Death's Diary

Capítulo 2

  Son las 10:45pm, el turno es para El Hospital Central, hay una joven que recibió varios disparos y que está siendo intervenida quirúrgicamente, tal parece que no sobrevivirá, es una lástima.
 

Llego a la habitación en donde observo a dos doctores y algunas enfermeras, sus rostros están tensos, pero supongo que es por la operación, me quedo en el umbral de la puerta a esperar el momento oportuno. Pasan unos minutos cuando los corazones de los presentes se aceleran en un intento de no dejarla ir,

-necesita más sangre- dice un médico, al instante una de las enfermeras le conecta una bolsa con la requerida

-no la está asimilando, tendrá un paro cardiaco en segundos- comenta el otro médico, se nota que están esforzándose

-Doctor, su pulso está disminuyendo. Qué hacemos?- exclama la enfermera más adulta

-No te des por vencida, lucha por tu vida, por favor- oigo otra voz femenina

Me acerco a la camilla con mí andar despreocupado, su diminuto cuerpo está cubierto por una bata de color azul, no pierdo de vista su rostro y me atrevo a decir que es una de las humanas más hermosas que he podido apreciar, me quedo unos segundos observándola detenidamente ésta chica posee rasgos muy finos, sus labios están teñidos de un color rosa pálido, no cabe duda que ha perdido mucha sangre, su nariz es fileña y le da a su rostro un toque inocente, su cabello es castaño oscuro y a pesar de su piel carente de melanina, logra encajar perfectamente en ella. Me quedo embelesado mirando tal originalidad, en medio de mi escrutinio percibo que su corazón está dejando de latir y que es hora de concluir mi trabajo. Me siento inquieto porque por primera vez, realmente no quiero hacerlo.

Tengo toda potestad para elegir la forma como se debe ejecutar la separación, pero a fin de cuentas he de obtener el mismo resultado. No tengo autoridad para decidir si hacerlo o no, y debo ser consciente de lo que implica quebrantar los designios de la naturaleza humana, ya que, no solo alteraría su destino, sino que las consecuencias serían devastadoras. Descarto esa idea y me apresuro con la labor.

Pocas veces he utilizado este mecanismo, pero su rostro es tan tierno e indefenso que lo que menos me inspira es provocar dolor a su cuerpo. Me inclino lo suficiente para quedar justo en frente de su rostro, cuidadosamente roso sus labios, el acto produce un suspiro por parte de ella, un suspiro que a los oídos de los mortales, seria resultado de un gran cansancio, pero éste a diferencia del resto, trae consigo el alma de tan maravillosa creación.

Su alma pasea tranquilamente detrás de mí, ladeo mi rostro carente de emoción para observarla, su sonrisa me sorprende, realmente fue una humana muy bella. Pocas veces cruzo palabras con ellos, para mí no tiene sentido entablar una conversación si probablemente nunca los volveré a ver, es obvio que una vez lleguemos a la penumbra, ellos pasaran a donde deben yacer hasta el día del juicio. Seguimos nuestro rumbo hasta encontrarme con todas las almas que he pescado durante la noche y, que dejé a la espera mientras iba por ésta última. Ellos se ven tranquilos, como si les resultara agradable estar en cualquier sitio, observan detenidamente a mi costado, en donde ha posado el espíritu de esa joven, creo que no soy el único en notar lo bella que es. Levanto mi hoz y todos regresan su atención a mí, con un movimiento logro rasgar el cielo de este universo, ocasionando la creación de un orificio que nos absorbe hasta dejarnos en el que considero el lugar más monstruoso del universo "el limbo".

Una vez hemos llegado, indico a cada uno que deben cruzar la línea carmesí que se encuentra en el piso. Cada uno traspasa la superficie y de inmediato sus espectros se alejan convirtiéndose en lucecitas que resplandecen a lo lejos.

Algo llama mi atención de todo el proceso, me acerco hasta donde se encuentra la última alma y me doy cuenta de que le es imposible atravesar el portal, extrañado por la situación decido acercarme lo suficiente para saber de quién se trata –No puede ser!- susurro al notar que es ella

-que sucede?- pregunto con voz suave pero neutra

-no lo sé, todos han pasado excepto yo- comenta con un atisbo de tristeza

-ve, inténtalo nuevamente- le incito, pero una vez más, el portal ha rechazado su presencia. Nunca ha pasado algo igual y la verdad es que no sé a qué se debe –ven, toma mi mano, lo haremos juntos-continúo diciendo.

Su mano se acerca a la mía, sus ojos se concentran en mi mano como si en ella depositara toda su esperanza, un ligero movimiento conecta nuestros espíritus y lo que sucede a continuación sí que logra sorprenderme. Una irradiación azulada se cierne sobre ella, sus ojos toman un color ambarino, y antes de que añada alguna palabra su espíritu desaparece por completo.

Ahora entiendo, es una KETARYSH.

Es común escuchar acerca de ellos, pero hace mucho tiempo no ocurría una evolución. Los KETARYSH, son las almas que pertenecieron a mortales que por su carácter, transparencia y amor hacia la naturaleza, decidieron luchar en vida, para transformar los problemas sociales, defender la dignidad humana, evitar que las elites absorbieran las riquezas de los pueblos y que se eliminara la brecha social que durante mucho tiempo había golpeado bruscamente a la humanidad. Esas personas morían a causa de la ideología que defendían y por ello, la misma vida decidía transformarlos en mentores que regresarían a la tierra en espíritu, para calmar las rebeliones y fortalecer los elementales de la naturaleza. 
 




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