Comienzo a jugar con mi celular mientras Adeline continúa mi trabajo, cuando se estresa muerde su labio, la observo y pienso en alguna forma de hacerla pagar por mi laptop.
Ella mueve repetidamente su pie, recuerdo que aún no le he regresado la cartera y la tengo junto a mi, observo que Adeline esté concentrada y no nota nada de lo que estoy haciendo, comienzo a buscar en su cartera algo para tener alguna idea de cómo vengarme.
Es extraño, es una chica pero ella no anda maquillaje, comienzo a observar y en su cartera tiene muchos medicamentos, lo cual se me hace bastante raro, ¿ella tendrá alguna enfermedad?
Mientras comienzo a sacar los medicamentos de su cartera, siento que alguien golpea mi cabeza,
—¿Qué pasa?
Adeline arrebata, la cartera de mis manos,
—¿Qué estás haciendo?
Levantó la vista, mientras sobo mi cabeza,
—Nada, ¿estás enferma?
Ella actúa de forma nerviosa,
—No, es solo, sabes no es de tu incumbencia.
—Lo siento, ¿terminaste?—Pregunto sin darle mucho interés.
Ella asiente,
—Casi, solo necesito que me ayudes con algo.
Me levantó del sofá,
—¿Qué necesitas?
Ella comienza a explicarme su problema, le explico lo que debe hacer y me vuelvo a sentar en el sofá, veo que deje un bote de medicamentos en el sofá, lo tomo y lo guardo en la bolsa de mi pantalón, así lo investigaré luego.
Adeline al fin termino su trabajo, lo revisé, luego llego la hora de irnos, pero resulta que ya eran la 1:00am, el último tren sale a las 12:30am, jamás llegaremos a tiempo.
Adeline me ve molesta,
—Si me hubieras ayudado esto no habría pasado.
Frunzo el ceño,
—Todo esto es tu culpa, tu tiraste el vaso con agua en mi computadora.
Ella dice molesta,
—Tu tomaste mi cartera.
—Tu te querías ir antes.
—Sabes Joey, si seguimos discutiendo por todo, se nos hará muy difícil realizar nuestro trabajo.
—Sabes, esto no logrará que olvide que arruinaste mi laptop.—Digo encogiéndome de hombros.
Ella suspira,
—Te la pagaré, la verdad lo lamento mucho, no sé porque decidí meterme bajo tu escritorio.
Comienzo a reír al imaginarme a Adeline arrastrándose por la oficina para tomar su bolso,
—Tienes unas ideas muy raras Adeline.
Ella me acompaña con su risa,
—Todo es tu culpa, me pones tan molesta que hago cosas sin sentido.
Levantó una ceja,
—¿Qué más eres capaz de hacer Adeline?
Ella se sonroja,
—No lo se, todo ocurre al instante.
Sonrió de lado,
—Eso es interesante, pero sabes que hoy debemos dormir aquí.
Ella abre sus ojos como plato, por la sorpresa,
—¿Qué?
—¿Dormir?
—¿Aquí?
— ¿Juntos?
Pongo mis ojos en blanco,
—Relájate, no me interesas en ese sentido.—Lo pienso un poco,
—La verdad no me interesas en ningún sentido.
Ella frunce el ceño,
—Jah, lo siento, creo que me entendiste mal, tengo miedo de quedarme aquí contigo porque podría matarme.
Adeline siempre es muy sarcástica,
—O enamorarte de mi.
Ella comienza a reír a carcajadas,
—Ni aunque fueras el último hombre en el mundo, me enamoraría de ti.
Levantó una ceja y me acerco a ella,
—¿Estás segura de eso?
Ella se sonroja,
—Claro que si, aléjate.
Acaricio su mejilla,
—Pero huele muy bien.
Ella traga saliva,
—Se llama jabón lo usas cuando tomas una ducha.
Bajo mi mano por su cuello, su piel es tan suave, ella no se aparta, eso significa que le gusta lo que hago,
—Deberías enseñarme a ducharme.
Ella sonríe, pero veo que su pecho sube y baja, ella tiene su respiración acelerada, decido subir mi mano luego, bajarla nuevamente,
—Sabes que ahora en el internet hay tutoriales para todo.
Río de forma divertida, mientras acerco mi nariz a su cuello,
—No puedo ver tutoriales, tu arruinaste mi computadora.
A ella se le escapa un pequeño gemido, con su respiración agitada,
—Ya dije que lo siento.
No sé qué es lo que está sucediendo en este momento, pero no quiero parar, decido comenzar a besar su cuello, Adeline coloca sus manos en mi cabello, acercándome más a ella, con mis manos recorro todo su cuerpo,
—Pero necesito que me pagues de alguna manera.
Cuando todo se está poniendo muy extremo decido apartarme de ella, me ve sorprendida,
—¿Qué haces?
Sonrió de lado,
—Nada, solo te demuestro que si puedes enamorarte de mi.
Ella baja la mirada y comienza a llorar, me comienzo a sentir nervioso,
—Adeline, lo siento no fue mi intención, solo bromeaba.
Ella no dice nada,
—¿Adeline?
De un momento a otro, ella comienza a reír,
—Joey, estás muy equivocado conmigo, no tienes idea de lo que soy capaz de hacer por verte sufrir.
Trago saliva,
—Adeline.—ahora comienzo a sonreír de forma malévola,
—Haz lo que quieras, pero yo dormiré en el sofá.
Ella abre sus ojos en sorpresa,
—No es justo, yo soy la chica.
Sonrió de lado,
—Lo se, pero eso no cambia las circunstancias, no dormirás en el sofá.
Ella infla sus cachetes molesta, parece una pequeña niña,
—Eso es lo que tú crees.—Sin darme cuenta se sube al sofá conmigo y se acomoda, haciendo que yo comience a sentirme incómodo, pone sus pies en mi cara.
Estuvimos peleando hasta que ambos quedamos acostados en el suelo de la oficina.
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Editado: 24.05.2022