Edward
La musica suena fuerte en el pequeño salon donde siempre entreno. El sudor cae por mi rostro y lo siento arder por el calor. He estado en el gimnasio por mas de tres horas. Quiero calentar bien para hoy en la noche. Desde que asumi el rol como lider, nunca he defraudado a ningun Darksouth, nunca ha entrado nadie que no se lo merezca o haya valido la pena, y esta no será la excepcion. Ahora mas que nunca debo mostrar de lo que estoy hecho, puesto que muchos creen que los he dejado de lado y no puedo permitir que dejen de confiar en mi o sospechen de mi lealtad. Hoy no será mas que otro pobre idiota creyendo que puede tomar un lugar que claramente, no le corresponde.
Bajo los puños en cuanto la musica se interrumpe debido a una llamada entrante. Planeo dejarla pasar, pero en cuanto reconozco la foto de Rizos en la pantalla, me adelanto y lo desconecto del reproductor portatil para poder contestar. Por mi cabeza surca la idea de que quizás esté molesta por no haber ido a dormir la noche anterior, pero a decir verdad, he estado hasta tarde en el bar junto con Nikki, quien de a poco se va sometiendo a la abstinencia por el alcohol.
—¿Que hay Rizos?—pregunto tratando de sonar casual y despreocupado.
—Hola—saluda de vuelta y no logro percibir su tono de voz—Te oyes agitado ¿Estas donde Bock?—pregunta con curiosidad, sin embargo, la dulzura y suavidad de su voz, es intacta.
—Asi es—respondo antes de sentarme en el piso—Esta noche tengo el encuentro con este retador anonimo—digo soltando una pequeña risa que Linda apenas sigue.—¿Todo esta bien? Si estas molesta por lo de anoche...
—No, tranquilo—dice enseguida—Solo llamé porque...queria ir tu voz—susurra y aquello me dejó un tanto intrigado.
—Bueno, ya me estas oyendo—digo y oigo una pequeña risa de su parte. La imagino mordiendo su labio inferior nerviosa.—Despues de ganarle al sujeto este, iré a verte ¿Si? asi recibimos el año nuevo juntos—le digo un poco nervioso por su respuesta. Al parecer Nikki tiene razon, me he vuelto un completo idiota y mas encima, cursi.
—Me encantaria—susurra y noto que el timbre de su voz cambió, sin embargo, cuando planeo indagar un poco mas, ella vuelve hablar—Ya debo colgar, mi mamá está como loca preparando comida—dice y rio un poco negando con la cabeza—Te amo Hoyuelos—dice y aquello planta la sornisa mas estupida y gigante que alguna vez haya tenido en mi rostro.
—Te amo preciosa—digo y finalmente la llamada finaliza.
Me quedo mirando la pantalla con una sonrisa. Planeo despues de la pelea de esta noche ir a verla, pasarme por su ventana a pesar de que su madre ya sabe lo nuestro, sé que podria golpear la puerta principal y entrar como cualquier otra persona, pero aquello no va con mi estilo. Pasaremos la noche juntos, y la miraré a los ojos y le pediré que sea mi novia. Si, eso haré. Esto de las etiquetas no van conmigo, pero nunca antes estuve tan decidido a algo como ahora lo estoy con ella. Linda es la luz que llegó a mi vida, es la razón por la que quiero hacer todo bien de aqui en adelante. Con ella, me animo a cualquier cosa, porque sé que si alguno de los dos cagará las cosas, ese seré yo, pero no estoy dispuesto a perder nada, mucho menos a ella.
—Nunca te vi tanto tiempo sonriendo mirando la pantalla de un celular—la voz de Bock me causa risa y volteo sobre mi hombro para mirarlo. Tiene una amplia sornisa.
—Cierra el pico abuelo—me burlo y él suelta una profunda risotada.
—Me agrada lo que eres por ella—dice mientras se sienta en una silla frente mio.
—Tambien a mi—respondo echandole un ultimo vistazo a su fotogafia.
Despues de una ligera charla con Bock, continue un poco en el gimnasio y luego me fui. No me sentia nervioso por la pelea, pero sentia algo extraño, como si se tratara de un mal presentimiento, pero no logro asimilarlo con algo. Conducí hasta mi pension, tomé una ducha y guardé en un bolso un pantaloncillo deportivo y zapatillas comodas para la ocasion. El frío aún era infernal, por lo que, antes de salir me puse una chaqueta de cuero y un gorro de lana. Mi cabello llega por encima de mis hombros, y pese a que es una jodida molestia la mitad del tiempo, adoro la manera en que Linda lo acaricia y tira de él cuando tenemos sexo. Sé que le gusta largo. Estaciono enfrente del bar que pronto será propiedad de los Scott, y me bajo. Reconozco las motocicletas de Ty y Chad afuera, por lo que, deduzco que deben estar ahi esperandome.
Mi padre sale justo cuando estoy a punto de entrar y me sonrie. Frunzo el ceño extrañado, porque una sornisa en su rostro es muy raro de ver, incluso, llega a verse distinto cuando lo hace. No tenia idea, que Linda tenia su misma sonrisa hasta que vi a mi padre sonreir en este momento. Las similitudes entre ambos me asustan, incluso, puedo ver en Sandy y en Linda algunos rasgos parecidos, pese a que son como el agua y el aceite.
—Hey badboy—arrugo la nariz en cuanto me llama asi, y el solo rie negando.—¿Nervioso por esta noche?
—¡Ja! no inventes viejo—le digo con arrogancia. Él rie y niega mientras simula darme un puñetazo en el abdomen, sin embargo, logro bloquearlo enseguida y ambos terminamos riendo.
Él solia hacerme eso cuando era niño. Al principio siempre terminaba encorvado y sin oxigeno, hasta que un dia Bock me enseño como bloquear esos golpes, y de ahi, Scott nunca mas pudo agarrarme desprevenido.
—Recuerda muchacho, un Darksouth nunca cae. Y tu, eres el mejor, no lo olvides—me dice. Su voz es rasposa y arrastrada como si hubiera estado bebiendo, pero no es asi. Siempre ha tenido ese timbre de voz tan extraño, pero que lo caracteriza como unico.
Si algo debo reconocer, es que desde que Alice reaparecio en su vida, él ha cambiado como el dia y la noche. Se nota feliz, alegre e incluso se las da de comediante, a pesar de que no tiene nada de gracia sus chistes de mierda, pero de alguna manera, me gusta. Me gusta el cambio que han tenido nuestras vidas debido a las mujeres Jones.