Linda
Nos pusieron una bolsa de tela negra en la cabeza para no ver dónde nos traían y nos empujaron en el interior de un cuarto mal oliente y húmedo. Al aterrizar en el suelo éste está mojado y cierran la puerta de metal haciendo que resuene en el pequeño cuarto. Nos han atado las manos y los pies con cinta de embalar para que no tratemos de escapar, aunque siento que me corta la circulación de lo apretado que está e intento con todas mis fuerzas de incorporarme y sacarme la bolsa. En cuanto libero mi rostro me doy cuenta que el cuarto ni siquiera tiene ventana, pero aún así se puede sentir el olor a pescado y mar. No debo ser adivina para saber que estamos en el muelle. En un barco pesquero para ser exactos. No entiendo porque nos trajeron acá.
Me acerco a Sandy como puedo y con mis dientes quito la bolsa de su cabeza. Ella mira en todas direcciones asustada. No tengo nocion de cuanto tiempo ha pasado. No sé que ha ocurrido y aquello me hace sentir enferma. Ni siquiera estoy segura si aun estamos en el muelle, quizas ya estamos muy lejos de Portland. El cuarto es completamnete oscuro, no hay ni un foco para alumbrar y debo adivinar que mi hermana está mirandome.
—¿Donde estamos?—pregunta con un hilo de voz. Miro inutilmente a mi alrededor y comienzo a sentir esas ganas horrendas de llorar. Esa opresion en el pecho que me lastima.
—No se—admito—...creo que estamos en un barco—digo.
Sandy solloza en silencio y yo no se que hacer o que pensar. ¿Es el fin? No hay escapatoria en esto. No tengo idea de lo que ha ocurrido ni la certeza de saber nuestro paradero. Me duele el cuerpo, mejor dicho, me duele hasta el alma. Ya no se si soy tan fuerte como siempre crei. Arruiné todo, mandé todo a la mierda por ser una impulsiva de mierda. Tal vez, Pinzas ya acabó con todo, tal vez mi padre no llegó a tiempo, tal vez, ya no exista nada más alla afuera por lo que debiera luchar. Me acuesto en el frio piso y dejo que las lagrimas hagan su trabajo.
—Lo lamento—susurro—Lo siento mucho Sandy—digo y se me hace imposible aguantar mas y me rompo en un mar de lagrimas—Todo es mi culpa y lo lamento tanto...
—No es tu culpa—dice ella y puedo oirla muy cerca mio—Nada de esto es tu culpa Linda—dice en voz baja y seguido de ello no vuelve hablar.
Me quedo dormida cuando de mis ojos ya no pueden brotar mas lagrimas. Sin embargo, las pesadillas me atormetan impidiendome descansar aunque sea un poco. ¿Como podria hacerlo? estamos en un apestoso barco y quizas nos esten exportando fuera del pais. Quizas nos maten, quizas nos vendan, quizas nos torturen hasta matarnos...¿Como podria saberlo? Pinzas está loco de remate y de él se puede esperar cualquier cosa. Por ello, decido que es mejor permanecer despierta. La oscuridad y el silencio es lo unico que puedo ver y escuchar. Me enloquece, me atormenta estar sin poder hacer algo. Es agobiante y estremecedor pensar una y otra vez lo que podria pasarnos. Pienso en Edward, en mi madre y en los Darksouth. Solo ruego al cielo porque ellos esten bien, que esten todos bien, es lo unico que quiero.
No se cuanto tiempo pasa cuando oigo a alguien hablar justo del otro lado de la puerta. Me incorporo como puedo y presto atencion. La voz de Peat y de Reese son las que se oyen, sin embargo, no puedo descifrar la voz del tercero. Me acerco arrastrandome hacia el sonido de sus voces, al no poder ver la puerta, choco con la pared y me quedo alli sentada pegando mi rostro a la pared poara oir mejor.
—¿Que hacemos? He visto Darksouth recorrer el muelle, si nos ven sabran que ellas estan aca—dice Reese y mi corazon comienza a latir con fuerza. Quizas, aun hay una esperanza de salir de esta.
Me alejo de la pared para acercarme a Sandy. Como no logro verla, caigo practicamente arriba suyo obligandola a despertar. Ella se queja y me corro a un lado.
—Sandy estan buscandonos—susurro con emocion—Edward mandó Darksouth...debemos hacer algo para que sepan que estamos aqui—le digo.
—¿Lo dices enserio?—asiento pero recuerdo que no me esta viendo. Asi que le digo un suave si cargado de alegria.—¿Que hacemos?—pregunta y mantengo el silencio pensando, hasta que solo se me ocurre una cosa.
—Gritar—le digo.
Tomo el suficiente aire para gritar con todas mis fuerzas. Ambas comenzamos a gritar y pedir ayuda. ¿Como no se me ocurrio antes? Grito hasta sentir que mi garganta quema. Sin embargo, la puerta se abre de par en par haciendo que toda la luz del exterior nos escandile un momento. Peat entra y me abofetea haciendo que caiga hacia un lado. Golpeo con fuerza mi cabeza en el frio piso y se me hace imposible levantarme enseguida. Sandy intenta atacar sin mucho resultado a Peat, quien tambien la golpea logrando que mi hermana cayera a mi lado.
—¡Cierren la maldita boca perras de mierda!—gruñe en nuestra direccion—Ahora por su culpa tendre que matarlos—dice. Como puedo me giro en su direccion y Peat nos sonrie antes de desaparecer dando un portazo.
Dejo caer mi cabeza hacia abajo y las ganas de llorar vuelven a mi. Una vez mas, volvi arruinar todo. Permanezco en el piso sintiendo como la unica esperanza de salir de aqui se desvanece. Sandy intenta acercarse a mi pero ni siquiera intento incorporarme. Ya estoy cansada, nunca saldremos de aqui.
—Arriba—me dice pero la ignoro—Linda, vamos...arriba—me dice una vez mas pero no le hago caso—¿Te vas a rendir asi nada mas?