Darkness Love

Capitulo 2: El príncipe y el pirata.

La cena parecía ir transcurriendo de una muy alegre manera, los príncipes Aubrey y Barend gemelos muy divertidos y bromistas hacían broma a su hermana mayor, la princesa Pandora dos años menor que Lambdadelta, muy hermosa y con una mirada llena de bondad y pasividad, la princesa Zoraida era una joven muy callada y seria, parecía muy madura y enojada para su edad, así que ella simplemente comía sin opinar, el cuarto príncipe, un joven hombre de largo cabello y rubio, el príncipe Abelard era muy amigable y respetado además, amador de la naturaleza y la vida, este platicaba con su hermanito pequeño Dionyssus de doce años, otro niño muy serio para su edad y la familia lo atribuía a que tal vez era así por su ceguera, el niño perdió la vista en un accidente cuando tenía cinco años, pero eso no lo ha detenido, pues a pesar de ser muy joven y ciego tiene un puesto muy importante en la armada imperial, sabe pelear muy bien pero su madre insiste en que ande un escolta un joven guerrero de dieciocho años que anda siempre con él, Thopher Wanden.

El mayor de los príncipes viva allí en el palacio con su familia, y por tal compartía con su esposo Glind Von Vanden, muy risueños y con posición en la corte imperial, tiene su lado materno muy desarrollado pues siempre está al pendiente de sus hijos Glinda de siete años y los gemelos Milo y Theodoro de cinco años. Por su parte el segundo príncipe Lattus Adelsreich es un hombre alto, apuesto pero muy serio, tanto que lo llaman el general frio, pues no muestra otra expresión que no sea de seriedad o frialdad él está casado con Diana Bismarck una joven del senado imperial dos años menor que él y tienen una hija de dos años llamada Selene, pero al parecer ni siquiera con su familia muestra un poco de empatía, además de que vive fuera del palacio y siempre cena con su familia.

Bee y Lambdadelta estaban allí, pero habían dos asientos bacillos, y el emperador pensaba en cuando iban a volver sus dos hijos, el tercero de sus hijos mayores Dante Adelsreich y su hija Totobeth, a Dante lo había exiliado dos años en castigo por su rebeldía y es que si, Dante era un chico rebelde pero muy inteligente y fuerte, y de eso ya han pasado cuatro años, lo último que supo fue por parte de su hija Totobeth, quien había decidido acompañarlo para sus investigaciones y regresaba cada tanto, Dante lo dejo de llamar padre hace mucho y solo se refería a él como emperador, y eso le dolía, Dante no lo perdonaba y tal vez había exagerado con aquello pues nadie resulto herido y ahora solo quería a sus dos hijos de vuelta, estaban en una guerra y aunque no dudaba de sus capacidades si les preocupaba su seguridad.

-querido, te veo muy pensativo desde que volviste del templo esta tarde, sucede algo – pregunto su esposa la reina Una.

-no, disculpa mi distracción querida – y le sonrió.

Lo cierto es que si pasaba algo, veía a su hijo y cada vez crecía y él se hacía más viejo, quien lo cuidaría cuando el faltara.

-padre, te he contado de esos tipos que andan provocando estragos en el planeta Sula, al parecer creo que quieren información sobre los Darkness –

-ahora que lo mencionas, escuche que los Darkness que sirven a la rebelión están en busca de una clase en especial de Darkness, así fue el reporte que Toto me envió – dijo Abelard luego de lo que Lambdadelta dijo.

-sí, me temía eso – dijo el hombre mientras recargaba su mentón con barba en sus maños empuñadas y fruncía el ceño, sabía qué clase de Darkness buscaban y no pudo evitar dirigir su mirada a su hijo, Bee.

Algunos allí presentes repararon en ello, en especial Lattus, quien veía a Bee fijamente, este de alguna manera se dio cuenta y los vio.

-¿sucede algo? –

-no pasa nada, Bee podrías retirarte a tu habitación – demando su padre.

-antes de irme, padre yo quería saber si –

-no Bee, no puedes acercarte al hangar, ya hemos hablado eso –

-pero solo será un momento, Toto ha creado unos robots de batalla que quisiera ver…por favor –

-¡no es NO Bee Adelsreich, no quiero discutir con tigo así que retírate! –

El emperador Adelfried se puso de pie y alzo la vos, a lo que Bee frunció el ceño y se enfadó lo suficiente como para cambiar sus ojos a rojo.

-como usted ordene…emperador –

Siegfried al percibir aquel ambiente, le pidió a Glind que llevara a los niños ya a la cama, este asintió y se despidió con un beso de su esposo y se llevó a los niños, seguido de Diana que se marchó con su hija, Lattus decidió quedarse un poco mas.

-no debiste tratarlo así padre – dijo Lambdadelta.

-no importa lo que digan, aquí se hace lo que yo crea conveniente para Bee –

-entonces te ganaras su desagrado, justo como Dante –

-¡Siegfried! – advirtió con asombro Abelard.

El emperador tomo asiento con pesadez y su esposa le acaricio el brazo, claro que sabía eso, y no lo soportaría, solo no quería saber a lo que se enfrentaban, no si Bee estaba en medio.

-si sigues ocultando cosas de Bee, terminara odiándote y al final se dará cuenta por sí mismo, lo que te preocupa es eso no, que Bee el último de los Darknessfall caiga en manos de los rebeldes, entonces porque simplemente no lo entregas si no sabes que hacer – las palabras de la princesa Zoraida eran muy hirientes y aun sin inmutarse y con tranquilidad las dijo.



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Editado: 04.03.2019

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