Darksouth ll: Ante la mentira

Capitulo 30

Linda 

 

No me tragué ni un poco lo que Edward me dijo del zorro, por ello, en cuanto volvió a irse, llamé a Felipe. Recordé lo que me dijo de cuando se metió al despacho de su padre y revisó sus carpetas. Le pregunté si alguna vez habia escuchado de algun Zorro, pero me dijo que nunca habia oido de él, pero que investigaria. Le di las gracias y solo me queda esperar. Estoy segura que ese Zorro no es nada una blanca paloma. 

Por mi cuenta, me puse a buscarlo en google, pero solo me aparecian imagenes de zorros, asi que mucho no pude hacer. No he querido quedarme dormida por si Felipe llega a llamar. Sin embargo, oigo la puerta principal abrirse y me sorprendo cuando veo a Edward. Apenas serán las doce, en definitva no lo esperaba tan temprano. Me incorporo en la cama cuando lo veo acercarse a tropezones. Enseguida pienso que está ebrio, pero en cuanto se tumba a mi lado abrazando mi cintura, lo noto sudado y su piel hierve. Tirita mientras balbucea algo entre dientes y paso mi mano helada por su frente para verificar que tiene fiebre. Tiro su cabello hacia atras y lo noto sucio  como si se hubiera revolcado por algun lugar con arena o tierra. Intento separarme de él un poco, pero él no me permite moverme. Suspiro rendida y acaricio su espalda donde mas tierra se desperende su ropa. 

—Edward...—lo llamo—Levantate—le ordeno, pero él no me hace caso—Vamos Edward, tienes que darte una ducha—susurro.—Vuelas de fiebre , y estas lleno de tierra...vamos—le digo. 

Me levanto como puedo y tiro de él donde logro que se incorpore a regañadientes. Lo atraigo hacia mi para dirigirlo al baño y abro la ducha alejandome un poco de él, donde apenas puede mantenerse de pie. Quiero hacerle tantas, tantas preguntas, pero sé que ahora no es el momento. Suspiro mientras toco el agua para regular su temperatura y me acerco a él. 

—Vamos, ayudame—le pido. Él me mira con sus ojos apagados. Paso mis manos por su cabello para tirarlo hacia tras y él me abraza dejandome un tanto sorprendida. 

—Perdoname—susurra—Por favor, perdoname—dice.

—Esta bien—digo solo para que se de una ducha—Despues hablamos, pero ahora necesitas darte una ducha. 

Él asiente y se quita la camiseta donde veo como la tierra que tenia encima cae al piso. Seguido se saca el calzado y por ultimo, el pantalon con sus boxer. Me agacho a levantar su ropa mientras él se mete a la ducha y cuando agarro sus zapatillas estan llenas de arena. 

—¿Donde te anduviste metiendo Edward?—pregunto. Él esta de espaldas mientra deja caer el agua tibia en su rostro. Se voltea  a verme y suspira mientras niega.

—Puedes venir conmigo—pregunta—Por favor—me pide ignorando por completo mi pregunta. Extiende una de sus manos en mi direccion, sin embargo, me percato de una horrenda marca roja en su muñeca y me acerco para tomarla en mis manos. 

—¿Que demonios te paso aqui?—exalto y él quita su mano para tirarse el cabello hacia atras. —Edward...¿que esta pasando contigo?—pregunto rendida mientras me siento en el inodoro. Él me mira y siento que se debate internamente por contestar, pero en cuanto aparta sus ojos de los mios, sé que ha decidido por no decirme nada. 

—Te aseguro que te lo explicaré algun dia, pero ahora no—dice—...solo...necesito que estes conmigo. No haré nada, lo prometo—dice cuando niego enseguida—Solo...quiero estar contigo. Abrazarte...por favor—me suplica. Suspiro y me pongo de pie para quitarme la camiseta y el short que tenia puesto, pero me dejo la ropa interior porque sexo es lo ultimo que quiero en este momento. 

Él me toma de la mano y me invita a entrar. El agua está muy fria para mi gusto y me estremesco cuando su cuerpo tibio por la fiebre hace contacto con el mio. 

—¿Me lavas el cabello—pregunta y rio un poco antes de asentir. Él se sienta en la tina y yo me siento detras suyo mientras lo veo abrazar sus piernas y tira su cabeza hacia atras para darme la posibilidad de lavarle el pelo. 

Luego de aquello. soy la primera en salir y me envuelvo en una toalla para luego pasarle una a él. Lo dejo solo y camino rapido a la habitacion para cambiarme de ropa. Me quito el brasier y mis bragas mojadas por unas nuevas y me coloco un pequeño camison que me llega  a los muslos. Suelto mi cabello que habia recogido para que no se mojara y me siento en la cama cuando Edward aparece por la puerta. Le dejé una camiseta y un boxer sobre la cama para que se pongoy y él me sonríe cuando se da cuenta. 

—¿Has comido algo?—pregunto. Él niega y aprovecho a ponerme de pie—Iré a buscarte algo entonces—digo y salgo de la habitación.

Le preparo un sandwich y le sirvo un vaso de leche. Coloco todo en una bandeja y vuelvo a subir las escaleras. Edward está acostada con una mano en la cabeza, me acerco y le dejo la bandeja en el regazo. Camino a mi lado de la cama para abrir el primer cajon de mi mesa de noche y sacar una aspirina y se la tiendo, el me sonrie nuevamente. Me acuesto bajo las sabanas y sonrio un poco cuando noto la pequeña llave del candado que me regaló para mi cumpleaños, sobresalir por el cuello de su camiseta. Él se devora el sandwich en un minuto y se bebe el vaso con leche junto con la pastilla que le entregué. 

—¿Mejor?—pregunto. Él deja la bandeja en el suelo y luego se acomoda bien en la cama para quefar frente mio. 

—Si, gracias—dice. Asiento y le sonrio un poco. Paso mi mano por su frente y verifico que la fiebre ha bajado, asi que me quedo mas tranquila. Sin embargo, caundo pretendo quitar mi mano, él la toma y la apoya en su pecho donde se acomoda y cierra los ojos. 

No me queda mas que acomodarme para no estar incomoda y resulta que la unica manera de dormir comoda sin que él suelte mi mano, es apoyar mi cabeza en su hombro. 

 

Dia sábado. (Parte 1)



#45033 en Novela romántica

En el texto hay: mentiras, peligro, amor y odio

Editado: 15.08.2019

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