3. La abuela

"Siempre tendré esos recuerdos donde tú eras la luz que guió mi vida fuera de la oscuridad."  ―Thalia

23/02/2002

― ¡Abuela! ―grito al verla y me tiro a sus brazos.

―Pero si es mi princesa ―dice la abuela abrazándome fuerte—. ¿Viniste a bailar conmigo? ―asiento con la cabeza. La abuela es la mejor bailarina del mundo.

Ella prende el equipo de sonido y bailamos por toda la casa, solo puedo reírme porque a veces la abuela se ve ridícula, pero ella es así. Después de un rato bailando, nos cansamos y vamos frente al lago, me abraza y cuando lo hace me siento segura.

―Tu abuelo y yo solíamos sentarnos aquí a platicar de nuestros días.

―¿El abuelo era tan especial como tú? ―le pregunto inocentemente. ―Él era aún más especial, te adoraba, eras su hermosa bebé.

―No lo recuerdo.

― ¡Eras muy pequeñita! Pero, si te consuela saberlo, tú también lo querías mucho.

―Yo también lo quiero mucho. Cuando lo vi en mi sueño, me sorprendió mucho. ―le cuento y me mira curiosa pero sé que me cree.

―¿Qué te dijo? ―pregunta y creo que llorará.

―Me dijo que tenía que ser fuerte. Que hay batallas que por más que se quiera, no se pueden ganar, pero no por eso hay que dejar de luchar.

―Tu abuelo, tan sabio como siempre ―una lágrima resbala por su mejilla y la limpia, es la primera vez que la veo llorar así que me levanto para darle un fuerte abrazo y un tremendo beso en la cara―. ¿Y eso por qué? ―sabe lo poco expresiva que soy.

―El abuelo lo mandó para ti ―sonrío para ella como sé que le gusta.

08/03/2016

―¡Vamos Thalia, baila conmigo! ―Analia trata de que baile con esa tonta canción que sabe que odio―. ¡Vamos niña! No seas odiosa con tu abuela.

La miro mal y salgo de la habitación, no estoy de humor para bailar. Me siento frente al pequeño lago, mirándolo.

―Lo siento. ―digo al verla sentarse a mi lado, ella me toma de la mano.

―Nunca he entendido tu odio hacia esa canción Tali, deberías superarlo.

―Lo sé, pero no puedo evitarlo. Esa canción representa toda la vida que se me está escapando de las manos ―sollozo―. ¿Acaso no puedes entenderlo?

―¿Por qué crees que vas a morir, Tali? ¿Acaso no quieres vivir? ―me mira censurándome.

―Analia, ¿no ves cómo estoy? ¡Estoy muriendo! ―le grito y sé que ya ha caído en cuenta, su mirada se vuelve triste.

―No dejes de luchar aún Tali, puedes vivir más de lo que crees.

―No es que deje de luchar, es que ya estoy muy cansada.

 

25/08/2016

Analia Smith:

Siempre admiré a la abuela más divertida de todas, fui bendecida al tenerte en mi vida; creo que siempre he sido callada, pero tú siempre sacabas lo mejor y peor de mí.

Nunca dejaste que la imagen de mi abuelo desapareciera para nosotros y me gustaría que cuando me vaya hicieras lo mismo por mí también, mis padres no van a olvidarme pero quiero que Toby tampoco lo haga.

Recuerdo cómo me consentías cuando estaba enferma, nunca te lo dije pero la mejor sopa la hacías tú.

Disfruté cada uno de tus bailes, por más ridículos que fueran. Recuerdo todas las cosas que te conté y los increíbles consejos que tuviste para mí junto con esos dulces y bizcochos que sabías me volvían loca.

Sabes que siempre amé los abrazos, y tú me los dabas de lo más reconfortantes.

El lago fue una parte de mi vida, me gustaba volver a él.

La primera y única vez que me enamoré, fuiste la primera en notarlo y aconsejarme.

Lo siento si fui berrinchuda, si no te hice caso en muchas cosas.

Me divertí contigo hasta que mi sonrisa se apagó y mi alma fue llevada lejos.

Sabes que te amo y te pido por favor que cuides a Toby por mí y que seas la luz de mis padres.

Te quiero más de lo que te imaginas abuela.

Con todo mi amor y cariño:

Thalia

Dejo la carta a un lado, estoy cansada, he vomitado dos veces y estoy muy débil. Guardo la carta en el cofre.

―¿Estás despierta? ―pregunta la abuela desde la puerta, entra cuando me ve y se sienta a mi lado.

―Estoy muy cansada abuela ―me acuesto en su regazo.

―Va a dejar de doler Tali ―ella acaricia mi cabello.

Sé que dejará de dolerme pero eso no significa que el dolor se irá después de que me vaya.

Me quedo dormida con la abuela cantándome una nana... Sin dudas, será siempre uno de mis mejores recuerdos.