Edward se fue en la mañana temprano y quedamos en hablarnos después. Por suerte hoy era sábado y no tendría que ir al instituto después de lo ocurrido. Aunque si tuve que responder algunas llamadas de Ethan. Estaba feliz, me sentía la protagonista de alguna novela romatica. El tema de mi madre ahora estaba en segundo plana, pues mi atencion solo estaba en el chico de ojos oscuros que en algun momento crei odiar, pero que en realidad me trae loca. Tenia ganas de el, ganas de verlo, ganas de pelear con el, ganas de reir con el y todo en cunto sea con el. Baje las escaleras una vez que ya esataba vestida para poder desayunar, mi madre estaba ahí con el periódico.
—Al fin bajas—dijo. La mire de reojo y no dije nada—¿Hasta cuando estaremos asi?—pregunto dejando el periodico sobre la mesa. Suspire dejando la tasa en la mesada y voltee para poder encararla.
—Tienes razón—dije—Ya estoy cansadade todo este lio—dije. Vi un atisbo de sonrisa en el rostro de mi madre. Ella se puso de pie y me abrazo con fuerza. Me quede quieta sin saber que hacer, hasta que me obligue a corresponder su abrazo y devolverselo.
Después de mucho tiempo tuvimos un desayuno aparentemente normal, hasta que mi celular vibró por la llegada de un mensaje, era uno de Edward.
“Te espero hoy a las tres ene l gimnasio de Bock. Xx”
Aquello me marco una sornisa todo el dia.
Cuando llegue al gimansio, Bock me sonrio desde lejos y con un movimiento de cabeza me invitó a pasar al lugar en el que siempre practico. Sonreí un tanto avergonzada y camine con ansias hacia alla. La puerta estaba cerrada y por primera vez había visto cortinas, por lo que no me permitia ver lo que había en el interior. Minutos después, la puerta se abre y deja ver unicamente el cuadrilátero con una luz solo para el. Entré dudosa y rei cuando vi a Edward aparecer con unos pantalones cortos y vendas en sus nudillos.
—¿Y esto?—pregunte. El se encogió de hombros mientras se acercaba a mi a paso lento. Me tomo de la cintura y me acerco a el.
—¿Que te parece si nos enfrentamos? Que no se te olvde que me dejaste molido la ultima vez—hice mi cabeza hacia atrás para liberar una carcajada, la cual el apago con un beso.
Asentí entusiasmada y me quite el pantalon largo que tenia para solo quedar en unas calzas cortas y en mi top desportivo.
—¿Lo hiciste a propósito?—pregunto elevando una ceja. Yo solo me encogi d hombros.
Me subi al cuadrilátero, donde segundos después comenzó a sonar una canción de Rocky que me hizo reir nuevamente recordándome la primera vez que peleamos aquí. Pese a que aquella vez quería acabar con el a toda costa, esta vez, solo quería disfrutar cada segundo.
—No tengas piedad Risitos…que yo no la tendre contigo—dijo con una sonrisa de lado,que como ya había dicho, me derretia por completa. Empezaba a sospechar que el se aprovechaba de eso.
Caminamos en círculos, ambos atentos y con una sonrisa en el rostro. ¡Cuanto me gustaba esto! Este jugueteo entre ambos, esta confianza que crecia entre los dos, me encantaba. Edward dio el primero golpe que constó de un palmazo en mi trasero. Me di la vuelta y esta vez el palmazo dio en su cabeza a lo que triunfe con una carcajada.
—No te aproveches Hoyuelos—dije pensando en voz alta. Me quede en silencio cuando vi como torsio una mueca y me miro divertido.
—¿Hoyuelos?—dijo mientras continuamos rondando en circulos. Me encogi de hombros a la vez que intente darle una patada en sus muslos.
—¿Que? tu me dices Risitos, y yo te digo Hoyuelos. Estamos a mano—dije encogiendome de hombros. El solto una carcajada y nego mientras me miraba.
Continuamos caminado en círculos, me adelante con la intencion de lanzar un golpe con mi puño, perp el fue mas rápido y me detuvo, posicionándose detrás mio dejándome totalmente inmoviliozada con mis brazos.
—Rapida…pero no tanto como yo—susurro en mi oído dejando un beso húmedo en el. Me estremeci y lo empuje mientras me limpiaba pretendiendo que me dio asco su beso. El rio.
Ahora me iba a vengar. Me adelante nuevamente y amague a dar el mismo golpe, sin embargo, espere a que el hiciera el primer movimiento para poder atacarlo con mi pierna y seguido con mi rodilla en su abdomen. El se quedo encorvado unos segudnos retomando el aire.
—Vamos debilucho—bromee. Pero el no se movia, simplemente continuaba en su posicion.
Me asuste un poco al ver que no reaccionaba, quizás le pegue muy fuerte. Me acerque despacio y apoye mi mano en su hombro, pero solo fue cuestión de segudnos cuando el se da vuelta y me ataca por la cintura dejándome en el piso de espalda. Me tenia atrapada. Se sento a horcajdas mia y alzo mis brazos reteniendolos por encima de mi cabeza. Su sonrisa socarrona hacia que mi vista hacia él, desde este angulo sea aun mas excitante. Mi pecho subia y bajaba debido a mi respiración irregular.
—Bien—dije con mi voz rasposa—¿Y ahora que haras?—su sonrisa fue reemplazada por una mirada salvaje, era como si el fuera el depredador y yo la presa.
—Eso depende—hablo segundos después. Su voz mas ronca de lo normal. Por alguna razón sentía que la temperatura había subido y tenia calor.