Calvin Williams

Me había despedido de Trevor al terminar la cena. La vergüenza me mataba y verlo allí se me hacía imposible no sonrojarme. Mi padre puede ser el hombre más tonto del mundo y la manera en que le habló a Trevor no me gustó para nada. Pero había tenido un día bastante ajetreado como para tener una discusión con mi padre.

Organizar una maleta consistía en dos cosas, paciencia y hacer magia para que todo lo que quiera entre sin ningún problema. Mi único problema era no saber que llevarme en todo lo que quedaba del mes. De pronto escucho la voz de Ashley desde la sala de estar llamándome emocionada. Salgo de mi habitación y veo que Ashley me miraba con una sonrisa emocionada.

Era de esas sonrisas contagiosas y pura de felicidad.

—Me invitó al baile. Drake Baker, el mariscal de campo, el chico más popular de la escuela me invitó al baile—dice emocionada y con un gran sonrojo en su rostro. Salté de felicidad y me acerqué a ella.

—Cuéntamelo todo.

—Bueno, fuimos a cenar en el restaurante de su hermano, que por cierto era espectacular y parecía como si fuera de película al estilo clásico-moderno. Luego fuimos al cine, donde vimos una película de terror y después de la película, él me preguntó si quería ir al baile. Fue emocionante porque estaba nervioso. Ningún chico se había puesto nervioso al hablar conmigo, no desde que no he tenido amigos. No me quiero emocionar porque estoy segura de que es su último año, pero la manera en que él me habló fue única y emocionante.

—Le gustas, oh hermanita—le doy un fuerte abrazo—Mira, ya que vas a salir con el chico más popular, debes de prepararte. Serás el centro de atención para muchos y tienes que mantenerte segura de ti misma y no dejar que nadie te haga daño. Otra cosa, si alguien te llega a molestar no dudes en llamar a Trevor. Voy a estar fuera por un largo tiempo y no podré verte, me tranquilizaría contar con Trevor sobre tu protección.

—No te preocupes, Hayley. Yo estaré bien. En cambio, a ti no te ves muy emocionada por el viaje. —dice sentándose en el sofá quitándose las zapatillas.

—Bueno, estoy iniciando a tener una relación por decirlo así con Trevor y no quiero dejarlo, pero ya sabes cómo es esto de la agencia.

—Tranquila, supongo que él lo entiende. Tú enfócate en hacer un buen trabajo—dice sonriéndome y dándome seguridad.

Me había despedido de mis padres y de Ashley después de que me llevaron al aeropuerto, todo el equipo estaba a bordo del avión, me sentía un poco incomoda puesto a que nunca he trabajado con este grupo, supongamos que eran de nuevo ingreso y se hablaban más entre ellos.

Me senté al lado de la ventana y me acomodé mientras saco un libro de mi bolso para leerlo en el camino. El vuelo no tomaba mucho tiempo, pero me mantendría un poco ocupada. Sentí a alguien sentarse a mi lado, voltee para ver de quien se trataba y de pronto veo a un hombre pelirrojo quien tenía el mismo libro que yo.

—Hola, veo que estás leyendo el mismo libro que yo. ¿Por cuál página vas? —pregunta él antes de que yo le preguntara.

—56—digo sonriéndole—¿Y tú?

—160—responde devolviéndome la sonrisa—Debes de ser Hayley Stone. Soy Calvin Williams.

—Oh, eres el nieto de los fundadores de la agencia. Un gusto.

—El gusto es mío en conocerte—lo miré por un instante, pero luego volví con mi mirada hacia el libro.

El vuelo transcurrió calmado, sin ningún inconveniente. Después de haber pensado que sería incomodo estar con este grupo, me he dado cuenta de que era agradable, podía ver que se divertían mucho y desde hace mucho tiempo no había un grupo disfrutando su trabajo o es porque son nuevos y no tienen la misma presión que los veteranos.

Calvin era agradable, una excelente persona por lo visto. A lo largo del viaje siempre se mantuvo atento y cuidadoso para que yo recibiera la atención deseada. Entonces Trevor llegó a mi mente... ¿Qué estaría haciendo? ¿Era posible que solo pensara en él?

Al aterrizar, tomamos un taxi hasta llegar al hotel donde nos íbamos a hospedar. Entré con mi maleta a la habitación y miré la hora del reloj que estaba colgado en la pared. 12:30 pm, siento que había pasado mucho el tiempo. Me acomodo quitándome los tenis y acostándome en la cama. Tomo mi celular y le envió un mensaje a Trevor diciéndole que llegué. Luego llamé a mamá para decirle como me fue en el vuelo, mamá me había contado que todo andaba con normalidad en la casa, por lo que sonreí al escuchar eso.