Lo que pasó después

≪Arde, notaba como todo dentro de mi quemaba, vi como las llamas rodeaban todo el lugar; espere a que mi cuerpo dejase de doler; luego, todo se apagó.≫

ーDoctor, ¿qué tal está mi hijo? ーEspetó mi padre con un tono muy preocupado.

ーSeñor Boissieu, su hijo tuvo mucha suerte de salir vivo de aquellas llamas, solo necesitó una operación en el brazo y sufrió quemaduras de segundo grado en el cuerpo. ーReplicó el doctor.

Me duele el cuerpo, es como si algo muy pesado estuviera encima de mí, no puedo mover uno de mis brazos; intento hablar con mi padre pero no puedo, algo me lo impide. Hago mi mayor esfuerzo por intentar abrir los ojos, pero al hacerlo lo primero que veo es a mi padre y al doctor hablando. No entendía de qué estaban diciendo, ni él porque estaba en una camilla. Intento hablar a mi padre, pero no suelto ningún tipo de sonido; hasta que con todas mis fuerzas, intenté moverme.

ーDoctor, el paciente se está despertando, ya le podemos quitar el respirador artificial. ー   Dijo la enfermera que estaba a mi lado.

La enfermera prosiguió a quitarme el objeto que me impedía hablar, por fin logré percibir lo que el tubo me impedía divisar; vi todo mi cuerpo rodeado de quemaduras y ampollas, mi brazo izquierdo enyesado y mi brazo derecho lleno de agujas; el sonido insoportable de la maquina que tenia al lado me sacó del trance.

ー¿Que a pasado papá? ーmi padre miró con cara de asombro, y después miró al doctor; el doctor miró a la enfermera, nadie me quería explicar que me había pasado, y porque estaba en el hospital.

Antes de que nadie dijera nada, vi unos reflejos pelirrojos a través de la puerta de la habitación, era Amara, llevaba un cafe y tenia pinta de que no había dormido en días, pero al igual que mi padre se quedó callada cuando me vio despierto.

ーVale, está muy bien el teatrito que estais montando, pero realmente me estais asustando, y Amara ¿ porque parece que llevas tres años sin dormir? ーDespués de acabar la frase Amara dejó el café en una mesita y se abalanzó contra mí; nada más tocarme, una punzada me recorrió todo el cuerpo, pero conseguí ahogar el grito en mi garganta.

ーYa está bien Amara, nunca me habías dado un abrazo ¿porque me lo das ahora? ーLe repliqué.

ーCallate Thèo. ーSiguió abrazándome, y yo seguía retorciéndome de dolor pero pareció no importarle para nada.

ー Thèodore Boissieu, soy el Doctor Huge encantado de conocerte; te explicaré lo más fácil que pueda lo que te pasó, ¿tu trabajas en la tienda de ropa Kana, cierto? ーAsiento. ーHace una semana, esta se incendió, y tú eras el único que estaba dentro; los bomberos te sacaron de entre las llamas y consiguieron estabilizarte para que pudieras llegar al hospital. ーNo conseguía comprender lo que el Doctor estaba diciendo pero deje que siguiera hablando. ーUna vez aquí, te operamos ya que tenias una fractura en el brazo izquierdo, pero por suerte no hubieron lesiones muy graves, solo tuviste quemaduras de segundo grado en varias partes del 

cuerpo y la fractura.¿Tienes alguna pregunta?.

ー¿Porque no me acuerdo de nada de lo que pasó? ーAclaré.

ーNo te preocupes por eso. ーExclamó el doctor con una sutil sonrisa. ーEs perfectamente normal que después de un trauma tan grave haya falta de memoria, por eso a parte de la medicación de las quemaduras y la fractura, te enviaré a una especialista para que empieces a trabajar con ella la pérdida de memoria. ーDespués de esto, el doctor se despidió de todos y se fue, acompañado de la enfermera.

ー¿Cómo estás hijo? ーAntes de que pudiera responderle, me abrazó, pero otra vez sentí esa punzada pero esta vez no pude aguantarlo y me queje, de lo cual mi padre se asustó.

ーLo siento hijo, no fue mi intención hacerte daño. ーDijo con un tono triste y arrepentido. ーVoy a la cafetería para beber algo, Amara por favor quédate con Thèo aquí.ーAmara asintió, y así mi padre salió de la habitación.

En cuanto mi padre se marchó, Amara se acercó y sentí un ardor en la cara, en cuanto pude recomponerme lo que vi es a la pelirroja con lágrimas recorriendole las mejillas y con sus ojos verdes humedecidos, no se el porqué de esa bofetada y antes de preguntarle nada; ella habla.

ーNo me puedo creer que te haya pasado esto, todo es mi culpa, debería haber estado yo ahí, no tú. ーNada más decir eso vuelve a llorar y sigo desconcertado.

ー¿Cómo puedes decir eso Amara? Tu tenias que ir al medico aquella tarde, no podías ir al trabajo enferma.

ーPero es que si no te hubiera pedido que me cubrieras, no estarías aquí, no hubiéramos perdido nuestro trabajo ni siquiera hubiéramos tenido estas caras de enfermos. ー Se rió entre su llanto, estaba claro que mi mejor amiga estaba loca.

ーAmara, ¿ sabes que eres la única persona que se rie y llora a la vez?, pero prefiero verte riendo que llorando, asi que dejate de tanta lágrima y alegra esa cara mujer; al menos no estoy muerto ¿no? ーme pego otro bofetón, no entiendo cómo cambia tanto de emociones, pero me alegro de que este, no doliera tanto.

ー¿Puedes parar de bromear con tu muerte? Tu padre y yo hemos estado muy preocupados por ti, creo que hasta me ha dado escoliosis de dormir en esta silla. Pero me alegro de que estés bien, y en nada podrás irte a tu casa con tu padre.ーMe sonrió y se sentó en la silla mugrienta mientras me contaba que paso en el instituto durante los días que falte.

Me explicó que durante la semana que pasé en el hospital, llegaron un grupo de chicas nuevas al instituto, decía que eran muy normalitas, que no eran nada del otro mundo. Pero cuando empezó  hablar sobre el nuevo corredor de atletismo del instituto, sus mejillas se tornaron en un color rojizo, incluso tanto como su pelo, comenzó a explicarme que se llamaba Hiroki y que iba a nuestra clase de filosofía y de biología, dijo que era muy guapo y muy fuerte, que tenía los ojos marrones, siempre se ponía gafas para ver en clase y que no le gustaba la química.