CAPÍTULO 24

No veía nada, estaba sentada y mis manos atadas hacia atrás, mi rostro estaba cubierto por una máscara negra y mi boca estaba sellada con cinta, mi corazón latía a toda velocidad y mi cabeza también dolía por el golpe, ya no llevaba mi antifaz y no escuchaba quejidos ni nada que me avisara que david estaba aquí conmigo lo cual no sabía describir si era un miedo mayor o alivio por querer sentir que no le han hecho nada mientras yo estuve inconsciente.

Esto era una maldita trampa.

Derek sabía que venía con sus hijos, sabia que lo estábamos buscando y se adelantó un paso a nosotros.

¡Maldita sea¡

Se suponía que el no iba a sospechar nada, que no iba a intuir lo que se venía por obvias razones. Pero no, el muy infeliz quizás lo supo todo desde siempre y solo me usó como presa para llegar hasta sus hijos, y hasta mi.

Yo solita había caído en la trampa, y arrastre a david y sus hermanos  conmigo.

Escuchaba varias voces, alguien se reía y otra persona le hablaba, ninguna voz era de derek o david, no reconocí ninguna.

La puerta se abrió despacio y sentía la presencia de alguien entrar con un aire imponente que me hizo sentir escalofríos en todo mi cuerpo.

_Siento un grato placer al volver a verte, mi pequeña abby _su voz me hizo temblar y causó escalofríos en todo mi cuerpo.

Sus pasos eran firmes y pavorosos cada vez que se acercaba, podía sentir su olor natural mezclado con un perfume caro de hombre y alcohol, lo tenía frente a mi después de años, tenía frente a mi a la persona que daño a mis tres danger, y que también me daño a mi.

No sabia como, cualquier plan que me ideaba mentalmente tenía un 99.9% de probabilidades en morir, y el problema no era morir, el problema era que no quería llevarme ni a diego ni a dylan, mucho menos a david.

Alguien me quito la capucha negra y todo seguía oscuro a mi alrededor. Pero podía verlo, la oscuridad nunca fue problema.

Mis ojos destilaban sorpresa y miedo, pero intenté disfrazarlos con una confusión, de alguna forma teníamos que salir de aquí, aunque las esperanzas eran muy escasas.

_Estas tan grande abby, tan grande y tan hermosa, debo reconocer que Nilson a hecho un excelente trabajo contigo _llevo sus asquerosas manos a mi rostro y lo acaricio para después quitarme la cinta de mis labios sin hacerme daño.

_Derek, que gusto volver a verte _guarde todo miedo, y le ordené a mi cuerpo que dejara de temblar como cual cobarde _Creí que nos veríamos hoy de una forma amistosa, pero tus hombres me han sorprendido golpeándome _le lance una mirada cargada de furia a los dos tipos que estaban en una esquina.

_Te pido disculpas por eso abby _hablo, fingiendo pena _estos tipos son nuevos _señalo a los hombres que mire mal segundos atrás _ya me encargué de los otros que se atrevieron a golpearte mi pequeña.

_¿Y se puede saber por qué estoy atada? _actué confusa e ignore el asco que sentí cuando me llamo pequeña.

_Porque me he enterado por mis hombres que llevas un guardaespaldas _guardo silencio unos segundos, esperando a que yo confesara pero no lo hice _y da la casualidad de que ese guardaespaldas es mi hijo.

Me estremeci en el asiento.

_Derek, yo..

_Tu y yo hablaremos primero pequeña, tenemos muchas cosas que aclarar, ya después será la hora de la fiesta _dijo eso ultimo y después encendió las luces.

_Creí que hablaríamos a solas _trataba de quitarme a esos hombres de encima.

Derek les hizo una señal para que se salieran y estos obedecieron de inmediato.

Sentía mi cuerpo enervarse al saber que estaba sola con este hombre, derek fue hasta el interruptor para encender las luces y observe todo con detenimiento sin saltarme ningún detalle, el lugar en donde estaba era una oficina que quedaba en el segundo piso, había una mesa grande llena de sillas lo cual parecía que derek aquí organizaba algunas de sus reuniones, frente a mi y después de la mesa estaba un televisor que cubría gran parte de la pared, a mi lado izquierdo estaba un ventanal que lo cubría las cortinas negras hasta la mitad.

Derek se acercó hasta a mi y en un intento de querer alejarme solo pude dar un salto.

_Solo voy a quitarte las esposas, pequeña _hablo con voz calmada y con ese aire de malicia tan propio.

Una vez que me soltó sobe mis muñecas las cuales sentía dormidas y pude ponerme de pie, derek mantuvo una distancia prudente y salió para decirle a sus guardias que permanecieran afuera.

Se sentó en la silla de cabecera que quedaba más cerca del televisor, cruzó una pierna y se cruzó de brazos, haciéndome un ademán para que cogiera asiento también.

_Ha pasado tanto tiempo, pero debo admitir lo mucho que me sorprende el que tu misma buscaras a tu creador.

Si bien el danger nace así, estos también pueden ser creados.

Inhale aire con todas mis fuerzas y me llene de valor.

_He venido a hablar contigo _dije _pero primero quiero saber donde esta david. ¿Donde lo tienes?

Mi corazón se me iba a salir del pecho si no sabia nada de él.

_Esta en otra habitación, vivo por ahora, si es lo que te preocupa _se encogió de hombros _¿Qué a sido de tu vida en estos seis años?

Solté todo el aire de mis pulmones evitando que el se diera cuenta lo aliviada que estaba por saber que david seguía con vida.

Apreté mi mandíbula.

_Termine el instituto y ahora estoy en la universidad.

_¿Nada más? _arqueo una ceja sin creerme nada. 

_He llevado una vida normal _mentí, aunque era inútil hacerlo en este punto.

_Ya veo ¿Y qué dice la gente sobre todo el escándalo que hubo a tus dieciséis años?

Idiota.

_Estas al tanto de todo por lo que veo _fingí sorpresa y el me sonrió con malicia.

_Como no tienes idea _me aseguro _pero no soy quien para juzgar tus decisiones, así que te escucho.

Debatí unos segundos para mis adentros, debía ser cuidadosa con lo que decía, pero no me servía de nada ocultar lo que todos sabían, lo único que hacia era mentirme a mi misma.