"La vida es más corta de lo que imaginamos, por eso hay que aprovecharla." ―Thalia
30/08/2008
Salgo fastidiada de la clase de biología. Sólo quería salir para ver a mis amigos, este año apesta por el simple hecho de no estar con ninguno de ellos en esa clase.
Ensimismada en mis pensamientos de odio, no me doy cuenta de nada, pero el sonido de libros al caer, llama mi atención. Al levantar la mirada, me doy cuenta de que es una chica con un montón de libros a su alrededor. Los demás la miran, pero nadie se detiene a ayudarla así que apuro el paso y me agacho a su lado.
―¿Estás bien? ―la ayudo a recoger los libros, son muchos y me pregunto si se los come en vez de leerlos.
―Gracias. ―dice con algo de incomodidad.
―¿Cómo te llamas?
―Margaret, pero me dicen Maggie.
―Un gusto Maggie, soy Thalia pero me dicen Tali ―le dedico una sonrisa y una vez levantadas con los libros, le pregunto―. ¿Eres nueva?
―Sí, pero al parecer ya tengo personas que me odian. ―me sorprende que lo diga sin enfado. ―Descuida ―dije caminando con ella ―, si quieres podemos ser amigas.
Sus ojos se iluminan mientras me mira.
―¿Estás segura? Mira que soy como una biblioteca andante y eso a muchos no les gusta...
―No es como si me importara mucho, ya que para ser mi amiga no son necesarios muchos requisitos, además, me gusta leer.
Ella me sonríe, comienza a hablarme de un montón de cosas, entre ellas, sus novios literarios. Entonces pienso lo mismo que ella: es una biblioteca andante, pero sé que seremos buenas amigas.
14/01/2014
―Te juro que no podía creerlo, me quedé mirándolo como idiota, pero cuando dijo eso de mis libros, mató todo su encanto.
―Deberías perdonarlo si no es fanático de tus preciadas novelas ―ruedo mis ojos―. No podemos obligar a las personas a leer, Maggie. Eso sería como decirle a Charlotte que deje de usar esmalte de uñas.
―Nunca lo hará ―sonríe y me mira con un brillo en los ojos―. Por eso te adoro, no tengo que persuadirte de leer mi libros.
―Son bastante buenos ―suspiré―. Ojalá todo fuera como en los libros, Maggie.
―Soñar no cuesta nada, Tali.
Sonrió, Maggie nunca dejaría de ser como es. Es soñadora, diferente pero muy especial.
10/09/2016
Margaret Porter:
Si estás leyendo esto es porque ya no estoy. Sé que debes pensar que todo esto es un cliché de alguna novela de época o algo romántico pero esto se me ocurrió después de que me hiciste leer "Posdata: Te amo".
Antes de conocerte pensaba que leía, luego me diste una larga lista de libros y aprendí más que nunca. Leímos romance, comedia, erótico, drama, suspenso, en fin, casi todos los géneros.
Me gustaría que hagas leer a Charlotte, al menos dos libros al año, será una tortura para ella pero sobrevivirá, por favor también cuida de Toby; vives más cerca, enséñale a tratar a las chicas con amor.
Maggie, nunca te rindas, el amor puede estar en tu puerta y por estar de necia lo estás dejando ir. Eres una chica increíblemente maravillosa, Max está enamorado de ti pero se cansará si sigues este juego.
Leí esa novela que tienes guardada en el fondo de tu cajón y déjame decirte que es muy buena. Aunque no tendré tu primer ejemplar, llevaré el borrador en mi corazón.
Veo tu futuro como una gran escritora, solo tus reseñas ya son el cielo. A veces me pregunto: ¿Por qué no lo dije antes? Soy cobarde y no quiero pasar mis últimos momentos llorando y viéndolos llorar.
Te quiero Maggie, te valoro muchísimo. Quiero que tengas mi colección de libros, los repetidos, dónalos a esa pequeña librería donde amábamos ir.
Sigue soñando Margaret, no eres boba, lo sabes. Llegarás tan lejos como tu fuerza y perseverancia te dejen ir, lo lograrás.
Gracias Maggie, por enseñarme, por tu amistad, por los momentos juntas, por esas horas en las que leíamos mientras comíamos chocolate, gracias por todo.
Para la niña que me enseñó a soñar, a pensar diferente, de su mejor amiga:
Thalia.
Guardo la carta en su lugar y miro a la nada.
―Te traje un nuevo libro ―oigo a Maggie a mis espaldas.
―No terminaré de leerlo y lo sabes, eso rompería nuestros corazones.
Ambas reímos por nuestra broma sobre libros.
―Te merecías un amor épico, Thalia.
―Y por eso ahora quiero que tu vivas ese amor por mí.
―No es tan fácil, Tali.
―¡Está perdidamente enamorado de ti, Porter! ―le grito para que me escuche―. Estás buscando amor pero ya tienes uno ―me mira con su usual calma.
―¿Qué hay de ti? Hablas de luchar y te estás rindiendo.
―Luché con toda mi vida, ya me queda poca.
―Dale una oportunidad tú también al amor, Tali.
―No quiero que nada me ate a este mundo. Siento mucho dolor Maggie, necesito irme.
Me mira comprensiva, toma mi mano, leemos juntas el último libro de los hermanos Reed y es justo como antes.
Qué lástima, es quizás el último libro que leeré antes de dejar este mundo...