El Despertar De Un
Hada.
Esa mirada negra como la noche carente de algún sentimiento, ocultando su sonrisa cínica bajo el elegante abanico vino con adornos dorados en formas de lirios —¿Qué tal el desfile de las mariposas? Odio ese maldito desfile, Daríus debería acabar con ese circo para plebeyos, esa tontería de celebrar el regreso de esas coloridas pestes solo fue un invento estúpido de Marion, esa mujer era tan estúpida e infantil.
La pregunta hizo a la marquesa cerrar su abanico, aún así su sonrisa permanecía eso le daba a entender que el dichoso desfile había sido un desastre —mm... digamos que diferente, la famosa orden del león carmesí hizo aparición y cumplió su objetivo, asustar a Aldremir. La reina Marion era una mujer sin clase a la que le gustaba estar rodeada de esa gentuza y por eso era amada por los Alkaryos rastreros.
Perfecto poco a poco la confianza al rey Darius se derrumbaba, solo hacía falta un poco de presión, no solamente Alkarya estaba como objetivo de los leones carmesí en poco tiempo Almia y Altamyr, también serían los siguientes y si no acataban su fin sería el mismo del reino de Azrrahen.
—¡Darius piensa hacer una alianza con Altamyr, Damián debe morir! —exclamabs la marquesa perdiendo los estribos.
—Altamyr eh. —Era un buen trato si se concretaba, a pesar de ser solo una pequeña isla, tenía mucha concentración de magia eso era un equivalente a buenos guerreros. Además los Altamyros al igual que Alkarya tenían Aftrion, un mineral codiciado por muchas naciones, el Aftrion era sumamente resistente a comparación de otros metales. Incluso más que el acero y era perfecto para armamento y armaduras, lo que hacía valioso al metal era que a parte de su dureza era compatible con la magia y eso le hacía el arma perfecta para las criaturas mágicas ventaja que compartía el imperio Altamyro el reino de Alkarya y por último Euldor por compartir frontera con los Alkaryos.
—Eriol, ¿me estás escuchando? —¡Eriol! —volvio a llamar la marquesa molesta por ser ignorada por el duque.
—¡No voy a matarlo Rowena!
—quería acabar con la vida del principe, pero Damián debía estar vivo era el recipiente de Tisha esa podría ser una buena arma a futuro, él no tenía planeado compartir el poder con la orden del león carmesí, ellos jugaban para él, no al contrario Eriol tomó la mano delgada de la pelinegra con fuerza, le irritaba recibir órdenes y más de una mujer.
—Suelta me lastimas. —Se quejaba la marquesa sin lograr que Eriol la soltará.
—¡No soy el imbécil de tu marido Rowena, al cual mataste y dilapidaste su fortuna, tampoco soy como Darius al cual manipulas a tu antojo! —soltó la muñeca de esa mujer, que ya le tenía fastidiado.
—¿Qué te pasó en la mejilla?
—arguyó la marquesa histérica, por la marca en la mejilla del duque.
—!Deja el escándalo esto lo hizo un maldito animal que más tarde que temprano eliminaré! —decía el duque alejando las manos de la mujer de su rostro con brusquedad.
..........
—¡Estás loco Damián atacasté a ese hombre! —el capitán Andreas estaba molesto con el principe no debió exponerse así ante el duque; era arrojar más leña al fuego, se supone que el principe es humano.
—A ver creo que no me di a entender Andreas —dijo exasperado poniendo sus ojos en blanco —¡Si no hacía algo ese tipo iba a matar a la chica a punta de azotes, no podía permitir algo así! era cierto no podía hacer algo así por más que Eriol lo mereciera no debía exponerme pero no me importa.
Damián tomó asiento no tenía ánimos de entrenar, mucho menos de tocar una espada se estrujaba sus cabellos color rojizo caramelo, revolviendolos un poco se sentía frustrado y Andreas no estaba ayudando.
Andreas también tomó asiento a lado del principe, a fin de cuentas era su amigo, más que eso lo consideraba su hermano menor —escucha zorro. Eriol vendrá por la chica, no hagas las cosas más difíciles es su esclava...
El capitán Andreas no terminó de hablar, pues el principe se levantó molesto, por el pedido de su amigo —¡La iba a matar Andreas, la estaba azotando como a un animal nisiquiera un animal merece eso y lo sabes maldita sea, debiste verla sufrir a manos de ese desquiciado solo así me entenderías, en lugar de reñírme como un niño que ha hecho una travesura además Alkarya abolió la esclavitud!
—si entregaba a esa chica ese cobarde la iba a matar y no podía permitir aquello.
—Si entiendo tu punto, pero la chica no fue comprada en territorio Alkaryo y el duque tiene como probarlo. —Entendía a su amigo, él tampoco entregaría a la chica, era de cobardes someter a una mujer a semejante bajeza tan cruel y despiadada, pero lord Eriol era astuto y su deber era proteger al principe antes que nada.
Esa chiquilla era una gitana de la aldea de Celestia, pero Eriol no era estúpido, él sabía lo que hacía aún así no se la entregaría. La rabia iba en aumento al ver la falsa carta de propiedad que el duque le había dado al capitán Andreas como muestra legítima de que Melodia en efecto le pertenecía, obviamente no creería en Eriol, él había visto a esa chica antes de caer en manos del duque, tomó esos papeles y los rompió a la mitad, a él ese pusilánime no le engañaría —¿Cree acaso que soy imbécil? Esa chica es de la aldea de gitanos del bosque Celestia, yo la vi antes de ser esclava intenté localizar a los traficantes pero me fue posible dar con ellos.
Volvió a tomar la espada y a ponerse en guardia las ganas de darle su merecido a ese maldito duque le devolvieron el ánimo; su amigo y compañero de entrenamiento también estaba en guardia y listo para comenzar el entrenamiento, pero este se vio interrumpido por Odette quien corrió a los brazos de su hermano mayor, con su carita roja y empapada de tanto llorar. Damian se arrodilló a la altura de la pequeña princesa, el principe tratando de calmar su llanto y averiguar ¿Por qué esas lágrimas? La infante solo balbuceaba palabras que no entendía, la tomó en brazos para nuevamente intentar calmarla, minutos después su pequeña hermana solo hipaba dejando atrás su llanto.
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Editado: 22.01.2024