SU RECUERDO
─Ya casi no lo recuerdo ─creo que me dijo ─, y no me molesto en tratar de recordarlo, porque esto que ves soy y no hay nada más. Siempre fui un libro abierto y no me importaba que leyeran páginas horribles de mí, porque no hay más que esas horribles palabras y el vacío inaudible después de éstas ─terminó por decirme.
Y ahora solo puedo pensar en que siempre la vi tan ella, tan sumergida en su mundo, que intentabas sumergirte en él y te ahogabas.