De repente llegaste a mí

Te quiero

Escuchaba el sonido de los autos, el espantoso sonido de una mañana cargada. Abro lentamente los ojos y me encuentro con algo verdaderamente molesto, ya había amanecido por completo dejando escapar rayos de sol por la habitación. Me encontraba cubierta con mi sabana, por lo que hacía que todo se sintiera mejor y entonces recuerdo y siento que no estoy sola en la cama. Me giro rápidamente y me encuentro con un Trevor profundamente dormido con la sabana cubriéndolo su cintura dejando su torso completamente desnudo.

Estaba muy despeinado, pero también relajado. Se veía verdaderamente atractivo, es un hombre hermoso y con un magnifico cuerpo. Llevé lentamente mi mano a su mejilla acariciándolo un poco, entonces él se mueve girando su cuerpo para darme la espalda y dejando al descubierto su trasero, por lo que muerdo mis labios superiores para no explotarme de risa. Su trasero es muy hermoso y estaba tentada a tocarlo, pero luego obvié aquella opción y suspiré con una sonrisa.

Me levanté lentamente de la cama y camino con cautela hacia el cuarto de baños. Me cepillo los dientes mirando hacia mi habitación y cerciorándome de que Trevor se encontrara dormido. Luego de lavarme los dientes, salgo del cuarto de baños y abro un poco mi almario para buscar alguna camiseta grande para ponérmela.

Entonces al encontrar una me la pongo y salgo de la habitación para preparar el desayuno. Me dirijo al comedor para tomar el pantalón, el chaleco, zapatos y el bóxer de Trevor sacándome una sonrisa y recordando lo maravillo que había sido el inicio de nuestra noche. Coloco su ropa en la habitación por si se levanta y quiere vestirse.

Entonces me dirigí a la cocina, abrí mi refrigerador y entonces veo frutas como piña, fresa y manzana. Tomo todas debido a que no era mucha la cantidad y las pongo en el encimero de la cocina.

Inicio con cortar la piña, escucho como la puerta de mi habitación abrirse y veo como Trevor sale con su pantalón y camisa puesta, estaba descalzo lo que me había aliviado porque no quería que se fuera.

—Buenos días—dice tímidamente mientras se acerca a mí.

—Buenos días, señor—digo dejando a un lado la piña, me giro un poco para quedar frente a él y me pongo de puntitas para darle un tierno beso en sus labios—Preparo el desayuno. Es piña, fresa y manzana. ¿Crees que deba de hacer un batido o dártelo así? Supongo que solo comer frutas por las mañanas.

—Y un pan integral para la fibra y un vaso de proteína de sabor a chocolate—termina dejándome pensando...

—No tengo proteína de esa manera en casa.

—Lo sé. Pero quise decir que, para un buen desayuno, no solo se come fruta, a menos no en mi dieta. —dice mirándome con una sonrisa.

—Lo tomaré en cuenta. Y... ¿dormiste bien? —pregunto mientras seguía cortando la piña.

—Si, tu cama es muy cómoda—ambos nos quedamos callados un instante—¿Te agradó la noche de ayer?

—Por supuesto... me fascinó. Fue genial—respondo rápidamente.

—Yo... yo no soy tan bueno en.… ya sabes... no sé si te gustó... puedo mejorar—dejé un lado la piña y miré fijamente a Trevor.

—A mí me encantó como estuviste... me gustó mucho. Trevor, eres un hombre sexy, con un cuerpo espectacular, un tamaño impresionante y no creo que deberías de sentirte inseguro por aquello. Realmente me gustó—digo acercándome a él—Mejor ven a ayudarme a preparar el desayuno y quítate de tu cabeza que puedes mejorar. Me gustas tal como eres y como lo haces.

Volví a concentrarme en mirar la piña y cortarla mientras Trevor tímidamente buscaba el pan integral. Miré de reojo a Trevor, quien estaba mirándome fijamente, lo que había provocado un ligero rubor en mi rostro. Cada vez me gustaba más... cada mirada que me dedicaba llenaba un pedazo vacío de mi corazón... Trevor es un hombre que me deja sin aliento.

Ambos desayunamos con una conversación agradable de lo que había pasado en el baile. Él me había contado que necesitaba programándose para el año estudiantil que iba a iniciar en septiembre y me había expresado sus dudas sobre quien suplantará al mariscal de campo debido a que Drake se iba a la universidad.

—¿Y qué pasará con Matt? ¿no volverá al equipo?

—No...

—Bien... espero que el año próximo sea el de Ashley, aunque papá estaba pensando en cambiarla de escuela por su seguridad, aunque no sé muy bien en que estará pensando—digo mirándolo con una sonrisa.

—No creo que eso sería bueno, Ashley lleva un récord en la escuela y eso puede afectar en algunas solicitudes de universidades. Hay algunas universidades que no les importan, pero hay otras que sí y como será su último año es donde lloverán solicitudes de universidades a estudiantes estrellas como ella, te lo aseguro. Además, no es buena idea, a veces es difícil adaptarse al sistema estudiantil de otra escuela y más cuando se trata de tu último año.



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En el texto hay: romance, amor, futbolamericano

Editado: 28.06.2019

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