Star
“El parásito necesita al huésped para sobrevivir, ya que se alimenta de él, dañando al huésped pero sin matarlo, tan solo lo debilita o dificulta su reproducción.”
-Desconocido
<<¿Quién soy?>>
Pues es una forma muy difícil de explicar ya que estoy encerrada en lo más profundo de mi ser, siendo sometida y tortura por cadenas de condena que jamás explicare como caí aquí.
Hace un año y medio estaba buscando la manera exacta para salir de la casa de los Hill. Ya estaba cansada de estar encerrada y quería ir a mi casa, pero lo peor del caso fue que cuando lo intente por la octava vez sentí que algo se había apoderado de mi cuerpo.
Si, una posición demoniaca o que se yo me tenía como esclava encerrándome en lo más profundo de mi. Ella o el solo guiaban mi cuerpo a su antojo. No podía moverme o hablar, solo escuchar y ver todo lo que pasaba a mí alrededor. Era como la maldita marioneta de alguien que no sabía que me estaba condenando a otro infierno peor al que ya había vivido.
—Hola preciosa.—exclamo la misma voz burlona en mi cerebro. La podía sentir como se burlada de todos los que me rodeaba y sabía muy bien cómo hacer que Nathan no la notara.
—Solo déjame ir.—suplique una y otra vez y ya sabía que esto era en vano pero aunque si seguía gritando a lo mejor Nathan u otra persona se darían cuenta de que la persona que está con ellos no soy yo.
—No, parasito precioso.
Su risa me tenía mal y lo peor de todo es que podía ver como mi hermano discutía con Nathan para que vaya a buscar a mi hermana y Lara. La señora Hill estaba sentada en un rincón viendo la nada como siempre y yo encerada como todo los días debilitándome cada vez más.
—Ella ya está aquí.—murmuro la voz fuera de mi mente para que Nathan y mi hermano nos viera como si ya la locura me estuviera invadiendo.
—Star deja de decir eso y come por favor.—mi hermano me regaño pero solo podía escuchar su voz burlona retumbar por toda mi cabeza.
—¿Dónde está Cole?—pregunto Nathan volviendo a echar otro vistazo por la ventana.
—¿Y si digo que Rous y Lara están encerrada en el cuarto oscuro? Me encanta que la estúpida del ángel/humana no se haya dado cuenta que nosotras la habíamos llevado a una trampa.
—¡Solo déjame salir!
—Me encanto que ella haya venido a ver a su amado.—me ignoro bufándose de la chica que vi como un fantasma dentro de la oscuridad acercarse a mi hermano. Pensé que ella era un ángel y venia de una vez por mi alma para liberarme pero me equivoque, era más bien el ángel guardián de mi hermano porque se vía que se moría por él y no por nadie más hasta que me miro un poco confundida pero no hizo nada. Solo se sorprendió como si se hubiera dado cuenta de algo y se fue.—Siempre con lo mismo, ya estoy empanzando a creer que sus poderes están creciendo, pero igual ella no sabe que te esclavice por intentar salir de su refugio. Maldita bastarda, fenómeno inservible.
—No sé, cuando salimos todo apurado creí que ya nos alcanzaría.
—Hero esto no me agrada para nada, el mismo día que tú sale con John. Cole se desaparece y Lux nos conseguía haciéndonos sacar del refugio no me gusta.
—Eso es lo mismo que estaba pesando mientras que vi a esa chica allá arriba guiándonos.
—Esa chica nos salvó el trasero y si no fuera por ella ya hace tiempo estuvieran muerto.—la voz de Nathan era de enfado y lo entendía muy bien. Nadie le hacía caso cuando el mas bien quería sálvanos y no sabía muy bien por qué.
Solo apareció de la noche a la mañana y ya nos conocíamos de toda la vida. Quisiera que una vez por todas se diera cuenta que estoy atrapada en una cárcel sin escapatoria. Que ni siquiera puedo manejar mi propio cuerpo por sí solo, que soy una simple marioneta más y que todo esto terminara mal.
¿Por qué me aferro a Nathan? Por qué sé que es diferente a nosotros y la voz de infernal macabra siempre cada vez que lo vez siempre está soltando maldiciones o haciendo comentarios locos que ya comencé a entender.
<<Nathan era un ángel.>>
***
Rous
Decir que lo que estoy viviendo es una pesadilla es poco para lo que en verdad mis ojos no dejan de observar.
Lara ha perdido el color de la cara y yo soy la única que no piensa dar un paso para salvarnos. Es como si todas mis pesadillas se quedaran estancadas en una sola habitación del pánico de terror, sí. Lo que leíste todas mis malditas pesadillas estaban ahí desde la pequeñas hasta la más grandes.
Mis ojos no pestañaban porque tenía miedo que todo fuera real y tenía mucho pero mucho miedo de quedarme ahí presa del miedo. Sin darnos cuentas Lara y yo caminábamos hacia la habitación, la misma que la puerta se había abierto cuando nos habíamos distraído con los pasos en los pasillos que ya habían cesado solo. Dentro de esta todo estaba oscuro y no podíamos ver más que una pequeña luz en el medio, esa pequeña luz solo reflejaba las sombras de mis peores pesadillas parada alado de ellas como si fueran algo normal de este mundo.