Aquella mañana Dios, caminaba por un sendero aparentemente vacío de un bosque completamente seco, de pronto miró un desvalido ciervo moribundo, con precaución se acercó a él y con su poder lo mató.
Repentinamente se escuchó la voz de un hombre que se encontraba cerca y que lo había reconocido - ¿por qué lo hiciste? - preguntó - con tu inmenso poder lo hubieras salvado -
Dios respondió con una sonrisa - ¿si yo lo salvo tú lo cuidarás? -
El hombre ya no respondió.