De mí enamórate [1]

Capítulo 39

La semana libre de mi novio oficialmente terminó, de hecho Noah y yo pasamos juntos el domingo para platicar de lo que fue su semana en Vancouver en un lindo bistró al que me llevó. Intenté no mencionar que Nick y Michael fueron con nosotras a la fiesta, me sentía tan avergonzada por lo que pasó con Nicholas que entre menos tocáramos el tema mejor para mí y mi culpa. Pero solo fue un beso, no hay nada más y lo que pasó es algo que nunca va a volver a pasar.

 

[…]

 

El martes fue el concurso al que Sophia y yo nos inscribimos y Noah fue parte del jurado de dicho concurso de talentos culinarios. Realmente no era tan importante ganar, lo hicimos en parte por obligación. La profesora Wallace, al ser asesora de titulación de Sophia, prácticamente la obligó a participar en ese concurso y ella me metió en esto; pero al final me divertí grabando con Sophia, me sentí por un momento como Pierre-Cortot cuando hacía sus vídeos para su blog personal.

Los vídeos se presentaron para un público considerable, entre ellos estaban mis amigos y Rosalie, también teníamos un panel de jurado, que se componía de algunos profesores de las asesorías y por supuesto que Noah jugó a nuestro favor, aunque quedamos en segundo lugar.

El concurso terminó y después de las felicitaciones por parte de los profesores y demás compañeros de carrera, llegaron mis amigos para felicitarme por mi trabajo dándole crédito también a Sophia, al final fue ella quien se encargó de la edición del vídeo. Sorprendentemente, Rosalie se acerca a mí alejando a los chicos, me abraza y me felicita en voz alta para que todos pudieran escucharla.

 

—Tenemos que hablar. —Susurra a mi oído antes de terminar con el abrazo.

 

Me vuelvo hacia los chicos y me excuso con ellos, llevándome a Rosalie lejos del grupo de para conversar en privado.

 

—Bien, ¿de qué quieres hablar conmigo?

—Nick ha estado muy extraño desde aquella fiesta a la que fue el viernes.

—¿Y qué tengo que ver yo con eso?

—Me dijo que tú lo acompañaste y, no pude evitar darme cuenta cómo te miraba hace un rato.

—Rosalie, es patético que te pongas celosa porque acompañé a tu novio a una fiesta, aún más sabiendo que tú eras su invitada original. Fuiste tú quien declinó la invitación.

 

Ella desvió la mirada, molesta por mi último comentario.

 

—No estoy celosa. ¿Cómo podría estar celosa de ti?

—Bien, entonces demuestra que no es así. No tienes por qué estarlo, yo estoy con Noah y no me interesa en lo absoluto qué tipo de relación crees que tengo con Nicholas porque yo sé que sólo somos amigos. Deberías dejar de ser tan insegura, finalmente, dices que su mundo gira alrededor de ti.

 

Su mirada se encendió, intentaba mantener la calma para no perder la cordura frente a tantas personas, a pesar de que por dentro luchaba consigo misma para quedarse quieta escuchando lo que definitivamente no quería oír.

 

—Tienes a Nick como tú quieres, lo convertiste en tu títere personal, ¿no?

—¡No es mi títere personal!

—Si tú lo dices. Solo te pido que no se te olvide quién te ayudó a tenerlo cerca. Y así como yo hice posible que él se acercara a ti, puedo hacer que tu relación termine, no lo olvides.

—No serías capaz, no eres capaz de herirlo de esa manera sabiendo que él me quiere.

—Tienes miedo, Rosalie. Por eso viniste a confrontarme sobre la fiesta. —Invertimos papeles, ahora yo tengo la palabra y lo hago sin titubear, viendo como poco a poco ella se convertía en un tierno gatito asustado—. Tienes miedo de que pueda quitártelo, ¿no? Honestamente, si yo quisiera hacerlo, ya lo hubiera hecho desde mucho tanto tiempo. Pero al contrario de ti, yo sí juego limpio.

 

Me despido de ella esbozando una sonrisa, tal vez llena de hipocresía como la felicitación que me dio hace un rato, la dejé ahí sin pronunciar una palabra más y fui a encontrarme con Noah.

 

—Su vídeo merecía el primer lugar.

—Vamos, un segundo lugar no es tan malo.

—Aun así, fue un trabajo muy bueno. —Noah me tomó de la mano—. Te tengo una noticia.

—¿Qué? —Pregunto curiosa, mirando fijamente sus ojos.

—Yo voy a estar presente en tu examen profesional, estaré en el cuerpo docente.

—¿En verdad?

—En verdad. Te prepararé para que ese día impresiones a todos. —Comenta, pinchando mi nariz con su dedo índice—. Además tengo una sorpresa para ti.

 

Él mete la mano al bolsillo de su saco, saca de ahí un sobre que posteriormente me entrega.

 

—¿Qué es esto?

 

Abrí el sobre y sostuve en mis manos un par de boletos, Michael Bublé se iba a presentar la próxima semana en Staples Center y Noah ya se había encargado de comprar dos lugares.




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