Linda
Todo está listo. Solo rezo para que salga de acuerdo a mi plan, si es así, entonces para mañana podríamos haber acabado con Pinzas.
Han pasado dos días desde que hablé con mi padre y Karin, a ellos no les agradó para nada lo que les dije e incluso me llevo horas tratar de convencer a mi padre de que mi plan saldría si él me ayudaba, finalmente y gracias a Karin, él logró convencerse y ayudarme. Su ayuda es todo lo que necesito ahora. También, hace dos días que espero algún llamado o amenaza de Pinzas, incluso hemos mandado a un par de Darksouth para que vigilen la casa de mi padre pero según ellos, no ha ocurrido nada fuera de lo normal. Henry me ha dicho que Pinzas ni siquiera le ha hablado de mí, y aquello, se me hace sospechoso. No puedo dejar de pensar que él está planeando algo y si no nos apuramos, él se saldrá con la suya.
Por otro lado, el hecho de haberle contado a todos lo que Pinzas ha estado haciendo conmigo fue lo mejor que pude haber hecho. Esperé que se enojaran o me insultaran pero por suerte, todos lo tomaron "bien" y ahora más que nunca están dispuestos a unirse para acabar con él. Sin embargo, quienes no quedaron nada bien fueron Will y mi madre. Mi madre llora en cada momento que me ve y me pide disculpas, también se ha peleado con Will echandole la culpa de lo que ha pasado. Will está mucho mejor del accidente, pero ahora que mi madre no le dirige la palabra y que yo he sido el punto blanco de Pinzas, lo encuentro algo perdido. Lo veo con una mirada triste y Edward me ha dicho que es la primera vez que lo ve así. Quizás deba hablar con él, pero aún ese rechazo de verlo como padre es más fuerte que yo. Y no puedo.
—¡Te atrapé!—dice Ty apareciendo detrás mío. Doy un respingo en mi lugar y me giro para darle un empujón amistoso—Estabas muy pensativa...¿Nerviosa?—pregunta sentándose a mí lado. Suelto un suspiro y apoyo mi cabeza en su hombro.
—Solo tenemos una oportunidad Ty, si esto no funciona...
—Funcionará—me dice sin dejar que acabara la frase. Me muevo un poco para verlo y sus ojos celestes claros me transmiten paz. —Todos sabemos que hacer y esto...va a funcionar. Te lo aseguro—sonrio a medias y asiento.
Abro mis ojos sorprendida cuando su mano acaricia mi mejilla. Lo miro algo extrañada pero él no parece darse cuenta de lo que está haciendo y no sé si debería decirle. No encuentro que esté haciendo nada malo, pero es algo incómodo. Sin embargo, el carraspeo de alguien a nuestra espalda lo obliga alejarse enseguida de mi. Edward tiene el ceño fruncido y fulmina a Ty con la mirada. Éste último se va dejándonos solos y yo solo niego con la cabeza mientras él se acerca a mi.
—¿Por qué demonios siempre los veo juntos?—pregunta y aquello me da risa—Hablo enserio.
—Solo es amigable, no empieces por favor—le pido mientras sujeto el extremo de su camiseta y lo acerco a mi—¿Que tal si nos centramos en la fiesta de esta noche?
—Te dije que no quiero una fiesta—dice y me da risa que esté amurrado como un niño.
—No se cumplen veinte años todos los días cariño. Además, éste sería tu primer cumpleaños conmigo...el primero de muchos—le digo susurrando muy cerca de sus labios. Noto que su semblante cambia y es él quien termina por unir nuestros labios.
—Aun así, no me gustan los cumpleaños. Prefiero pasarla solo contigo, ya sabes...tú, yo, una habitación y solos....se me ocurre varias cosas por hacer—suelto una pequeña risa y niego apartándome de su lado.
—Te daré eso y mucho más. Pero hoy no—le digo—Ire a casa así me arreglo para la noche. Ponte guapo, aunque no tanto para que Nikki no esté encima tuyo—bromeo haciéndolo reír. —Ya queda muy poco Edward, mañana a esta hora...podremos respirar en tranquilos—le digo.
Él no dice nada y yo tomo mi chaqueta para poder irme. El bar está cerrado porque la fiesta de Edward será aquí más tarde. Sé que es ilógico hacer una fiesta a un día del "gran plan" pero solo quiero verle la cara buena a algo. La idea, es olvidarse por un rato las desgracias y simplemente tratar de pasarlo bien. Solo eso quiero.
Me despido de Ty con la mano y salgo sin avisarle a nadie más. Pues nadie está pendiente de mi, así que filo. Decido irme caminando para pensar. Necesito pensar y recalcular una y otra vez si es necesario, para asegurarme que no estoy cometiendo un error. Sé que es lo mejor. Sin embargo, mi celular vibra en mi bolsillo y atiendo enseguida cuando veo el nombre de Henry.
—Hey...¿Que ha pasado?—pregunto rogando que nada malo suceda.
—Mi padre me citó al galpón. No lo sé Linda, luce extremadamente simpático y eso no es normal, solo te llamo para que estés alerta. No sé qué pueda ocurrir.
—Esta bien—digo y siento que mi ritmo cardíaco ha aumentado—Trata de mantenerme informada. Aunque sea un mensaje, un punto, una coma...lo que sea. ¿Si?—él medio ríe pero termina accediendo.
Me quedan como veinte minutos de camino y solo he pensando en Pinzas y en Henry. Reviso a cada tanto mi celular por si me llama o me me llega algún mensaje suyo, pero nada ocurre. Decido enviarle uno yo, pero luego pienso que es muy arriesgado, así que evado esa idea. Solo me estoy poniendo paranoica, y eso es normal después de todo lo que ha pasado, supongo. Decido llamar a Jeff, uno de los Darksouth que está donde mi padre, para asegurarme que está todo en orden. Él me dice que no ha pasado nada, y aquello me tiene tranquila. También le hablo a mí padre y volvemos a repasar el plan. Todo está bajo control me dice y con ello, decido guardar el celular y caminar las pocas cuadras tranquila.
Tengo un obsequio especial para Edward, no es mucho, pero en definitiva lo hice con amor y significa muchísimo para mí. Es algo cursi para nosotros, pero es algo que me llena y me encanta.
Siento pasos de alguien corriendo detrás mío, cada vez los siento más cerca y por un acto involuntario, comienzo a trotar hasta terminar corriendo. Tengo miedo de voltearme, pero cuando oigo una voz aguda gritarme, decido frenar y girarme. Es Sandy. La fulmino con la mirada y ella rie hasta más no poder.