Edward
Despues de las copas que bebimos en el bar fui a dormir a casa de mi padre. Me quedaba mas cerca que mi pension y apenas podia caminar. Desperté pasada las tres de la tarde, con hambre, dolor de cabeza e inmensas ganas de mear. Joder. Me prepare algo improvisado para comer. El remolque estaba hecho un lio. Ha vivido aquí desde que tengo memoria, cuando era niño me gustaba, me hacia sentir genial, luego con el paso de los años lo comencé a odiar y aquí estoy. Mi celular vibra sobre la cama improvisada que me hice y lo tomo solo para ver quien demonios llama, al verificar que se trataba de Sandy corté pero ella volvió a insistir.
—¿Que?—espeto en cuanto contesto.
—Hola—dice con voz debil—¿Has..sabido algo de Linda?—frunzo el ceño y me siento en el sillón tirando de mi cabello. Solo con pensar en ello me hacia doler mas la cabeza.
—No—digo con obviedad—¿Por qué?
—Nada. Olvidalo.
Miro la pantalla incrédulo en cuanto corta la llamada y lo lanzo lejos. Ahora mismo no tengo animos de lidiar con la loca de Sandy. Tomo una ducha de agua caliente y le saco unos pantalones a mi padre y un sweter de mierda color vino. Es lo único mas o menos de mi gusto que tiene aca. Me coloco un gorro color azul para tirar mi cabello hacia tras debido a su largo. Planeo dejarlo crecer hasta que comiencen los días calurosos. Cojo la llaves del auto, mi billetera y mi celular y salgo de ahí. Conduzco hasta el bar donde me he refugiado las últimos dos semanas. El lugar esta vacio, salvo a un par de borrachos que rien en un rincón. Camino hasta la barra y me dejo caer escondiendo mi rostro en mi brazo.
—Si que te ves fatal—se burla Londra. Le saco mi dedo de en medio y ella me golpea en la cabeza con ese paño andrajoso que limpia todo.
—¡Joder!—gruño en cuanto el dolor se incentiva. Alzo la vista para ver como se rie de mi.
—No se quien demonios es esa chica, pero algo debió haber hecho bien para convertirte en el lloron que eres ahora—dice negando con una sornisa. La fulmino con la mirada pero incluso hacer aquello me mata—Ten—dice pasándome dos pastillas y un vaso de agua.
Me bebo las aspirinas y me quedo allí con mi cabeza oculta en mis brazos. Al cabo de unos minutos se me pasa y me permito alzar la vista nuevamente. El bar se ha llenado un poco mas. Le pido a Londra una cerveza y ella se niega.
—Londra..—le advierto pero ella ni se inmuta.
Saco mi celular para insultarla mentalmente y como es cada dia, abro su chat. Aun tiene la foto con esa mocosa, y no se ha conectado desde la noche anterior. ¿Con quien demonios habla hasta tan tarde? Me carga los celos cuando recuerdo que conmigo era su ultima conexión. No puedo dejar de pensar en ella, cada días es peor. Cada dia la extraño mas. Le escribo un mensaje solo para hacer algo. En cuanto lo leo en mi cabeza una y otra vez recaigo en lo patético que es.
“Te extraño”
Lo borro enseguida y vuelvo a escribir algo mas.
“¡Joder! Cuanto te extraño”
Lo borro nuevamente y cierro el chat. Ni siquiera se ha gastado en ver mis mensajes anteriores ¿Qué me hace pensar que leera uno nuevo? Decido cambiar mi foto por una en que salgo dormido. Es una foto que me saco ella, y por alguna razón me gusta. Me veo pacifico, según ella me la saco porque fue como si estuviera viendo a un niño pequeño dormir a gusto después de muchos días. Ella no tenia idea de que me pasaba las noches en velas de aquí para alla pensando en ella, pensando en toda la mierda que cargo encima y en cuanto le iba afectar todo eso cuando recayera en ella. Tenerla a mi lado me daba paz. Me daba estabilidad. Ahora me siento solo, cada jodido segundo que pasa sin estar con ella me siento mas y mas solo. Es como si estuviera cayendo de un abismo, y la caída es eterna y lo peor de todo es que en algun puto momento tocare fondo y ella no estará allí para atraparme. Me hare pedazos y allí me quedare. Nadie podrá recojerme porque nadie recordara a este costal de mierda que cayo una vez y jamás se volvió a saber de el. Vaya, que dramático soy.
—¡LONDRA!—grito logrando que se sobresalte y me mire mal—Traeme una puta cerveza—digo—¿Por favor?—agrego cuando veo que eleva una ceja y me mira desafiante.
Despues de tres cervezas, siento que la jodida caída al abismo se hace mas lenta. Quizás si sigo bebiendo, quedare flotando y no caere. Londra me puso un posillo con mani a un lado para que coma y asi no terminar vomitando. Me como el posillo entero antes de acabarme la tercera cerveza y siento que la boca me pica y me arde. Me bebo el contenido de mi vaso de un sorbo y siendo como apacigua el fuego en mi boca.
—¡Por fin te encuentro!—una voz grave y ronca se planta sentadose a mi lado y la reconzco como Bock. Suelto un bufido y ni siquiera me vuelvo para encararlo—Edward, te he estado buscando por todos lados.
—Bueno, ya no mas—digo con una fingida sonrisa volviendo a verlo.
Sigue igual que siempre, aunque algo mas delgado pero ni siquiera me pongo a reparar en ello. El frunce el ceño y me mira con desaprobación.
—¿Esto es lo que has estado haciendo todo el maldito tiempo?—espeta con brusquedad.—y ¿Que demonios te paso en la cara?