“No volvi al gimnasio en todo lo que resto de la semana y parte de lo que lleva de esta. No tengo idea si Bock ya regreso, no se que habrá pasado. Tampoco he vuelto a ver a Edward desde aquella vez, no ha asistido al instituto, y siendo sincera, fue un gran alivio para mi.”
Como todas las mañanas antes de salir, escribi en mi diario y lo guarde donde siempre una vez que ya había acabado. Ate mi cabello en una coleta alta y algo despeinada y me coloque la chaqueta forrada con chiporro por el frio que ha hecho en los últimos días, el otoño se adelanto notoriamente. Baje las escaleras donde mi madre estaba desayunando con la vista en su teléfono leyendo algo que parecía importante. Me hice un sándwich liviano, guarde una manzana en mi mochila y me fui sin despedirme. La noche anterior tuvimos una fuerte discusión, la cual, en este momento no quiero pensar.
Todd salía de su casa y se quedo parado en el camino mirándome. Desde que paso todo eso en el instituto las cosas no volvieron a ser las mismas. Pese a que aun nos hablamos y el continua llevándome al instituto, siento que algo se rompió. Como era diario, Todd tenia su chaqueta de los Halcones puesta junto con ese aroma que lo caracterizaba tanto.
—Provecho—dijo en cuanto le di el primer mosrdisco a mi sandwich. Le sonrei y asenti con la boca llena— ¿Como estas?—pregunto una ves que ya habia masticado y tragado. Suspire mientras me colocaba el cinturón de seguridad y lo mire.
—Sin comentarios, por favor—respondi ganándome una sonrisa de Todd. El asintio y el resto del camino fue en total silencio.
Una vez que llegamos Todd se fue con sus amigos y me encamine a mi casillero. Sin embargo, antes que nada, me percate de la motocicleta que estaba estacionada en ese lugar que me había acostumbrado a ver vacio. Trague duro y con rapidez entre al instituto, quería tomar mis cosas e irme enseguida al aula de clases antes de encontrarlo en los pasillos. Para mi suerte todo paso sin alteraciones, a excepción de Bea quien entro sin saludarme. Desde que salieron los rumores con Edward, no ha vuelto hablarme. Todd dice que no le sucede nada, que ella es asi a veces y solo hay que esperar a que se le pase sola, pero ya ha pasado mas de una semana y aun sigue sin hablarme.
En resumen y salvo por Ethan, he estado mas sola de lo que jamás me he sentido. No tenia a Bea. No tenia mas a las animadoras. No tenia a Todd. No tenia a nadie. En el receso fui de las primeras en salir al patio donde me encontré a Ethan leyendo un libro en una de las mesas. Corri hacia el y me tire encima suyo provocando que me insultara sin filtro alguno.
—Estaba en lo mejor de la trama. Estaba a punto de saber si Travis y Abby tendrían sexo o no—solte una carcajada y negué mientras dejaba mi mochila a un lado y me sentaba frente a el.
—Debes dejar de leer esas novelas para chicas. Ni siquira yo las leo—dije para molestarlo. El me mostro el dedo de en medio y yo rei nuevamente.
Bea paso por nuestro lado provocando que tanto Ethan como yo la siguiéramos con la mirada. La que solia ser mi amiga se sento a un par de mesas de nosotros sola.
—¿Aun no se hablan?—pregunto mi amigo. Yo negué mientras jugaba con el dobladillo del libro que Ethan estaba leyendo—¿Por que son tan dramáticas las mujeres?
—Lo dice quien le grita a sus personajes literarios cuando no te gusta alguna parte del libro—rei nuevamente y mi amigo solo negó mientras fingia molestia.
Estábamos hablando y riéndonos de lo mejor, cuando cierta persona se vuelve mi campo de visión. Estaba con Nikki en ese lugar donde siempre se sientan. La tomaba de la cintura mientras ella le acaricia los rizos que se le formaban en la nuca, producto del crecimiento de su cabello. Yo también había soñado con tocarlos, y me molestaba que ella lo hiciera. Me pregunto como se sentira. ¿Por que Edward permite que ella lo toque?¿Estaran juntos? pero el dijo que nadie le interesaba despues de July. ¿Se acostara con ella? el mero hecho de imaginarlo me daba escalofrios.
—¡Linda Jones!—Ethan golpeo fuerte la mesa haciendo que me sobresaltara y obligándome a mirarlo. Le di un leve golpe en el brazo en cuanto lo mire.
—No grites—susurre cuando varios nos estaban mirando.
—Entonces no me ignores, maldita sea—negue haciendo todo de mi por no seguir mirando—¿Que tanto miras?—Ethan volteo y yo tape mi rostro cuando volteo nuevamente a verme. Ya sabia lo que se me venia.
—No digas nada. Por favor—pedi casi en una suplica.
—Tu y yo hablaremos—mi amigo se puso de pie tomando su libro y me hizo una seña con su mano para que lo siguiera. Con pesar no me quedo mas remedio que seguirlo.
Ethan camino hasta el campo de juego que estaba al aire libre en el patio trasero. Paso por detrás de las gradas y se sento debajo de éstas para que nadie nos molestara ni nos viera. Nunca habia venido por aca, lo encuentro un buen lugar para charlar sin estar pendientes de que alguien te mire o te escuche.