Edward
Después de quince putos días, me alegra despertar y verla dormida a mi lado. Desnuda y abrazada a mí. Anoche fue una locura todo, y aún más loco es lo que nos espera dentro de algunas horas cuando el sol salga por completo. No he podido pegar ni un solo ojo después de lo sucedido. Todo me está dando vueltas y busco con desesperación alguna salida. Debe haber una. No puede ser tan difícil ponerle fin a ese hijo de puta.
Ella se remueve en su lugar y me incorporo solo un poco para darle el espacio de estirarse, sin embargo, sus ojos azules me iluminan cuando ella los abre. Esboza una hermosa sonrisa y me besa el pecho antes de mirarme.
—¿Que hora es?—pregunta somnolienta. Estiro mi brazo para alcanzar mi celular y ver que recién serán las cuatro de la mañana.
—Mierda—farfulla y se sienta en la cama llevando consigo la sabana—Debo llamar a Henry—dice mientras busca con sus ojos su celular que claramente no está acá. —¡Joder! Dejé el celular en tu auto—dice llevándose la mano con frustración a la cara. Me siento a su lado y acaricio su espalda para calmarla un poco.
—Tranquila Rizos—le digo—¿Que pasa? ¿Por que debes llemarlo?—ella suspira y tira su cabello hacia atrás antes de volcar sus ojos en mi.
—No estaba segura de lo que Pinzas haría cuando se enterara que abandoné a Peat en la fiesta, así que llamé a Henry para que me cubriera y le pedí a Sandy que se hiciera pasar por mi...solo le dije que se quedara en mi habitación con las luces encendidas—dice y frunzo el ceño. ¿Cómo es que esta chica siempre piensa en todo?
—Ten—le digo entregandole mi celular—Llama a Sandy—le digo y puedo ver cómo se relaja. Me sonríe abiertamente y me besa rápido antes de tomar el celular y marcar el número de Sandy.
Intenta un par de veces y no consigue resultado. La veo ponerse inquieta y por suerte, la menuda de Sandy responde excusándose de que estaba durmiendo. Le dice a Linda que no hubo novedad y que ha estado toda la noche alli junto con Miller. Rizos se pone de pie olvidándose que está desnuda y le tiro al rostro mi camiseta antes de que se percate cómo está. Ella me sonríe avergonzada y luego se sienta en una silla hablando con su hermana. Me acuesto nuevamente y miro al techo hasta que ella llama mi atención. No la veo muy contenta y aquello me hace incorporarme enseguida.
—Sandy le contó a Todd—dice llevándose la mano al rostro—Dice que no tuvo opción. Pero que él prometió mantenerse al margen...
—Mierda—digo y la tomo del brazo para acercarla a mi—Todo estará bien, Miller no se meterá—digo para tratar de tranquilizarla. Ella me sonríe.
—Eso espero, no quiero que más gente este involucrada en esto.—dice y yo la tumbo encima mío y beso su cuello mientras acaricio su trasero—Por suerte, no ha pasado nada extraño y dijo que llamaría a Henry...—dice pero a esta altura la estoy ignorando.—Edward...quiero ir a ver a mi padre—dice y saco mis labios de su cuello para mirarla a la cara—Hay que advertirles, por Molly. Deben estar alerta—frunzo el ceño y no sé si aquello me parece una buena idea—Podriamos mandar algunos Darksouth para que vigilen la casa o cuiden a Molly...
—No sé si sea buena idea Rizos. Que ellos sepan sería exponerlos a todo esto—digo y ella se acomoda hasta sentarse a horcajadas mío.
—¿Y que pasa con Molly? —se que tiene razón en ese sentido, pero aún así no me parece muy buena idea—Por favor. Vayamos a verlos ¿si? Es cuestión de horas o días que Pinzas vuelva a buscarme...y debemos tener un plan para cuándo eso pase—dice y juro que verla tomar ese poder me fascina. Sonrío orgulloso y ella se sonroja.—¿Que?
—No tienes idea de cómo me pone cuando hablas asi—digo y ella echa su cabeza hacia atrás para reírse.
Solo dormí una hora cuando Linda me levantó. Son las seis de la mañana. Las seis putas hora de la mañana y el sol ni siquiera se ha puesto. Por suerte, a ella se le quedaron algunos pantalones y una sudadera para vestirse, y siempre pensé que sus horrendas alpargatas no le servirían de nada, pero ahora la salvaron de este apuro. Estoy manejando a casa de su padre. Después de haberse pasado todo el rato hablando con Henry y Sandy, al fin me entrega mi celular. Chequea el suyo y tiene varias llamadas perdidas, algunas son de Alice. También le veo una llamada de Ty, pero decido pasarlo por alto. Desde que se fue al baño y tardó como una hora hablando por teléfono, ha estado seria. Le he preguntado que le ocurre y solo me dice que tiene malestar y dice asegurar que su periodo debe estar por llegar, pero no le creo aquello.
—Después de hablar con mi padre iremos hablar con el tuyo—dice y volteo a verla. Ella ata su cabello en una coleta alta y me mira—Si vamos actuar, debemos estar todo ¿no crees?
—¿En qué piensas Rizos?—pregunto estacionando en un semáforo.
—Creo que sé cómo acabar con Pinzas—dice y me sonríe. ¿Ya dije como amo cuando toma las riendas de esa manera?
Llegamos alrededor de las ocho de la mañana. Todo en la casa está apagado, y Linda golpea con insistencia la puerta. Pasan como unos diez minutos cuando Mark atiende a la puerta y nos mira sorprendido. Linda se apresura abrazarlo y veo a lo lejos a Karin parada con una bata de pijama. A pesar, de que le pedí quedarme en el auto, ella me obligó a bajarme. Mark nos hace pasar enseguida y me extiende la mano como saludo, le acepto el gesto y veo a Karin y a Linda fundidas en un abrazo.
¿Es normal que deteste que se lleven tan bien?
—Que sorpresa verlos—dice Karin mientras enciende la cafetera. Linda me mira para que me anime a entrar en la cocina pero solo avanzo un paso y me quedo atrás.
—Si, es que...debemos hablar algo con ustedes, es muy importante—dice Linda. Karin y Mark se miran confundidos.
—No me digas que estás embarazada—dice Mark asustadizo. Karin abre los ojos sorprendida y Linda rie mientras que yo me ahogo con mi saliva.