Darcel

Capítulo 3:

Es jueves, miro la vista que tengo enfrente y me quedo embelesada. Hago diferentes trazos en el papel, tratando de captar todo lo que mis ojos ven. Resulta que hoy en medio de mi desvelo, descubrí que desde la ventana de mi cuarto se ve una preciosa vista cuando amanece. Pinto las calles vacías y el precioso color del cielo, el sol saliendo, es increíble la calma que me transmite la vista.

Cuando termino me baño y me visto, me quedo mirando en el espejo, a ver, se que no soy fea, tengo el pelo castaño claro que me llega hasta la mitad de la espalda, mido alrededor de uno sesenta y cinco. Pestañas largas y oscuras y unos grandes ojos azules, que son mi mejor rasgo.

Bajo y veo que mis abuelos no se han levantado todavía, por lo que preparo café y hago unas arepas. Cuando estoy disfrutando de mi sabroso primer café del día siento un ruido en la sala, mi abuelo entra unos segundos después en la cocina y muestra sorpresa al verme levantada tan temprano, es que ahora son las seis de la mañana.

- Buenos días.- Me da un beso en la frente y va a servirse café.

- Buenos días abuelo.

- Tu abuela me ha contado que has hecho de niñera para los Dasch algunas veces.

- Sí, de hecho, me pidieron que fuera hoy por la tarde, Catalina no puede llegar temprano y hay que buscar a la niña a casa de una amiga.

- Catalina y la niña van muchas veces a la cafetería, parecen buenas personas.

- ¿Existe algo así como malas personas por aquí? .- Pregunto, no me juzguen, sé que hay cientos de casos de asesinatos y miles de horrores por ahí, pero tal vez es que como nunca he tenido el mal de cerca, siempre me parece tan lejano o alejado de mí.

- No puedes ser tan confiada.- Termino mi café y voy a la cafetería.

Me paso todo el día tomando pedidos, hoy hemos tenido más clientes que los anteriores días. A las cinco por fin termino, tuve que quedarme hasta más tarde para preparar algunos dulces que pidieron para una boda. Me dirijo a la casa de los Dasch, recuerdo que no he hablado con mis padres así que saco el teléfono para ver si tengo algún mensaje de ellos, mensajes no, pero si un audio de dos minutos de mi adorada madre.

- Chiquita, ¿cómo estás?. ¿Ya has decidido qué hacer?. Nosotros estamos bien, con un montón de trabajo. Se te extraña por aquí. Ele, sin presiones, pero recuerda que la carrera de diseño es muy interesante, me atrevo a verte dentro de unos años diseñando los interiores de preciosos hoteles. Además pagan bien. Te dejo el teléfono de Anastasia, ella es diseñadora de interiores y le encantaría hablar contigo de la...- Apago el teléfono, no lo tomen a mal, adoro a mi mamá, pero es asfixiante con lo de estudiar diseño.

Esmeralda ha adelantado sus tareas y ahora está viendo, por supuesto, The Vampire Diares. Yo sigo dándole vueltas al audio de mi madre y a la conversación con Diego.

Cojo mi celular y marco el teléfono de mi amiga.

- Holaaa- Me dice ella alargando la a en cuanto descuelga.

- Hola Ali. ¿Cómo estás? .

- Bien, hoy me mudé a la Universidad, es increíble. Hay un profesor que es un sueño, se llama Mateo, es argentino.- Me la imagino sonriendo como siempre que habla de chicos.

- Me alegro, ¿y los universitarios? .

- Bueno, mi compañera de piso parece ser muy amigable y hay unos chicos que quitan el aliento, eso sí, el profesor está mejor. ¿Tú qué? .

- Acabo de escuchar un audio de dos minutos de mi madre, claro, solo llegué a la parte donde quería que llamara a una amiga que casualmente es diseñadora de interiores.

- Ele, todos sabemos que a ella le encantaría que fueras diseñadora.

- Ya lo sé. Para rematar Diego ayer me dejo caer la buena idea que sería que me fuera a estudiar con él.- Siento un ruido del otro lado de la línea.- ¿Alison? .¿Sigues ahí? .

- Sí, sí. Soy muy torpe, se me calló el celular. Bueno, adiós, tengo que... hacer la maleta, que diga, desacerla.

- Adió...- Me cuelga sin que termine y yo me quedo mirando extrañada el teléfono. ¿Alison torpe?, si ella es de las que si se ha caído tres veces en su vida es mucho.

Voy a buscar a Esmeralda y la veo todavía enfrente del televisor.

- Por mucho que la veas no te van a salir colmillos.- La miro y me acerco para sentarme a su lado.

- ¿Te gustaría conocer un vampiro? .

- Lamento romper tu burbuja de ilusión, pero los vampiros no existen.- Dibujo en el aire una burbuja y después hago como si la explotara.

- Lo sé, pero, ¿te gustaría? .

- En el hipotético caso de que existieran, no serían precisamente los amigos con los que más segura me sentiría.- Le digo y ella me mira con cara de, "estás loca".

- A mí me encantaría tener un novio como Damon o Tayler.

- Oh, ya estamos en el punto que te da igual los vampiros o los hombres lobo.- Digo riéndome.- Estás muy pequeña para tener novio.

- Ya soy grande.

- Hay una forma para saber si eres lo suficientemente grande. ¿Quieres saber? . - Me lanzo sobre ella y empiezo a hacerle cosquillas.- Las chicas grandes pueden aguantar las cosquillas.

Ella se mueve para tratar de zafarse mientras se ríe, en una de esas caemos al piso y acabamos soltando carcajadas. De pronto ella se levanta todavía riéndose.

- Hermano- Me doy la vuelta y veo a Darcel parado en medio de la sala, al parecer vio todo nuestro espectáculo. Me levanto y trato de hacerme de nuevo la trenza que se destruyó producto del ataque de cosquillas.

- Hola- Digo con una sonrisa.

- Hola, si quieres ya puedes irte, yo voy a estar aquí, puedo cuidar de Esme.

- Oh claro. - Me acerco a Esmeralda y le despido con un beso, le doy una mirada a Darcel y salgo de la casa. Siempre es tan frío.



#20229 en Novela romántica

En el texto hay: oscuridad, amor juvenil, luz

Editado: 11.12.2022

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