La tenía prácticamente enfrente, mirándome, mientras yo también lo hacía. Era bonita, tenía buenos rasgos no podía decir que fuera hermana de Florencia, pero de todas formas lo era. Y ambas habían confabulado para nuevamente dañar una relación mía y era algo que no lo podía creer. ¿Tanto es el odio que sienten hacia mí? ¿Por qué?
Mis amigos seguían observando la situación quizás creerían que en cualquier momento la calma me abandonaría y la atacaría desprevenida, no lo voy a negar lo deseo. Pero tengo una buena educación y sé que soy mejor que eso, aunque ya había decidido que hablaría con esta mujer y sin importar si su querida madre o hermana estén de acuerdo. Primero tenía que confirmar mis sospechas luego vería como llevar todo esto.
- ¿Chicos no se quedan para la sobremesa? - nos dice Alicia mientras mis amigos y yo nos vamos retirando de la mesa, ninguno toleraba más fingir.
- Disculpa mamá, pero tenemos cosas pendientes que nos quedaron ayer. Nos vemos más tarde, permiso.
Sin esperar escuchar nada más nos fuimos de allí, a los pocos segundos escucho que me llega un mensaje y era mi madre.
"Me alegro que tú si puedas escapar de esta asquerosa familia, nosotras con Alicia estamos presa aguantando a esta detestable mujer. Disfruta tu día"
Es verdad que ellas debían de aguantarla, las compadecía. Supongo que Alicia está acostumbrada a huir de ella o anular sus palabras luego de muchos años compartiendo algunas reuniones, pero mi madre sabiendo que esta mujer formó parte de todo lo ocurrido la traería entre ceja y ceja.
Caminamos un buen rato alejándonos todo lo posible de la casa. Todos en un absoluto silencio, pero el que me preocupaba era Ryan. Veníamos tomados de la mano y podía sentir que por momentos me sujetaba más fuerte y luego se tranquilizaba, sabía que el ver a esa mujer lo perturbó bastante ¡Mierda! Yo también lo estaba, estoy a punto de arrancarme el cuero cabelludo de lo estresada que me encuentro.
- Bueno ya basta. ¿Podemos hablar de eso? Es que le doy vueltas al asunto y termino en la misma conclusión.
- Créeme Dani, yo igual. - dice Xime ahora poniendo toda su atención a mí. - No puedo creer lo tolerante que te has vuelto. Creí por un segundo que te volverías loca y la atacarías allí mismo, pero me alegra que por lo menos una de nosotras se ha vuelto competente.
- ¡Dios sabe que lo quería hacer! Pero no iba darle el gusto, además me percaté de algo, Florencia estaba más consternada que nosotras al ver a su hermana compartiendo mesa sin tener ninguna pelea. Ahora entiendo porque ayer estaba bastante al pendiente del celular, sabía que venía.
- ¿Y ahora qué haremos? - nos dice Mason, que siempre está en silencio, pero pendiente de todo. - Echarla no podemos, quien aguantará a la madre después.
- No - contesto yo, ya tenía algo en mente y las chicas ya lo sabían a medias era hora que los chicos también lo supieran. - Ya estuve investigando, es hora de que sepan que ocurre.
Les conté sobre las cosas que había llegado a investigar y la táctica que había implementado para conseguir de la compañía de teléfonos las grabaciones de la llamada de aquella noche, que lo más seguro es que estuvieran llegando pronto. También les conté a todos la idea que tenía, una vez que descubra o mejor dicho reafirme las sospechas de quien fue la cómplice de Alexis aquella noche hablaría con ella para aclarar cosas y dejarlas bien en claro.
Ambas acudimos a una fiesta de casamiento y ninguna lo puede abandonar, más vale que me escuche o verá lo implacable que puedo llegar a ser. Ella y todo su séquito que tiene de familia. La vez anterior pudieron haberse burlado de mí, pero no dejaría que una segunda vez lo hicieran.
Luego de contarles lo que tenía en mente lo aceptaron. Aún algo conmocionados decidimos que esta mañana haríamos cada quien nuestras cosas ya que los ánimos un poco habían bajado, Jesse tenía algunas cosas del trabajo que quería ver al igual que Daniela que nos dijo que un informante se puso en contacto con ella y que aprovecharía para llamarlo. Ximena y Mason aprovecharían para montar juntos una cita antes de ser marido y mujer. Mientras que nosotros con Ryan quedamos solos mirándonos uno al otro sin saber que decir.
- Julia... yo.
- ¡Ey! No estés así, nada de esto es tu culpa. En realidad, podría decirse que es más culpa mía que tuya, recuerda que a quien odian es a mí.
Ryan sonríe mientras niega con la cabeza y me abraza. Entonces sentí que estábamos bien, más allá de todo estábamos bien. Y eso era lo más importante, estaba feliz de haber encontrado a alguien que fuera así tan compañero a pesar de llevar días de habernos conocido pareciera que fueron meses o incluso años. Ya conocía sus gestos, sus sonrisas y cada día lo quería un poco más.
- Bueno, dime ¿Qué podemos hacer mientras?
Lo miro porque tenía una sonrisa traviesa en la cara.
- Y si seguimos el ejemplo de nuestros amigos... - digo tocándole el rostro mientras veo como sonríe más pícaramente.
- Dices el ejemplo de Jesse y Dani que según ellos van a "Trabajar" pero en realidad sabemos lo que harán.
Suelto una carcajada porque realmente no me esperaba eso. Aunque pensándolo bien fui tan ingenua que en su momento no se me cruzó por la cabeza que harían eso, yo creí que realmente irían a trabajar. La ingenuidad.
- Aunque no lo creas, creí que realmente irían a trabajar. Pero no, hablaba de tener un cita, pero quien dice que no terminemos como Jesse y Dani después. ¿Qué dices?
Inmediatamente Ryan me toma de la cintura y me levanta en el aire haciendo que me aferre a su cuello mientras ambos reímos. Supongo que si tendremos nuestra cita.
Luego de pensar donde podríamos escapar decidimos no ir muy lejos de la casa ya que después estarían preocupados y estábamos pensando en la tarde reunirnos y terminar de organizar la despedida que será en dos días.