Capítulo 26

Moviéndose de lado a lado Derek estaba nervioso, a pesar de la borrachera de ayer despertó bien, dándose un baño de agua fría y una taza de café bien cargada lo hizo despertar. No obstante, a pesar de encontrarse bien estaba muy preocupado, además debía someter a sus hijas a esto. No les había comentado nada. Dejando todo para el último momento.

–Tu mala vibra se siente en toda la casa –José Miguel llego junto a Derek.

–No es eso. Tú mismo me dijiste que, a pesar de todo lo que hagamos el resultado siempre es impredecible –contesto Derek.

–Sí, pero ganaremos Derek. No tienen nada que demuestren que eres un mal padre o que no eres acto para hacerte responsable y es por donde ellos atacaran –comento José Miguel. –todo saldrá bien.

–Papi. Estamos listas –dijo Eva ingresando junto a Sofía y la señora Gaby.

–¿Por qué tenemos que ir a ese lugar papi? –pregunto Sofía.

Sabía que debía decirles la verdad, pero no sabía cómo iba a reaccionar para ellas sus únicos abuelos eran Gaby y José Miguel. No conocía a nadie más, pues ellos estuvieron desde que ellas eran bebes, cuidándolas y protegiéndolas dándoles todo el amor de abuelos que ellas necesitaban.

–Tomen asiento niñas. Hay algo que debo decirles –lo hicieron, pero no supo cómo empezar hablar.

–Dinos papi. ¿Qué pasa? –dijo Eva.

Los ojos de su padre, José Miguel y sobre todo los de Gaby empezaron a mostrar culpa, pero los de Gaby eran de miedo a que sus niñas la odien por ocultar algo como esto y una lagrima escapo de sus ojos.

–Abuelita, estas llorando –dio Sofía.

–Niñas. Lo que voy a decirles, no quiero que se lo tomen con José Miguel o Gaby. Yo soy el responsable de esto ellos no tienen nada que ver. La señora que conocieron hace poco…

–Esa señora elegante y gruñona –dijo Sofía lo cual provoco una risa en los tres adultos.

–Ella… ella es la madre de su mamá. Ella es su abuela –dijo Derek. –y la razón por la que nunca supieron de ella es porque yo… –Las niñas corrieron y abrazaron a José Miguel y Gaby y estos se inclinaron abrazándolas. Gaby rompió en llanto –lo siento niñas…

–Ellos son nuestros únicos abuelos –dijo Sofía

–Y ustedes son nuestras nietas –hablo la señora Gaby.

–Sabemos lo que hiciste papi –hablo Eva. Derek no entendió –una noche te escuchamos hablar con mamá sobre ella. Escuchamos todo lo que hablaron.

–También escuchamos cuando esa señora vino a la casa –intervino Sofía –ella lastimo a mamá. Nuestros únicos abuelos son ustedes. –ambas niñas miraron a José Miguel y Gaby.

–Todo va a salir bien niñas. Lo prometo –dijo José Miguel.

–Confiamos en ti abuelito –dijo Eva –y después nos ayudan a castigar a papá.

–Sera todo un honor –contesto.

–¡Hey! Sigo aquí. Saben. –dijo Derek.

–Precisamente –dijo José Miguel.

Rieron y salieron rumbo a la corte.

…

–Deben acompañarnos a la corte –dijo Lucio a sus hijas.

–Lo siento papá, pero no vamos a participar de esto. Solo para que puedas vengarte de Derek –dijo Ana.

–Están usando a esas niñas papá. Eso es denigrante –intervino Jenny.

Lucio miro a su hija mayor –acoso no sientes rencor por lo que te hizo Ana.

–Quiero que pague por lo de Luis, pero no de esta forma –contesto y en eso recordó lo de anoche donde Derek le dijo que no tiene nada que ver con Luis. Y de ese momento cercano entre ellos.

–Señor ya va siendo hora –llego Alberto. Y Lucio salió de la casa.

–Talvez debemos ir Ana –dijo Jenny. Su hermana la miro –las niñas estarán ahí y seguramente Derek pedirá que no las exponga de esa forma.

Ana pensó –tienes razón, podremos acompañarlas mientras se decide el juicio.

Ambas lo acordaron saliendo de la casa subiéndose en el auto llegando hasta la corte donde, ya se encontraban Derek, las niñas, José Miguel y Gaby, pero no vieron algún abogado, por lo que uno de ellos iba representar el caso. Su padre y la señora Carlota se acercaron a Derek y trataron de acercarse a las niñas, ellas se ocultaron detrás de Gaby y José Miguel.

La señora Carlota sonrió –hola niñas. Permítanme decirles que son iguales a su mamá cuando era niña. Talvez no lo sepan, pero…

–Sabemos quién es –dijo Eva.

–Sí, lo sabemos –dijo Sofía compartiendo una mirada con su hermana y chocaron sus manos un gesto divertido que hizo reír a todos.

–¡Por favor aléjense! El juicio no se ha decidido. Mantenga la distancia –dijo José Miguel yéndose con su familia a otra parte.

El oficial de corte llego dando apertura para el juicio por la custodia de las niñas, ambos lados tomaron sus respectivos lugares el juez dio inicio.

–El juicio por la custodia de las niñas Eva del Hierro y Sofía del Hierro dará inicio. Tiene la palabra el abogado defensor.