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Flashback.

La princesa jugaba con Desmond a las escondidas, ella tenía 7 años y Desmond 10 años, la joven buscaba un escondite perfecto mientras su amigo contaba pero todos sus escondites ya se los sabía de memoria a lo que hizo un sonido de fastidio, a lo lejos observo dos sauces por lo que se acercó para poder esconderse entre ellos, sin darse cuenta tropezó y chocó con una puerta haciendo que esta se abriera y la princesa cayera, al levantarse observo que su vestido se había ensuciado.

-Mamá va a matarme- dijo un poco preocupada, nunca había ensuciado así un vestido.

Al levantarse observó donde estaba, pudo observar una cascada con algunos sauces pero lo que más llamó su atención fue el árbol con una enredadera de espinas, era hermoso y jamás había visto un árbol así.

-Buuu! Te encontré Adelaide! - ella solo grito por el susto mientras su amigo sonreía satisfecho.

-No es correcto que me asustes así- dijo con lágrimas a punto de caer, a Desmond no le gustaba verla llorar.

-Lo siento, ¿podrás perdonarme? - dijo sincero y arrepentido, Adelaide sonrió y asintió para después limpiarse las lágrimas.

-Mira lo que encontré- dijo apuntando hacía el paisaje.

-Wow es hermoso, jamás lo había mirado- dijo sonriendo.

-Este lugar será nuestro secreto-dijo emocionada- ¿promesa? - levantando su dedo meñique esperando a que su amigo hiciera lo mismo.

-Dalo por hecho princesa-dijo uniendo su dedo con el de ella a lo que ella sonrió.

Fin de flashback.

Adelaide había despertado y se dio cuenta de que estaba en sus aposentos, a lado de ella estaba Desmond sosteniendo su mano mientras dormía en una silla recargando su rostro en su cama, supuso que era una posición incomoda, así que decidió moverlo para despertarlo.

-Desmond, debes ir a descansar- le dijo suavemente.

Este se movió y cuando levantó su cabeza observo que no fuese un sueño y se lanzó a abrazar a la joven, lo cual la dejó sorprendida y segundos después le devolvió el abrazo.

-Al fin despertaste- dijo relajándose.

-¿Tenía que hacerlo no? - dijo sonriendo.

-Estuviste inconsciente dos días- la sonrisa de la joven desapareció y recordó lo ocurrido.

-¿Dos días? - Este asintió- no me lo puedo creer ¿qué pasó después?

-Calló la barrera- dijo después de un rato.

-Imposible, la barrera jamás había caído.

-Lo sé pero cuando quedaste inconsciente la barrera calló junto contigo.

-¿Eso que significa?

-Significa que sólo tú puedes levantarla de nuevo.

-Pero no se como hacerlo.

-Podrás pero por ahora no te esfuerces sólo quédate a descansar ¿si?

La chica lo miró extrañada, jamás había visto a Desmond de ese modo. Junto sus frentes sin despegar sus ojos de los de él.

-Hey tranquilo, estoy aquí. - él sólo asintió y dejó que lo abrazara.

(...)

-¿ Y bien? - dijo el hombre frente a los cuatro jóvenes frente a él.

-Señor, estuvimos a punto de conseguirlo pero hirieron a Esmeralda.

El hombre observó a la rubia y se veía que había sido leve pero no justificaba que fracasaran.

-Les di lo último que quedaba para debilitar la barrera ¿y ahora que aremos?

-Señor la barrera calló- dijo el pelinegro.

-¿Qué has dicho? - creía que le estaban jugando una broma.

-Tomas tiene razón señor, la barrera calló junto con la chica. - dijo la castaña.

-¿Qué pasó con ella? - Esmeralda trago asustada por lo que venía.

-Esmeralda golpeó accidentalmente a la princesa, se interpuso entre ella y su caballero para protegerlo. - al escuchar este se giró al ver a Esmeralda, quien temblaba de miedo por su castigo.

-Está vez estas a salvo Esmeralda, tienes suerte de que la barrera ya no está, de no ser así, tendrías tu castigo.

Esmeralda dejó salir un suspiro y se relajo, gracias a su compañera pudo salvarse del terrible castigo.

-Cuando te recuperes quiero que vallan de nuevo por ella ¿entendieron?

-Si señor- haciendo reverencia se retiraron.

-¿Cuál es el plan? - preguntó la rubia.

-Ir por la princesa, tenemos la ventaja de que la barrera ya no esté.

-Pero la princesa puede volver a levantarla- dijo el rubio.

-Te explicaré Alex, la princesa no sabe usar sus dones por miedo. - al escucharla todos pararon.

-¿Qué has dicho Katherine? - dijo Tomas.

-Escuche a los caballeros antes de que los atacaramos, la princesa tenía miedo de utilizarlos.

-Bien esa es una ventaja- dijo Esmeralda- pero aún así, esos chicos son fuertes viste lo que me hizo uno de ellos.

-Son buenos es verdad por eso tenemos tiempo de pensar gracias a que estas herida.

Todos a sintieron y siguieron con su camino, atrapar a la princesa no era algo fácil, ya lo habían aprendido por las malas.