Capítulo 28 - Una Cita A Ciegas.

Miré a Hian, le estaban haciendo una entrevista en uno de los mejores cafés de la capital. Sonreí mirándolo. 

- Su carácter se a calmado desde que has vuelto. - Me habló Martín y Mía asintió dándole la razón. - A estado insoportable. 

- ¿Para tanto a sido?. - Pregunté y Martín sonrió. 

- Ya lo conoces. - Me contestó Martín. Me giré mirando a Hian hablando a la periodista. Cuando mi mirada se detuvo en Calvin que apareció en el café con su equipo. Ni me miró, iba con sus gafas de sol puestas, apreté la tablet con mis manos. 

- Daniela. - Me habló Alejó que se interpuso entre él y yo. 

- Hola, Alejó. - Respondí dedicándole una sonrisa de estoy perfectamente. 

- ¿Que hace este aquí?. - Preguntó Hian que se levantó del sofá donde estaba sentado. La periodista en un sillón miraba. 

- Lo mismo que tú. - Le contestó Calvin serio mientras se quitaba las gafas de sol. Hian le dedicó una sonrisa de desdén. 

- Haréis una entrevista conjunta por el programa. - Intervino la periodista que se puso en pie. 

- Me niego. - Exclamó Hian. 

- Hian. - Lo llamé acercándome a él. - Ven conmigo. - Lo agarré del brazo entonces haciendo que me siguiera. 

- Me niego hacer una entrevista conjunta. - Me habló luego una vez que nos alejamos. 

- El programa Hian, piensa en eso. - Le hablé era un programa llamado La Voz De Un Famoso. Calvin y él serían las estrellas principales. - Que no estropee tu trabajo Calvin. 

- Mierda. - Gruñó Hian mirándome y dirigiendo luego su mirada para Calvin. - Está bien. - Me miró. - Pero tú mantente firme. 

- Que si. - Respondí y miré a Calvin que hablaba con la periodista, actuaba como si no me conociera el desgraciado. Caminé acercándome hasta ellos. - Podemos seguir. - Dije y Calvin se retiró hasta Alejó. 

- Termino pronto y nos vamos. - Me habló Hian y le asentí. Volvió a sentarse y la periodista empezó a alabarlo. 

- No te molesta que se comporte como una gran estrella. - Pronunció los labios de Calvin parándose por un momento a mi lado, lo miré y él a mi. Mi corazón vibró e inmediatamente aparté mi mirada y él se fue para sentarse al lado de Hian. 

Parecía mentira esos dos podían actuar como amigos cuando era trabajo. Compartieron bromas, risas y se hablaban como dos personas que no se odiaban. 

- Que asco. - Dijo gruñendo Hian una vez que subió en la furgoneta negra. Observé como Calvin educado, se despedía de la periodista. Mía montó junto a Martín que conducía delante, sentí la mano de Hian que me agarró con firmeza. - Vamos. 

- Si. - Respondí y soltándome se colocó sus gafas de sol. Yo monté y antes de cerrar la puerta vi que Calvin caminó con su equipo detrás, mientras hablaba por teléfono. 

- Déjalo, es un capullo. - Se dirigió Hian a mi. - Ni siquiera a preguntado por su hija.

- Tal vez no a tenido oportunidad. - Intervino Mía y Martín arrancó la furgoneta. 

- O creo que podía haber preguntado. - Susurré y sonreí mirando a Hian. - Mañana tienes una sesión de fotos con él. 

- Maldito programa. - Gruñó Hian que se relajó en el asiento. - ¿Y luego?. - Preguntó con malas ganas y me incliné para él. 

- No seas vago, tú no eres así. - Le hablé indicándole. - Pero tienes ensayo con él el resto del día. 

- Que alegría. - Masculló Hian. - Necesito otra actividad. 

- No te preocupes en ello me encuentro. - Le informé. Hian se levantó las gafas mirándome con una sonrisa. 

- Martín, llévanos al restaurante. - Le ordenó Hian. - Te presentaré a alguien. 

- ¿A mí?. - Pregunté extrañada. 

- Si, a ti. - Se bajó las gafas. - Le hablé de tí hace tiempo y está deseando conocerte. 

- Odio que me intentes buscar pareja. - Aclaré y él solo sonreía. 

- Mi propósito es que te olvides del mal nacido de Calvin. - Elevó las cejas mientras lo decía. Le di un manotazo y él gruñó. - Daniela... 

- Eres. - Callé inclinándose él para mí. 

- El mejor. - Se alabó y sonreí colocando mi mano en su rostro y apartándolo de mi. - Te gustará conocerlo, aunque sea para que hables con alguien más que con un bebé. 

- Mi Liam. - Suspiré pensando en mi pequeña. 

- A mi sobrina la tienes cansada. - Declaró acomodándose en el asiento. - Sus padres ni se aclaran. 

No pude evitar sonreí a ver a Taylor, lo conocía desde que Hian empezó su carrera como actor. Me recibió con un par de besos. 

- Estás estupenda. - Me habló mirándome de arriba a abajo. - Deseaba verte. - Me dijo luego y Hian se hizo notar chocando su hombro conmigo. 

- No ando aquí pintado. - Dijo y lo miramos. 

- Si esto es una cita a ciegas, ¿no deberías de irte?. - Le contestó Taylor y Hian me miró. 

- ¿Te quedas con él?. - Me preguntó y le asentí. 

- Claro que sí. - Contesté. - No tardaré en volver. 

- Yo me encargaré de Liam, tu disfruta. - Me indicó haciendo que me sentara. Taylor se sentó también. - Cuídala. 

- Lo haré. - Contestó Taylor esperando que Hian se marchara. Caminó no estando seguro de dejarme aquí en el restaurante con Taylor, cuando él planeó la cita. - Aun es demasiado protector contigo. 

- Hian es muy caprichoso. - Comenté mirándolo. Taylor era realmente atractivo, aunque su mayor encanto era lo tranquilo que era. - ¿Cuando has regresado de tus viajes por tierras lejanas?. 

- No me puedo quejar, ya que me fue bien por esas tierras lejanas. - Apuntó asintiendo. - Hace unos meses. - Me contó luego.