Daniela Embarazada De Un Famoso [corrigiendo]

Capítulo 12 - Adorable.

Marcos me acompañó a clases de premamá, se lo estaba más que agradecida. La cuestión era que Calvin me acompañaría pero no a aparecido aún. 

 

- Respiramos profundamente. - Nos habló la profesora. Marcos detrás de mi respiraba muy profundamente, las demás mamás rieron y yo sonreí. - Parece que alguien tiene una gran respiración. 

 

- Marcos. - Dije y él sonrió mirándome. 

 

- Venga, profe, lo estoy haciendo estupendamente. - Comentó Marcos luego. La profesora sonrió. 

 

- Terminemos por hoy. - Habló la profesora. - Recordar hacer estos ejercicios en casa. - Siguió hablando. Todos nos empezamos a levantar, Marcos me ayudó y después empezó a recoger las esterillas del suelo. 

 

- Gracias, Marcos, por acompañarme. - Le agradecí ayudándolo y Marcos negó. 

 

- Me viene bien hacer algo de ejercicio. - Luego me susurró. - También está que Candy me mata si no te acompaño. 

 

- Te conpensaré con algo rico. - Le dije agradecida. Marcos puso una enorme sonrisa. 

 

- Sabes que la comida me pierde. 

 

- Pues si. - Respondí caminando para nuestras cosas, Marcos me ofreció mi botella de agua. 

 

- ¿Cómo se encuentra Carla?. - Me preguntó y abrí la botella de agua. 

 

- Se encuentra nerviosa. - Conté bebiendo después agua. 

 

- Está nerviosa y solo a pasado unos días. - Sonrió Marcos pareciéndole chistoso y le asentí. 

 

- Carla siempre está nerviosa. - Comenté. Llevaba cinco días de un lado a otro esperando una respuesta del programa. 

 

- Esperemos que la llamen. - Suspiró como pidiéndoselo al cielo. - Si no nos espera unos lloriqueos. 

 

- Tengo fe de que la llamarán. - Confesé con una sonrisa. - Y si no es así que lo vuelva a intentar. - Era lo más lógico, no valía dejarlo después de tirar sus estudios a la basura. Era una niña caprichosa y era mi culpa por consentirla. 

 

 

- ¿Quieres que te deje aquí sola?. - Me preguntó más tarde Marcos y le asentí. Se había detenido su vehículo frente a la clínica. 

 

- Si y no te preocupes, estoy a dos pasos de casa. - Le hablé mirándolo y él no estaba seguro. 

 

- ¿Pero no estarás mál?. - Me inquirió de nuevo. 

 

- Tengo que ver a mi tía, solo es eso. - Le intenté calmar. Mis tíos eran médicos y trabajaban en la clínica. Marcos me asintió entonces. 

 

- Está bien. - Masculló. - Ten cuidado cuando camines para casa. 

 

- Lo tendré. - Respondí bajando del coche de Marcos.

 

- Dejaré tus cosas en tu casa. - Me dijo y sonreí. 

 

- Gracias. - Contesté viendo que no estaba muy conforme a dejarme aquí, pero aún así con pesar se marchó. Miré la clínica y suspirando caminé para dentro, mi tía quería hacerme una analítica para ver como me encontraba. Entré dentro de la clínica y me dirigí hasta la sala de esperas de maternidad, allí me senté viendo que había otras mujeres embarazadas. Dejé mi bolso pequeño en mi regazo y coloqué mi mano en mi panza. ¿Me pregunto que estará haciendo Calvin para no aparecer aún por Luciana Del Sol?. 

 

- Daniela. - Me llamaron y al levantar mi mirada ví a mi tía con su bata blanca. A su lado estába, era acaso él.... 

 

- ¿Calvin?. - Pregunté extrañada ya que llevaba una gorra y unas gafas de sol oscuras. El individuo alzó su brazo asintiendo y se quitó las gafas. 

 

- Calvin y yo hemos hablado en mi descanso. - Se dirigió mi tía Manoli a mi. - Bueno, os dejo. - Nos dijo y mirándome me dijo. - Después nos vemos. 

 

- ¿Te e sorprendido?. - Me preguntó Calvin al irse mi tía Manoli. Me levanté y le asentí, Calvin me abrazó pegándome a él. 

 

- Pensé que vendrías antes. - Comenté mirándolo a la cara. Calvin me soltó y nos sentamos los dos. - ¿Por qué has tardado?. - Pregunté luego. 

 

- Después de rodaje de la película hemos tenido sesiones de fotos promocionales. - Contó y su mirada se dirigió a mi panza, colocó su mano y yo sonreí. Se le iluminó los ojos y coloqué mi mano sobre la suya. - Pero ya estoy aquí. 

 

- ¿Será poco tiempo?. - Pregunté y Calvin me miró. 

 

- Me está saliendo trabajo y lo pienso aprovechar para que a mi bebé no le falte nada. - Y mirándome volvió a sonreí. - Tampoco a tí. 

 

- Calvin, no me voy a casar contigo. - Le indiqué. - Tú estás enamorado de Alejandra y yo... - Callé pensando que Hian se estaría casando en este momento. 

 

- Lo único que me importa en estos momentos es mi hijo y tú. - Habló serio y sonreí. 

 

- Eres un amor. - Le hice saber y Calvin colocó su cabeza en mi hombro, con su mano en mi panza. - Calvin. - Dije dándome entonces cuenta de que nos estaban mirando y algunos murmuraban. Creo que se dieron cuenta quien eran ya que una de esas mujeres sacó su teléfono móvil. 

 

 

Después de sacarme sangre para la analítica nos acercamos hasta la cafetería de la clínica. Miraba mi teléfono y podía ver que la página de la marca de Hian, estaba colgando estados de la boda. Alejandra pasaría a ser la mujer de Hian, se encontraba hermosa. 

 

- Tu zumo natural. - Me habló Calvin que se acercó dejándolo frente a mi. 

 

- Gracias. - Le agradecí y vi que se sentó a mi lado con su café. A unos metros de nosotros se encontraban los guardaespaldas de Calvin, ahora tenía mas que antes. 

 

- ¿Ya te has dramatizado mirando todo sobre la boda?. - Me preguntó y puse mala cara. 

 

- ¿Y tú?. - Pregunté yo con desdén. 

 

- Mientras venía desde el aeropuerto hasta el pueblo. - Confesó con una amarga sonrisa. - Alejandra se veía realmente como una flor silvestres. 

 

- Eres tonto, podrías haber impedido que se casara con Hian, y no jugar conmigo a estar casados. - Le hablé y Calvin tomó de su café. 



#2212 en Novela romántica
#776 en Chick lit

En el texto hay: familia, romance, amor

Editado: 06.06.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.