4. Mi nana

"Siempre estuviste ahí para mí, incluso cuando odiaba el mundo y no quería vivir." ―Thalia

09/09/2003

―Levántate ahora mismo, Smith ―dice Rose mientras desde arriba, me mira con mala cara.

―¡Sólo te pedí un algodón!

―¡No puedo contigo! Deja de hacer berrinches que no soy Analia ―me levanto de mala gana, estoy de mal humor―. Tienes 5 años Tali, debes saber que cuando un adulto te habla debes obedecer y no responder ni hacer berrinches.

Me toma de la mano para llevarme por todo el camino del parque hacia la casa. Yo lloro pero sé que tiene razón y estoy avergonzada.

―Lo siento nana, no volverá a pasar ―sollozo, ella saca algo de su bolsa y me lo da.

―No es una recompensa, pero si vuelves a hacerlo, tendrás un buen castigo.

Es mi algodón de azúcar. No me castigó y lo consiguió para mí. Le sonrío.
 

13/07/2014

―¿Qué te dijeron? ―pregunta Rose una vez que entro a la habitación.

―No me dejaron ir. Dicen que aún no confían en que salga de fiesta ―me lamento.

―Tali, estás sana por ahora. Ya dejarán la paranoia.

―¡Quería ir, Rose! Jake estará ahí... Sería mi oportunidad ―me mira detenidamente porque sabe lo que siento, después de todo ha estado conmigo toda la vida.

―Si te ayudo a escapar, no me echarás de cabeza, ¿verdad? ―grito y la abrazo.

―Hago lo que quieras nanita, si me cubres hasta la 1:00 PM ―se ve indecisa pero sé que aceptará.

―Está bien niña, ve a disfrutar tu noche.

La beso y juntas trazamos el plan ya que es la primera y última fiesta a la que iré.
 

30/08/2016

Rose Ríos:

¡Nanita mía! Lo mucho que te amo no se puede decir con palabras.

Quizá no era muy expresiva pero contigo siempre fue diferente. Me apoyabas y siempre decías que podía lograrlo si me lo proponía, estuviste en cada momento importante, como una madre.

No tengo palabras para agradecértelo. Ahora tendrás a Toby, de ti dependerá que sea un niño feliz, por favor haz tu mejor trabajo para que no guarde cosas.

Reconcíliate con Ben, dile que quieres intentarlo. Nunca es tarde para amar, te lo digo yo, que amo hasta en mi lecho de muerte.

Aquel día en el parque me enseñaste a no ser caprichosa, gracias porque me compraste lo que quería pero no cuando lo quería.

En algunas ocasiones no te entendía y te ignoraba, pero no lo hacía a propósito.

Siempre fuiste un ángel conmigo, ahora Toby es el afortunado de tenerte en su vida, sé que a mi edad entenderá el por qué.

Nunca lo dije pero ese día que me desperté llorando... Era por ti por quien lloraba, pensé que iba a perderte y eso casi me mata.

Quiero que cuando me vaya te quedes con el álbum que preparé para ti cuando estaba pequeña. Está en la tercera puerta del armario.

Te agradezco infinitamente todo tu amor y dedicación hacia mí, agradezco que me hayas aconsejado como a la hija que la vida no te dio.

Por favor nunca me olvides, nana.

Con todo mi amor, para mí querida nana:

Thalia.
 

Dejo la carta en el cofre con llave y cuando Rose entra, le entrego las llaves para que las guarde pues no puedo moverme.

―¿Estás adolorida? ―asiento ligeramente―. Jake ha estado por aquí desde temprano ―dice sobando mi espalda y algunas de mis extremidades.

―Se siente culpable por no pasar más tiempo conmigo pero le dije que se fuera. Deben continuar sin mí.

―Está destrozado, Tali.

―He vivido destrozada tres años de mi vida y aún no he muerto. Descuida, estará bien.

―Estás siendo dura con él y ni siquiera le has hablado de tus sentimientos.

―¡Lo último que necesito es algo a lo que aferrarme en esta tierra, nana! Quiero morir en paz... ―me mira con tristeza pero es la verdad―. Entrega esas cartas por mí, es lo último que dejaré, así me iré tranquila.

―¿Para quién escribiste hoy? ―pregunta curiosa como cada día que escribo.

―Para alguien a quien quiero mucho ―le respondo con lo habitual. Ella me acaricia en silencio, pues sabe que es lo único que diré.