Aquel día el escritor caminaba por un sendero meditando sobre la vida, cuando al bajar la mirada descubrió a un par de muñecos rotos tratando de levantarse.
El escritor de la manera más amable trató de ayudarlos más estos se reusaron, al interrogarlos sobre tal decisión uno de ellos contestó:
- Míranos, a cada uno nos falta las extremidades opuestas, sin embargo juntos hemos logrado llegar hasta aquí, no despreciamos tu noble acto simplemente mientras permanezcamos unidos lograremos sortear cualquier dificultad -
El escritor les sonrió y dejándolos solos siguió su camino pensando en aquellos muñecos que a pesar de estar rotos saben que juntos nada los detendrá.