5.

Boston, Charlestown. 

25 de mayo, 1978.

… 

Las dos nuevas amigas se encontraban en la escuela, habían encontrado un lugar seguro en donde nadie más estaría. Su laboratorio. Habían pasado algunas semanas desde que se conocieron, pero ambas sentían que se conocían de toda la vida. 

—Supongamos que tienes amnesia.—dijo Samantha señalando la pizarra en donde tenía anotada muchas teorías—Ya que no recuerdas tus últimos eventos. 

—Puede ser… esa vez la lluvia era inmensa, a lo mejor me golpee la cabeza con una piedra—A t/n no le gustaba mentir, pero tampoco sería capaz de decirle a Sam "Hey, viaje en el tiempo por un experimento raro de mi papá, que por cierto, es científico". 

—Es muy probable. Aún así, no es que no recuerdes nada—sonrió —Eso sí sería un gran problema, el tiempo es muy relativo. Tampoco es que hayas viajado en el tiempo ¿no?—rió

T/n se quedó con el ceño fruncido, luego de pensar un poco se animó a preguntar:

—Y… ¿Qué significa eso?—sus palabras salieron como un susurro, ella tenía miedo de que Sam se diera cuenta. 

—Oye, tú debes saberlo perfectamente. Haz trabajado por años en esto—dijo con sarcasmo 

—Si, si, claro que lo sé… pero… ahora me duele la cabeza, no quiero pensar en ciencia—excusó su escasa sabiduría sobre el tema. 

Sam la miró cómplice y luego continuó—El tiempo no es una línea, sino una cota, como las dimensiones del espacio. Si puedes doblar el espacio también puedes doblar el tiempo, y si supieras lo suficiente y pudieras moverte más rápido que la luz, podrías viajar hacia atrás en el tiempo y existir en dos lugares a la vez—la pelicastaña se puso nerviosa cuando T/n no dejaba de analizarla—¿Absurdo, verdad? ¿Quién podría estar en dos lugares al mismo tiempo? No existe… 

—Ja ja… si, que loco, es imposible—se frotó la sien—A todo esto, ¿Cómo sabes tanto? 

—Ehhhh… me gusta la ciencia, pero no soy tan aficionada como tú. 

La pelinegra asintió. 

—Entonces, digamos que un HIPOTÉTICO caso, porque claramente es imposible. Si lo que dijiste fuera cierto, ¿cómo sería posible? 

—Como sabes, el tipo de multiverso surge de lo que se llama la interpretación de la física cuántica de los universos paralelos. Entonces, como dijiste en la exposición del año pasado, según esta teoría, cada posible resultado del universo existe simultáneamente en otros universos.—T/n fingía entender lo que decía Sam—Por ejemplo, ¿ves esta lámpara? Está encendida. Pero al mismo tiempo, hay una realidad separada y paralela donde la lámpara está apagada.

—Eso significa que hay otra versión mía… ¿desapareció cuando llegué?—preguntó para sí misma. 

—¿Dijiste algo? 

—Qué ya es la hora de salida, tengo que regresar a casa. 

T/n cerró sus libros y los guardó en su mochila. Se despidió de Sam y salió corriendo para encontrarse con su hermano menor. 

"Operación: "Encuentra a Taehyung" en marcha"

***

En las afueras había muchos estudiantes camino a sus casas. T/n buscada entre la multitud a su hermano pero no lo encontraba. 

—Chico castaño… —balbuceaba mientras avanzaba entre la gente—chico castaño… chico castaño… —su vista permanecía hacia arriba, por eso no se dió cuenta cuando chocó con alguien de casualidad—Lo siento, lo siento, yo—Espera, ¿Tú? 

—Yo también me alegro de verte—Jungkook rodó los ojos

—Tan lindo—suspiró burlándose—Ahora dime, ¿has visto a Taehyung de casualidad? 

—¿Chico delgado, cabello castaño, lentes y ropa holgada? 

—¡Sí! ¡Ese mismo!

—No, no lo he visto. 

T/n refunfuño y Jungkook solo se reía. Mientras por su lado pasaban un grupo de chicas que no dejaban de ver al chico. 

—¿Soy yo o esas chicas murmuraban sobre tí?—preguntó la pelinegra sin apartar la vista de ellas.

Jungkook sonrió con superioridad.

—Lo raro sería que no lo hicieron, al parecer eres la única que no sabes quién soy—cruzó los brazos

—¿Y quién eres? ¿El hijo del presidente?—murmuró T/n con gracia

—No quieres saberlo—respondió un chico igual de joven y rubio. 

—Hey, Jimin—sonrió Jungkook al ver al chico

T/n se quedó al medio de los dos y le generó incomodidad.

—Bueno… los dejo solos, yo tengo algo pendiente

—Te acompañamos, también vamos para esa dirección—dijo el pelinegro, mientras que Jimin quedaba confundido.

—No, será mejor que vayamos por separado. No quiero que tu madre nos vea—respondió ella agarrando su cabello.

—¿Tú… madre?—repitió Jimin lentamente

Jeon le dió una mirada cómplice y el rubio solo asintió.

 —Tienes razón.

Los dos chicos vieron como la pelinegra se iba a toda prisa por aquel camino solitario hasta desaparecer. 

Jimin caminó hasta quedar delante de su amigo y preguntó con curiosidad—¿Tu mamá? ¿Enserio? 

—Las cosas salieron de esa manera, además, tú eres el único que lo sabe, no planeo decirlo abiertamente a otras personas.

—¿Y quién es ella?

—No lo sé, supongo que alguien que le gusta la lluvia. 

El rubio no supo cómo interpretar la última frase, pero tampoco quiso preguntar. 

Más tarde, tan pronto como T/n entró a su casa buscó a Taehyung. Dió algunas vueltas en la sala y luego lo buscó en su habitación. 

—¡Taehyung!—gritó cuando lo vió sentado en su escritorio con un libro en mano—¿Por qué es tan difícil de localizar?