Capítulo 10:

 Estoy comiéndome la cabeza pensando en que interés tendrá Darcel en acompañare al concurso, tiene que ganar algo porque si no fuera así estoy segura de que no lo haría. Siento mi teléfono sonando y estiro mi mano sobre el colchón hasta dar con el.

- Hola- Ni me molesté en ver quién era.

- Ele soy tu papá.- Me dice esa voz masculina con la que crecí, sonrío. Desde que estoy aquí prácticamente no hemos hablado.

- ¿Cómo estás? .

- Bien mi niña, voy de camino al trabajo.- Mi papá tenía su propia clínica, era psicólogo y amaba su profesión.

- Que bueno, dale saludos a Ruth.- Sonrío al pensar en la secretaria de mi padre, cuando era pequeña y iba a visitarlo siempre me daba caramelos.

- Se los doy. Quería decirte que en la clínica estamos haciendo un proyecto para que los jóvenes de tu edad conozcan más sobre el trabajo de un psicólogo, me gustaría que participaras.- Ahí estaba el motivo de la conversación, al igual que mi madre quiere que estudie diseño, mi padre prefiere que sea psicóloga como él.

- Me lo pensaré. ¿Cuándo empieza? .

En realidad no me interesa la carrera, se que es muy linda, pero no me veo como psicóloga. Por supuesto que eso no se lo digo a mi padre.

- Dentro de un mes.

Seguimos hablando un rato en el cual no menciona ni una vez a mi madre, me extraña porque viviendo en la misma casa es para que la mencionara más.

Cuando se acaba la conversación me visto y me preparo para ir al parque a hacer unos preparativos para la feria. Al llegar veo a Melissa y a Darcel con otro chico hablando.

- Aquí estás, llevo media hora buscándote- Siento que alguien me habla a mi espalda y me doy la vuelta. Veo a la vecina de mi abuela que pinté hace unos días.

- Hola- Contesto sin recordar su nombre o puede ser que tampoco me lo haya dado, no recuerdo bien.

- ¿Eres Eleena verdad?.- Yo le digo que si con la cabeza.- Soy Aurora, ¿te acuerdas de mí? .

- Claro. ¿Para qué me buscaba? .

- Es que quieren pintar una habitación para la feria y pensé en ti.

- ¿Y por qué no buscan un pintor normal? .- Pregunto extrañada. Sería lo más normal.

- Esa es la cosa, necesitamos que sea algo diferente no un simple colore las paredes y ya. Si quieres puedes buscar a algún amigo para que te ayude.

Aurora me lleva a la habitación que debe ser pintada y me quedo impresionada, nunca había entrado aquí, mis abuelos me han dicho que es donde se celebraban los grandes bailes del pueblo y las bodas más importantes. Es un espacio muy amplio, la pared donde está la puerta tiene grandes ventanales que dan vista al gran parque, el techo es una cúpula blanca con diferentes trazos que la hacen ver preciosa, lo único que degrada un poco es el azul gastado que hay en las paredes y el polvo que se aprecia por todo el lugar, sin duda necesita unos arreglos.

- Lleva un buen tiempo sin ser utilizado y quieren volver a abrirlo para el festival. ¿Qué opinas?. ¿Te crees capaz? .- Para la feria faltan seis días, lo que quiere decir que tendría que desarrollar la idea y terminar el trabajo en cinco días.

- Sí, me creo capaz, solo necesito la ayuda de una persona.

- Está bien, mucha suerte.- Va a salir de la habitación, pero cuando va por la puerta se da la vuelta y sus verdes ojos me miran. - Confío en ti.

Llega la noche y con ella terminamos de limpiar todos el parque. Todas las personas se van retirando, dejando solamente a los más jóvenes. Estoy cansada producto a todo el trabajo y el calor que ha estado presente todo el día. A pesar de estar todo el tiempo en el mismo lugar Darcel y yo no hemos hablado. Me acerco a donde está él con Melissa y el otro chico desconocido, para tomar una de las botellas de agua que están en la mesa de al lado de ellos.

- Hola Eleena, te vi de lejos, pero no he tenido tiempo para saludarte.- Me dice Melissa cuando estoy a su lado. Tomo una de las botellas de agua.

- Yo tampoco he tenido tiempo. Hola- Digo lo último mirando a Darcel y al otro chico. El último es alto, aunque unos centímetros menos que Darcel, tiene el pelo castaño y unos lindos ojos verdes, sin duda es muy apuesto.

- Hola, soy Brandon, un amigo de Meli y Darcel.- Dice el desconocido y yo sonrío.- Ellos no me habían dicho que conocían a un ángel.- Me dedica una mirada coqueta.

- Soy Eleena, un gusto- Estiro el brazo para saludarlo, pero él no pierde tiempo y se me acerca para dejar un beso en mi mejilla.

- El gusto es mío.

- Controlate las emociones, es la niñera de mi hermana.- Le dice cortante Darcel y se dedican una mirada extraña.

- Bueno, fue un placer. Melissa, vamos, te voy a dejar en tu casa.- Dice mi nuevo conocido.

- Darcel me lle...- Empieza a decir esta, pero se calla cuando ve a Brandon.- Si mejor me voy contigo, estoy muerta de cansancio. Adiós.- Se despide con un beso de nosotros dos y yo me siento extraña. No es por nada, pero no es normal que me deje sola con el chico que le gusta, su ligue, o lo que sea que sean Darcel y ella.

- También debería irme.- Tomo un trago de la botella de la cual con toda la conversación no había ni abierto.

- Yo te llevo.- No me niego por lo que caminamos hacia el estacionamiento.

- ¿Melissa no se molestará si me llevas?- Lo menos que quiero es ganarme su enemistad. Él se detiene provocando que yo también lo haga, me mira.

- ¿Por qué Melissa se molestaría? .- Alza sus cejas como si estuviera confundido. Un segundo después su expresión cambia y muestra una sonrisa.- ¿Pensabas qué Melissa y yo teníamos algo? .

- ¿No es así?- Espera, me he creado un peliculón yo sólita.

Cuando yo lo digo, debería ser escritora.

- No, ella y yo solo somos amigos. Nunca podría ocurrir nada entre nosotros.- Dejo de mirarlo y sigo caminado, últimamente siempre que lo veo pierdo un poco de mi dignidad.

De momento siento un brazo rodearme la cintura y una respiración en mi nuca, haciendo que me erice.