Son las 18:55 de la tarde del 30 de diciembre del año 2763; quisiera empezar a contar algo lindo pero la verdad es que no puedo. El día de ayer lo que pensamos que no sucedería, ocurrió: Naves provenientes de Saturno entraron en la atmosfera de la tierra y desde el día de ayer todo ha estado en guerra; no solo consiguieron viajar entre los planetas sino que además resulto que tienen una tecnología capaz de limitar el uso de los chips en la cabeza… Por suerte solo inhiben la comunicación y el uso en sí, porque de haber logrado hackearlo e ingresar en ellos, absolutamente todos estaríamos perdidos, y no solo eso sino que además la guardia solar siempre nos mintió… Ya que no se puede llegar de un planeta a otro en cuestión de días, este conflicto lleva más, mucho más…
Quisiera que no se estuvieran preguntando eso, pero como sé que lo hacen, es probable que deba responderlo: Kolhun ha muerto, es gracias a él que pude escapar del departamento y de Ikoru no he tenido noticias en los últimos días, al igual que de Hernán, Fabiola y Genaro, solo espero que todos estén a salvo, no quisiera pensar que estoy solo. El día de ayer cuando todo comenzó, el departamento de nosotros es el más cercano a la zona de viajes interplanetarios por lo que era evidente que fuéramos de los primeros en sufrir el ataque, de alguna manera Kolhun se dio cuenta de ello y me dijo que saliera y huyera, evidentemente me negué, pero solo 4 golpes en mi rostro bastaron para obligarme a irme, probablemente pudimos haber escapado juntos, pero ahora eso no es posible, de momento lo primero que quiero hacer es intentar llegar al departamento de Ikoru, al ser ella de las más alejadas las probabilidades de que siga con vida son realmente altas... y algo me dice que por aquellos 3 panaderos no debo preocuparme.
Al menos estos días estoy procurando moverme únicamente de noche ya que me parece que es más seguro que hacerlo de día pues soy más visible, lo único que me queda es que la anti gravedad aun funciona y gracias a ello puedo moverme relativamente rápido por lo que sospecho que al ritmo al que voy, hoy mismo llegare a casa de Ikoru, solo espero, insisto, que siga con vida. Todo en la ciudad después de ser un silencio casi eterno se convirtió en un completo caos, la guerra se escucha como si estuviera ocurriendo justo al lado mío y aunque no quiera los gritos de las personas son mucho más frecuentes y fáciles de distinguir que cualquier otra cosa, las personas de Saturno pesar de ser pocos tienen un armamento exageradamente avanzado y la guardia solar aunque los superan quizás 10 a uno no les han podido hacer ni cosquillas, eso solo me hace pensar en todo el odio acumulado que tenían aquellas personas por ser “rechazados” de esa manera y mandados al olvido en un planeta donde eran ellos mismos quienes tenían que velar pos sus propias vidas, y pues que irónico es que ahora aquellos quienes pensamos no serían un problema al haberlos mandado a un sitio para ello, resulto a ser que encontraron la manera de convertirse en uno justamente en ese sitio… La vida humana está llena de errores y el hambre de venganza lo que causa todo este tipo de situaciones.
El cielo está cada vez más oscuro y la hora de empezar a moverme dará comienzo; llevo toda la mañana oculto en un contenedor de basura pues lo considere prudente a quedarme a plena vista y aunque no he podido dormir ni 5 minutos no me siento realmente cansado, solo pienso en encontrar a Ikoru y ya después de eso iremos a buscar a Hernán y los demás; abro el contenedor para saber si es seguro salir y por fortuna en la calle solo se ven los edificios y uno que otro gato que deambula o huye por su vida, no me detendré a pensar que hacer simplemente debo correr hasta donde pueda y después de ello volar un poco para descansar, si permanezco en el cielo por mucho tiempo no creo que la suerte me haga sobrevivir. Justo al salir hay un hombre que no vi mientras me asomaba, él se me queda viendo y con su mano temblorosa me señala el cielo, con destellos de armas que parecen estar relativamente cerca, intento ignorarlo para irme pero algo me lo impidió… un desgarrador grito lleno de impotencia y dolor que dijo únicamente:
- ¡Estoy solo, igual que tú!
Al voltear veo a aquel hombre apuntándome con su dedo para que después su cabeza sea traspasada por una bala que lo dejo inmóvil en cuestión de milésimas de segundo, por el shock mis piernas se bloquearon y mis ojos se enfocaron en otra cosa… Otra persona que camina lento hacia donde estaba aquel cadáver y sin siquiera mirarme decir:
- Pfff… esperaba que los terrícolas fueran un poco más resistentes. – Su voz aguda y horrible resonaba en mi cabeza y verlo patear el cuerpo mientras se reía a carcajadas hizo a mis piernas darse cuenta que debíamos irnos de ahí.
Avance lentamente hacia atrás, pues aquel sujeto aun no me había visto y cuando lo creí oportuno corrí, gire la esquina de un edificio para perderlo de vista pero un disparo impacto en la estructura haciendo volar rocas y pegándome en el cuerpo causándome gran dolor.
- ¡Espera! – Dijo aquel sujeto. – ¡No te hare daño!
Se reía a carcajadas y continuaba disparando a la estructura, yo no me detuve de correr pero volteaba ocasionalmente hacia atrás, viendo las balas de luz pasar e impactarse con varios lugares, posteriormente las balas se detuvo y ahora utilizando tecnología anti-gravitacional vi a aquel sujeto volando, girando rápidamente la esquina siguiéndome.
- ¡Te dije que no te hare daño! – Repetía el hombre, mientras que su risa no cesaba. - ¡Detente! - Dijo una vez más, soltando su arma al suelo y levantando ambos brazos dejándome ver que estaba desarmado.
Sería tonto si le creyera que era alguien bueno, no me detuve ni siquiera para saludarlo y en cambio active mi anti-gravedad y comencé a serpentear evadiendo edificios para intentar perderlo.
- ¡Buena elección! – Dijo aquel sujeto dejando ahora de reír. – Si planeo matarte, pero ahora será más divertido. – Riendo por última vez y gritando de emoción.
Estuve volando por tanto tiempo que perdí la cuenta de los minutos y aquel sujeto ya no se veía por algún lado, baje a la superficie y vi varias cajas acomodadas, me escabullí hacia allí y me metí en ellas para ocultarme, quizás por este día debería esperar un poco más antes de volver a avanzar, lo último que quiero es morir…