho, aunque quizás no fue de la manera correcta.

El examen será más fácil que mi mujer cuando se metió con su ex pareja.

Si, todos llegamos a la conclusión de que el le tenía algo de rabia a esa mujer.

El timbre sonó y todos soltaron un suspiro de alivio a lo que el profesor se despedía de nosotros recordándonos que en la próxima clase tendríamos un trabajo en pareja y no creer nunca el:

Solo somos compañeros de trabajo

Los pasillos desbordaban de estudiantes y pude ver a lo lejos como dickson hablaba seriamente con dylan, me fui en la dirección contraria corriendo sin que se dieran cuenta y me metí al baño de mujeres.

David me había pasado un mensaje hace unas horas atrás para volver a recordarme que me iría con el a la salida, como siempre no fue una pregunta si no una orden.

Lave mi rostro con abundante agua a lo que me miraba al espejo, estaba demasiado pálida y mis labios rojos por el frío.

Esta universidad debería saber o tener en cuenta que con este clima tan frío no deberíamos llevar falda.

O quizás yo estaba pálida y con frío debido a que estos últimos días apenas y comía, para ser más exacta desde que había posado esta ciudad, sin mencionar que tenía la cabeza liada de problemas.

Llevaba mi cabello suelto y pequeños mechones húmedos quedaron en mi rostro, cuando los acomode volví mi vista al espejo y ahogue un pequeño grito.

Dickson estaba detrás de mi con los brazos cruzados y labios fruncidos, llevaba desordenada la corbata del uniforme y no tenía su chaqueta tampoco, también noté unas visibles ojeras y su rostro algo pálido.

Se quedo justo donde estaba y yo me apoyé del lavamanos sin voltear hacia el.

_¿Que paso anoche?

Sabia que me preguntaría eso, uno de ellos lo haría tarde o temprano, solo que el fue bien directo.

_¿Que pasó de que? _fingí confusión.

Se movía de un lado a otro con lentitud sin apartar sus ojos de mi.

_Te fuiste con david y ni siquiera habíamos terminado.

_Si bueno, david dijo que no había logrado atrapar nada y le pedí que me llevara a casa.

No me creía, lo sabía, su rostro me lo decía.

_¿David? Pero a el nunca le a pasado eso _respondió como si no me creyera nada y yo me encogí de hombros quitándole importancia.

_Eso fue lo que david me dijo.

El silencio que había en el baño me estaba ahogando, quería salir corriendo y evitar las miradas y preguntas de dickson, pero sabia que afuera solo me esperaba más interrogatorios por parte del resto.

_¿Que fue lo que paso abby? Y quiero la verdad _exigió y yo solo negaba para mis adentros _Porque ninguno de nosotros lo entiende, no te sales del juego así sin más, esta prohibido y eso todo el mundo lo sabe ¿Tienes idea de los problemas en los que nos meteríamos todos nosotros si esto se sabe?

No tenía idea, yo no era parte de su mundo y aunque conocía un poco de este todavía no era una conocedora a fondo.

_¿Y por qué no le preguntas a el mismo? _contraataque, tratando de que mi voz sonara firme.

_Porque ya lo hice, todos lo hicimos.

Rayos.

_¿Y?

Se acercó a mi en unos segundos y me dio la vuelta cogiendo mis brazos y tomándolos con fuerza.

_¡Ya deja de hacerte la loca y dime que fue lo que pasó!

_¡Me lastimas! _zarandee con desespero pero este solo apretaba más de su agarre.

_¡No me importa! ¡Habla! _vocifero.

_¡Ustedes nunca responden a ninguna de mis preguntas! ¡¿Por qué yo debo responder las suyas?!

Sus manos me soltaron con rapidez como si mi cuerpo quemara, me miró con una expresión de furia a lo que pasó ambas manos por su pelo con frustración.

_Abby, nada bueno saldrá de esto si lo estás cubriendo en algo, se sabrá tarde o temprano y el peor castigo te lo puedes llevar tu.

Me clavo su mirada con rabia y yo hize lo mismo.

_¿Me estas amenazando?

_Es una advertencia para que entiendas que no sirve de nada cubrir a david. Yo lo hice, y las consecuencias no son nada agradables.

Eso último sonaba a una confesión algo privada.

_¿A que te refieres?

_Los danger tienen muchos enemigos, estos los atacarán con la misma táctica que ellos _explico y le mire sin entender _Les darán en su punto débil.

Fruncí los labios.

_¿Y que te hace pensar que yo tengo algo que ver allí ?

_Si hablas quizás no tengas que ver nada, podemos ayudarlos abby, solo dinos que paso.

Siempre me enseñaron que los secretos y las promesas se guardan hasta la tumba, son valiosos. Y este caso no era la excepción, quizás dickson si quería ayudar al igual que el resto, pero david y yo dimos nuestra palabra de no decir nada y guardar esto con nosotros.

Y yo me llevaría mi juramento intacto hasta la muerte, inclusive si hay vida después de esta yo no diría nada, y se que david tampoco.

Alguien carraspeo con fuerza y supe que su intensión de interrumpir fue más que apropósito.

David tenía sus manos dentro de sus bolsillos delanteros y se balanceaba con ambos pies.

Quien no lo conociera diría que no rompe ni un plato.