Narra: Liam Connor
Estoy en mi habitación realmente estoy frustrado y enojado, no sé porqué la extraña quiere hacerme sentir mal cuando yo siempre trato de defenderla. Aunque ella no lo sabe, bien, les contaré un poco.
El día en que vi a la extraña por primera vez me cautivó, su no sé qué llamó mi atención, me atrapó desde el primer momento, es simplemente que yo no estoy dispuesto a aceptar mis sentimientos porque no quiero que nadie más me haga daño, supe que Hasley le hace bullyng y la trata mal por eso me propuse a no dejar que nadie la maltrate, fue por eso que hoy actué de tal manera.
Aunque ella no sepa que yo quiero protegerla y que voy a cuidarla hasta el último momento de mi vida yo haré todo lo posible por mantenerla a mi lado, ella se volvió una parte fundamental de mi, porque cuando pienso en ella una sonrisa estúpida se pinta en mi rostro, porque así me hace sentir ella, la quiero conmigo pero no me voy a arriesgar, no ahora.
Decido bajar a buscar un vaso de agua a la cocina, dándome cuenta que pasan de las 9 de la noche, me levanto y bajo a la cocina, todo está a oscuras y no pretendo encender la luz porque solo es un vaso de agua lo que quiero.
Escucho que alguien entra a la cocina y se enciende la lámpara, es Aline, mierda se ve hermosa con esa pijama que trae puesta. Me doy una cachetada mental no puedo pensar esas cosas de ella.
-ho...hola_ digo y me quiero abofetear yo mismo por sonar tan inseguro.
-oh, hola Liam, no me había percatado de que estabas aquí_ auch, eso dolió.
-me di cuenta, ¿qué haces despierta a esta hora?_ digo en tono seguro, a lo que ella sonríe.
-bueno, como sabrás Lisseth y yo estamos haciendo una noche de chicas y no dormiremos hasta tarde, bajé por un poco de refresco y por unos cuantos dulces_ dice y sonríe, se acerca a la nevera y yo tomo su mano. Error.
Ya que al hacer esto siento una corriente pasar por todo mi cuerpo, ese olor que la caracteriza, esa cara de nerviosismo que ella pone cuando yo me acerco, creen que no me eh dado cuenta?
Cuando una chica me importa me fijo en todos sus movimientos, en cada gesto, cada paso que da, es por eso que sé cuando ella está nerviosa o cuando está triste. La volteo para que así ella quede frente a mi.
-necesito que subas un momento a mi cuarto Aline_ digo en tono de súplica, ella me mira con sorpresa y baja su mirada.
-Liam no puedo, lo que sea que quieras darme hoy, puede esperar a mañana_ dice y yo niego con la cabeza.
-ya me he contenido demasiado Aline, no puedo esperar hasta mañana, ya no aguanto más_ dicho esto, la tomo de la nuca y uno mis labios a los de ella y se siente jodidamente bien volver a probar esos labios, al principio ella no me sigue el beso pero luego de varios segundos ella me sigue el beso también, es un beso apasionado y tierno, es como ella me hace sentir. Cuando algo se trata de ella me hace actuar así de cursi.
-Liam no podemos_ dice ella separándose un poco de mí, pero yo vuelvo a besarla otra vez, callando todo tipo de excusas que ella tenga en este momento, no me importa que alguien baje y nos encuentre, en este instante solo somos ella y yo, Aline y Liam dos personas completamente diferentes, pero con sentimientos encontrados.
Nos separamos por falta de aire cuando la veo sonrojada, ella agacha su mirada pero yo levanto ésta.
-no sientas vergüenza Aline, esto pasó porque ambos queríamos no lo puedes negar, admito que yo he actuado como un completo idiota contigo, pero quería hacer esto_ digo con una sonrisa sincera.
-esto no está bien Liam, nada en nosotros está bien, te dije que te quiero lejos de mi vida, no quiero que vuelvas a acercarte a mi nunca más, mantente alejado porque tú me haces daño y esto, simplemente no puede ser_ dice y va directo a las escaleras, trato de seguirla pero me quedo pensando en sus palabras, me siento mal, porque sé que yo he actuado como un patán con ella, pero lo que ella no sabe es que la estoy protegiendo de las personas que le quieren hacer daño en la escuela, y todo lo hago porque ella verdaderamente me importa, verla tirada en el suelo y toda llena de sangre en la escuela me hizo entrar en razón y darme cuenta que su sufrimiento también es el mío.
Trato de no seguir pensando en eso y me dirijo a mi habitación, me tiro en mi cama y pienso en ese magnífico beso que le di, al que ella me correspondió y el que me dejó completamente confuso porque no sé si ella sienta lo mismo que estoy sintiendo yo, ojalá y así sea porque la quiero conmigo, quiero que sea mi novia o mejor aún, algún día no muy lejanos quiero convertirla en mi esposa, porque estoy seguro de que ella y yo encajamos. Y aunque no parezca cierto, Aline y yo tenemos muchas cosas en común, solo es cuestión de conocernos un poco más.
Decido darme una ducha que pueda calmar todos mis pensamientos porque no estoy pensando como debería, me estoy dejando llevar por mis sentimientos y en mi caso eso nunca es bueno, entro al baño me doy una relajante ducha y salgo envuelto en una toalla. Me sorprendo al ver a Aline Sentada en mi cama mirándome directamente a los ojos con su típica mirada cautivadora, que hace temblar a cualquier hombre y obviamente yo soy uno de ellos.
Ella se levanta de la cama y se dirige a donde estoy, no, que no sea lo que estoy pensando.
-vine a terminar lo que empezamos en la cocina Liam, no puedo dejar de pensar en ese beso que nos dimos_ dice y une nuestros labios, es un beso un poco más subido de tono, es apasionado como todo en Aline.
Mierda Aline no saldrá de mi mente nunca más en mi jodida vida, porque pienso darle una oportunidad, aunque lo nuestro sea en secreto.