30. Cicatrices (Actualidad)

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«Las cicatrices nos muestran dónde hemos estado, no dictan hacia dónde vamos». David Rossi.

Mis cicatrices solo me demuestras que no importa cuánto pase el tiempo, igual las personas te seguirán hiriendo.  

Me levanto sobresaltado con la respiración entrecortada, el sudor corriendo por mi frente. Las manos me pican y los sueños vuelven diciéndome que el día se acerca. 

—¿Esta bien?—mis ojos se conecta con los verdosos con notas grises y asiento antes de verlo como se acerca a mí y yo lo reguardo entre mis brazos.

A pesar que la noche fría nos arropa no siento frio, solo siento las llamas caliente de las advertencias del universo.

Siempre he creído que ser diferente a lo demás no me hace menos importante, cuando tú mismo crea tu propia historia sabe que no hay nadie que te detenga.

Es lo que hice desde el momento uno cuando supe todo de Luna, me mantuve ocultando desde el día que la vi morir y hasta que nos volvimos encontrar. Siglos en lo que huía de pueblos en pueblos hasta que por fin quede en Treverlin, pueblo con miles de secretos que nadie se atreve a desestera.

Vi mi oportunidad con la familia worthy solo plante recuerdos en su cabeza, era la mejor familia que me favorecía porque nunca estaban en casa siempre viajaban y nunca estarían metiéndose en mis planes.

Lo que más duro me costó fue fingir con Luna, y plantar recuerdos que vivimos pero con un adolecente yo que nunca conoció. Recordaba perfectamente aquel día en la granja solo que ellos me veían como un adolecente más y yo solo pensaba cuando será el día que nos volveríamos a encontrar de verdad.

Ya estaba cansado de fingir y ocultar quien era, quería demostrar a todos mi verdadero yo. Alguien que había amado aquel Ángel amargada que lo único que pensaba era matar toda nuestra especie.

Pero como vimos, Leuksna nunca volvió y me gusta más Luna. Leuksna es un Ángel con quien no te quiere enfrentar cuando despierte, siempre pensaba en venganzas y otras veces era bondadosa. Pero con el enemigo era como si no quisiera enfrentarlo porque no le daba tregua de pedir perdón, era una maquina asesina que una vez me juro no volver pisar a la tierra porque su asenso se acercaba y le iba  a dar una jerarquía.

Ella era algo con quien la pensaba muchos sabiendo que con ese Ángel no se podía jugar.

Dejo salir un suspiro dejando que unos pequeños brazos me arropen, es como algo nuestros. Algo que nunca pude disfrutar porque alguien había bloqueado mis recuerdos.

—¿Cuándo volverá mamá?

— No lo sé, pero cuando vuelva no creo que sea la mejor opción de estar presente.—le susurro también permitiéndome estar en sus brazos.

Y es, que es lo que digo es verdad, nosotros no debemos estar cuando la verdadera Leuksna aparezca.

Porque todo rastro Luna o su otras vida serán borrado, cuando Leuksna salga a la luz. Los sueños no mientes, y lo que vi años atrás no es nada bonito para lo que se viene.

Se acerca su acenso y nadie quiere estar ahí cuando le sea dado su cargo como un Ángel al quien esté dispuesto a matar todo aquello que se le interponga en el camino cuando su misión se le he haya dada.

—¿Por qué no? Si nos necesita. —susurro de vuelta y nuestro ojos se conectaron en medio de la oscuridad.

Aparte un mechón largo de su pelo y le di un beso en la frente.

— Mamá no nos necesita, ella puede sola.

—Claro que no, puedo sentirla aquí como sufre. —señala su pecho y maldigo internamente.

Es algo que heredamos, un lazo que pasa de tus padres hacia tus hijos. Es como un vínculo que poco saben, ese lazo es transferido cuando tu progenitor muere.

Esto lo herede de mi padre, pero Argus heredo algo de un medio Ángel y no sé cómo sea esa cuestión.

Creo que Argus no debió nacer, esto está prohibido y más que prohibido es una aberración ante el creador.

Un niño mitad ángel y mitad Nefilim es una raza que no debe caminar en la tierra, y supe que cuando ella me lo dijo debía pararlo. Pero no pude porque por fin tenía algo de nosotros dos.

Algo que era nuestro y ahora tenía miedo de perderlo.

—Mamá está bien, solo son tus emociones. Sé que queremos verla, yo también la extraño, pero por ahora solo desde lejos estaremos.—nuestras miradas no se apartan hasta que él lo hace mirando a otro lado, su semblante es diferente ya que se le nota que extraña mucho a su madre.

¿Cómo le explico que la madre que conoció, ya no abra más rastro de ella cuando todo cambie? ¿Cómo se le explica que cuando su asenso llegue, ella deberá matarlo?

No es nada fácil de explicar, por eso es mejor alejarse de todos cuanto más lejos mejor. Igual, el fin del mundo se acerca cada día más y nadie podrá detenerlo.

Me levanto con cuidado dejando al pequeño niño que se acomodó del otro lado para dormir, yo prefiero levantarme porque ni sueño tengo y solo quiero moverme rápido del sitio. Aunque estemos muy lejos de Treverlin, sé que Nathan podrá mandar más personas para buscarlo.