Cuando te despiertas y aún no has abierto los ojos lo único que puedes ver es oscuridad y lo primero que deseas ver cuando los abres es luz o al menos a alguien conocido, pero cuando abrí los ojos sólo seguía viendo oscuridad y no había ruido, todo era silencioso.
Era como si no hubiera nada y y yo también formara parte de eso.
Pero de repente una puerta se abrió y por primera vez ví la luz o algo parecido.
El cuarto en el que estaba se iluminó y cuando lo pudo ver a detalle me di cuenta que era totalmente blanco, nunca en mi vida había visto algo más blanco, era como estar en el cielo y después ser aventado a la tierra, a la realidad.
Al salir de ahí ví un coche negro en el cual fui introducido, en unos minutos puedo llegar a una casa muy grande y que estaba alejada de las demás, aunque parecía que todas las casas tenía esa separación.
En el camino había visto un poco la ciudad era normal, tranquila pero algo que toda la ciudad tenía en común era que era blanca no por completo pero al verla sólo podías ver luz y color blanco, era la ciudad más minimalista que había visto aunque no recordaba bien si era porque esa era la primera que había visto; Entré a la casa y puede ver a alguien, era un chico alto y de una edad aproximada a la mía, con un cabello color gris y unos ojos color azul, su piel era clara y sólo con ver su sonrisa podía sentir que era una buena persona, estaba sentado en una silla al lado de la barra de la cocina, sólo bebía agua y me miraba con mucha felicidad como si me estubiera esperando, en ese momento pensé que tal ves era amigo mío pero por el momento no lo podía recordar asi que lo primero que hice después de verlo fue preguntarle su nombre.
- ¿Cuál es tu nombre? - Al instante de terminar mi oración un nombre de la nada me llegó a la cabeza. - ¿Eres Harry?
- Wow... Lo descubriste, pero, ¿Cuál es el tuyo?
No sabía ni cual era mi nombre y no sabia porque, lo mas probable es que haya conocido a esa persona antes pero si así fuera ¿Por qué no me recordaría? Esa por el momento era mi única pregunta que no tenía respuesta. Pero extrañamente e inesperadamemte un nombre salió de mi boca.
- Mi nombre es Henry.
- Bueno pues mucho gusto Henry, creo que ahora seremos compañeros de casa, es un honor.
¿Mi nombre era Henry? En ese momento era lo más probable, pero ¿Por qué de repente iría hacia la casa de él? Y peor aún ¿Por qué ahora tendría que vivir con el? En mi mente sólo había preguntas y no había nadie que las respondiera al parecer, las personas que me habían dejado ahí ya se habían ido y me habían dejado solo con Harry, nunca lo había visto pero todo apuntaba a que era la única persona en la que podía confiar y me podría dar respuestas, así que me acerqué a el y le hice otra pregunta.
- ¿Te conozco?
- No, pero acabas de llegar asi que te explicaré las cosas que esos tipos me dijeron.
- Claro, en este momento sólo necesito respuestas.
- Bueno pues esta desde hoy es tu casa y estoy al pendiente de ti, tengo informado que tienes 17 años de edad y cumplirás 18 en unos meses, por el momento tendrás que ir a la preparatoria y probablemente se te hará difícil pero por eso yo te ayudaré, soy profesor y tengo 21 años de edad, creo que por eso me pusieron a cargo de ti, sobre tu pasado no se nada, lo siento, pero se que otras personas también llegaron hoy al vecindario. Se que esto es demasiado obvio pero ¿Estás bien?
- No, no creo que alguien en esta situación lo estaría pero gracias por preguntar.
Realmente no sabia que sentir, no tenía mis recuerdos asi que no se sentía tristeza pero tampoco felicidad, estaba desconcertado y eso era lo único seguro pero ¿Todo lo que ese hombre me dijo será verdad? Se que no tenía mis recuerdos pero no podía confiar en alguien que acababa de conocer aunque parecía que a esa persona la habían enviado para cuidarme, probablemente sólo estaba exagerando las cosas pero cualquier lo haría, si esto estaba pasando sólo tenia que seguir la corriente después de todo sabía que nada iba a pasar porque todo estaba completamente bien, si, parecia extraño y muy sospechoso pero lo último que quería hacer era preocuparme.
Harry me llevo a mi habitación estaba al lado de la de el, era grande, de un color amarillo claro y unos toques de azul, tenía un gran ventanal que daba a un balcón en el que se podía ver todo el vecindario, lo más probable es que mis padres hayan muerto y por eso estoy aquí, pero a Harry no le dieron más información sobre mi.
Decidí que me iba a dormir un poco asi que me tumbe en la cama y cerré los ojos.
Harry me hablaba desde afuera de mi habitación lo que provoco que me despertará, salí del cuarto y ahí estaba el parado en medio del pasillo y cerca de las escaleras.
- Hola Harry.
- Hola como es tu primer día en la ciudad me preguntaba si querías ir a conocer un poco y así te podrás familiarizar con ella, también me habían encargado que te diera esto, son 100 dólares, podrás comprarte lo que quieras con eso, siento que es mucho dinero pero estoy seguro de que vas a hacer lo mejor con el.
- Esta bien, necesito despejarme, pero no tengo ropa para cambiarme.
- Claro que si, tu armario esta lleno de ropa.
Me volteó rápidamente hacia atrás para comprobarlo y efectivamente, ese armario estaba lleno de ropa y de mi talla, había camisas, playeras, pantalones, zapatos, suéteres, sombreros hasta lentes, y todo era sólo para mí, no lo podía creer, sólo con ver eso es era muy probable que yo era muy importante, por el momento sólo me cambié y salí del cuarto y acompañando a Harry salimos de la casa, entramos al coche y empezó el viaje.
Mientras estaba sentado en el coche decidí hacerle preguntas a Harry sobre su vida, ya que como iba a vivir con el necesitaba saber mas acerca de su personalidad y de el.
- ¿Hace cuánto que estás aquí?
- He vivido aquí toda mi vida, desde que era un bebé, fui adoptado por un señor mayor, que murió cuando yo tenía 17 años, fue ahí cuando el gobierno o lo que sea que sea el líder de esta ciudad me dio esa casa y me contrataron como profesor.