De la realeza

Emboscada

Cuando me desperté vi a Lyonel hablando con Beltrán, cuando Lyonel notó que me desperté fue corriendo hacia mi.

- Nos tenemos que ir ya - dijo atacado

- ¿Qué pasa? - dije asustada

- Vienen a por ti, tu tribu está en un sitio seguro, te llevaré allí -

- ¿Te esconderás también verdad? -

Me miró apenado - No podré -

 

Me llevó hasta donde estaba mi tribu y desapareció en la niebla, intenté ir detrás de él pero la gente me lo impedía, me fui a un rincón sola, me senté y empecé a llorar, estaba llorando tanto que hasta la respiración me faltaba, noté como todo me daba vueltas y cada vez el aire entraba menos, me desmallé. Luego me levanté entre la multitud, una multitud de personas que no conocía, al fijarme bien eran caballeros, estaban haciendo un círculo, me acerqué a ellos pero seguía sin ver lo que estaban rodeando, al intentar hacer espacio uno de los caballeros me vio y se asustó.

- ¡Monstruo! -

- ¿Qué? - dije confusa

Todos se alejaron de mi, y gracias a eso pude ver que estaban rodeando a Lyonel, los caballeros se quedaron detrás de él.

- ¡Aléjate monstruo, no eres bienvenido! -

No sabía lo que estaba pasando pero me acercaba a ellos para que se alejaran más de Lyonel, me agaché para ver como estaba y vi mi reflejo en la armadura de él, parecía como un humo mitad blanco y mitad negro que formaba una silueta humana, también tenía alas, cuernos y un halo, mis ojos eran unas luces verdes. No me podía creer lo que estaba viendo pero me tenía que encargar de Lyonel, vi que se despertó y me miró.

- Lyonel - salió una voz muy suave de mi boca

Me miró extrañado - ¿Brujita? -

- Si - sonreí

 

Vi que los soldados se acercaban con rapidez, cogí a Lyonel y me lo llevé al bosque lo más rápido que pude, lo dejé en su cama. Al dejar a Lyonel me sentía cansada, y me volví ha desmayar, esta vez me desperté en mi cuarto, junto a mi tía, bueno, no tía.

Cuando me vio despertarme me acarició la cara - Lyonel está bien, llegó un poco herido, pero está bien -

Me levanté de golpe - Tengo que ir a verle - me fui antes de que Elisabeth me dijera nada

Cuando salí me lo encontré de cara, nos miramos y me abrazó - Gracias por la ayuda -

Me relajé, apoyé mi cabeza en su hombro y cerré los ojos.

 

Estábamos Lyonel y yo sentados al lado del lago.

- ¿Sabes cómo te reconocí? - me miró

- Sorpréndeme -

- Por los ojos verdes, bueno ojos, eran luces - se rio

Me reí también - Si, me vi reflejada en tu armadura y me pareció extraño, no solo mi apariencia, sino, el como llegué allí -

Me miró desconcertado - ¿Cómo que no sabías cómo has llegado? -

- No sé como, cuando te vi desaparecer en la niebla me fui lejos de mi tribu, empecé ha llorar y me desmayé de la falta de aire, y de repente me desperté cerca de donde estabas - le miré

Le salió una pequeña sonrisa - ¿Por qué empezaste a llorar? -

- Porque pensé que te perdía -

- A si que, soy más importante para ti de lo que yo pensaba - la sonrisa era más grande

- Si, hemos pasado poco tiempo juntos pero, me has demostrado cosas que nadie logró demostrarme - le sonreí - Y hacerme sentir cosas que nadie consiguió - susurré a la vez que apartaba la mirada

Vi de reojo que dejó de sonreír y noté que se empezó a poner nervioso - ¿Cómo que sentir? -

Le miré - ¿Sentir? ¿Quién ha dicho algo de sentir? -

- Has dicho algo de sentir - repitió más nervioso

Me reí - Si, lo he dicho -

- ¿Sentir el qué? -

Le miré a los labios, sentí que se puso más nervioso y se empezó a sonrojar - Bueno, lo que sienten muchas personas al conocer a alguien que les agrada mucho - me fui acercando a él, también se iba acercando mientras me miraba los labios, estábamos muy cerca pero justo el pájaro nos interrumpió:

- ¡Eira! -

Suspiré - Mierda - susurré

- El rey atacará el bosque, Beltrán ya dijo donde te escondías -

El lago temblaba a medida que mi enfado aumentaba - ¿Dónde se hospeda Beltrán? -

- En una habitación del castillo -

- Vigílale todo lo que puedas -

- Claro, pero mañana al amanecer tendrás que reclamar tu trono, atacarán después del amanecer - se fue volando

Lyonel y yo nos miramos - Será mejor que vayamos a descansar, mañana va ha ser un día duro - dijo Lyonel

Asentí con la cabeza.

 

Al día siguiente me levantó Lyonel, nos preparamos, me puse una vestimenta con capucha y unos pantalones.

Mi tribu se preparaba para la guerra, mientras Lyonel y yo fuimos a la parte trasera del castillo, nadie nos veía gracias al hechizo de invisibilidad, nos fuimos donde se encontraban los caballeros, invoqué unas raíces y los inmovilicé, Lyonel cog...

Mi tribu se preparaba para la guerra, mientras Lyonel y yo fuimos a la parte trasera del castillo, nadie nos veía gracias al hechizo de invisibilidad, nos fuimos donde se encontraban los caballeros, invoqué unas raíces y los inmovilicé, Lyonel cogió mejor armamento.
Salí fuera del castillo, a la puerta principal, vi que había mucha gente y aproveché el momento, deshice el hechizo y llamé la atención de la gente.

- ¡Sé que no me reconoceréis pero, soy como vosotros! -

La multitud se quedó desconcertada.

- ¡Fred y Ágata fueron vuestros reyes! - veía a la gente más atenta - ¡Eira, su hija desapareció, pero sigue viva! -

- ¿Y eso cómo lo sabes? - grito un hombre



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En el texto hay: amor, angel y demonio, magia brujas fantasia

Editado: 13.01.2023

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