Dangerous Desire

Capítulo 26 - Santiago

Estaba saliendo del baño, listo para irme a dormir después de haber estudiado toda la tarde cuando escuche mi celular sonando. Llegué hasta la cama y me sorprendí al ver quién era, creía que Lucy había salido al cine con sus amigos...

- Hola Lu, ¿todo bien? Pensé que estabas en el cine –dije atendiendo la llamada.

- Soy yo, Santiago... Nick.

- ¿Nick? ¿Qué haces con el celular de Lucy?

- Créeme que eres la última persona a la que me gustaría estar llamando, pero... –hubo un silencio tenso al otro lado de la línea. Estaba empezando a preocuparme, ¿por qué era Nick y no Lucy el que llamaba?

- ¿Pero qué? Me estás poniendo nervioso Nick, ¿Qué ocurre? ¿Dónde está Lu?

- No lo sé, yo... Estábamos viendo la película y se levantó para ir al baño, me pareció raro que tardara tanto así que salimos y ella ya no estaba... Desapareció. Las chicas encontraron su celular tirado en el baño.

- ¡¿Qué?! –sentía que mi respiración se había acelerado de manera peligrosa, casi podría decir que me estaba agarrando un ataque de pánico. Me senté en la cama y traté de pensar con claridad.

- Hay más... –dijo Nick con voz muy seria. – Lucy me contó acerca de los mensajes anónimos que recibía y recién pude ver que hace tan solo unos días que volvió a recibir uno, ¿y sabes qué decía?

- No... –susurré, no sabía que le había llegado otro mensaje... Lucy no me había dicho nada.

- Decía que todavía no se había terminado, y que la vería muy pronto. Por favor dime que tú no tienes nada que ver con esto.

- ¿Qué? Por supuesto que no... Sé que cometí un error imperdonable pero yo la amo... –pude oír cómo Nick respiraba profundamente.

- Lo sé, por eso te llamé a ti. Tengo el presentimiento de que Marcos es quien la tiene –eso era más que obvio y era lo que más me asustaba, yo no sabía qué es lo que él quería ni hasta dónde estaría dispuesto a llegar para conseguirlo. Lo que sabía es que no tenía nada para perder... Y eso lo hacía peligroso.

- Dime dónde están, ya mismo voy para allá. Mientras tanto fíjate si hay cámaras de seguridad cerca del baño y en la puerta y si tal vez te pueden dejar verlas.

Corté la llamada y me vestí a la velocidad de la luz. Estaba temblando de los nervios, el miedo y de la furia que sentía. La sola idea de Marcos volviendo a poner sus manos sobre Lucy me ponía enfermo.

- ¡JAMES! –grité mientras corría a la cocina buscándolo para que me acompañara.

No lo encontré en la cocina y tampoco en la sala ni en el baño... Fui a su habitación que era el último lugar que me quedaba mirar pero tampoco lo encontré allí, era muy raro porque si bien yo había estado encerrado todo el día estudiando no lo había escuchado salir, ni arrancar el auto.

Me asomé por la ventana y confirmé que el auto se encontraba en la entrada. Pero entonces... ¿Había salido a caminar? ¿A esta hora?

No tenía tiempo para perder en esto ahora que Lucy me necesitaba así que tomé las llaves del auto y salí corriendo. Sin embargo, algo llamó mi atención y me detuve en seco. La luz que entraba por la puerta desde la sala generaba un resplandor sobre un objeto debajo de la cama.

Un celular. Estaba tirado debajo de la cama, como si se hubiera caído. Pero lo importante era que ese celular no era el de James... Nunca lo había visto antes.

Lo tomé y al prenderlo vi que tenía contraseña. No quería creer lo que mis instintos me estaban diciendo, pero tenía que comprobarlo... Intenté con la contraseña del celular de mi hermano y se desbloqueó. Tenía miedo de lo que encontraría en ese celular y me encantaría que James estuviera aquí para darme una explicación lógica de todo esto...

Tratando de contener el temblor de mis manos ingresé a los mensajes enviados del celular. Había solamente tres contactos disponibles... Un número desconocido, Lucy y yo.

El chat del contacto sin nombre estaba vacío, pero estaban registradas varias llamadas entre ellos. Al entrar al chat de Lucy todos mis miedos y sospechas se confirmaron en un segundo... Cada mensaje que Lucy había recibido de un número desconocido había salido de este celular, y el último era exactamente el que Nick me había dicho.

Los mensajes que a mí me habían llegado también los había mandado él... No entendía cómo mi propio hermano podía estar haciéndonos esto. Otra vez se había metido con el imbécil de Marcos, le había contado a Lucy la verdad sin dejarme decírsela yo mismo y como si fuera poco ahora ayudaba a secuestrarla.

Intenté llamarlo desde mi celular, pero claramente no contesto.

- ¡Hijo de puta...! –dije agarrando su lámpara y estrellándola contra la pared.

Un mensaje de Nick preguntando dónde estaba me devolvió a la realidad y salí hecho una furia por la puerta.

 



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En el texto hay: deseo, secretos, trauma

Editado: 08.08.2021

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