¿deberíamos darnos una oportunidad?

Capítulo 9.

Capítulo 9:

 

[Ben]

 

Pasado...


Siento la puerta de mi habitación ser abierta y los pasos de alguien. Las cortinas son corridas y los primeros rayos de luz, iluminan todo. Genial. Suelto un bufido e ignoró a la persona que acaba de entrar.

—¡Vamos Ben! ¡Sal de esa cama de una puta vez! —me ordena Danny, pero hago como que no le he oído—. Entiendo, estas mal. Te rompió el corazón y ya no quieres seguir. ¿Pero podrías pensar en los demás? Tu madre está preocupada, no has salido de esta habitación en una semana y deduzco por el aroma que hay aquí, que no has tomado una ducha en mucho tiempo. —dice y se sienta en el borde de mi cama.

—Vete —pido—. Me gusta estar en esta habitación y seguir deprimido porque soy un jodido perdedor, que no llegará a nada en su maldita y asquerosa vida —avisé.

Quizá me había tomado demasiado enserio las palabras de Savannah y sí, se habían calado en lo más profundo de mi ser. ¿Pero que más da? Soy y seré un perdedor. Y si lo soy, ¿porqué debería salir de mi habitación? Y no lo niego, no me he duchado en días. No lo necesito y me importa una mierda si huelo mal. Danny se puede ir a la mierda.

Le oigo bufar —Paul, saldrás de esa cama, te darás un buen baño e irás al ensayo de hoy. Vas a tocar esa guitarra como el jodido Dios que eres, cuando lo haces y no me iré hasta que suceda —me advierte y sabía que cumpliría sus palabras—. Y no aceptó un: "Vete, Worsnop. Pateare tú trasero sino lo haces, déjame seguir en este pozo depresivo que es mi vida desde que la zorra de Savannah me dejó." —hace una mala imitación de mi voz y de las supuestas palabras que diría, pero no puedo evitar reír.

—Sigo sin entender cómo logras que haga lo que quieres —suelto riendo—. Gracias —agradezco y quito mi rostro de su escondite. Puedo apreciar la enorme sonrisa en su rostro y no podría pedir a otro mejo amigo, que no fuese él.

Pero nuestro momento se ve interrumpido, cuando los demás miembros de la banda entran en la habitación. Pero me sorprendo al ver como vienen vestidos, traen unos trajes muy graciosos. Esos que usas cuando hay radiación, ¿cómo demonios los han conseguido?

—Lo sentimos Benjamín, pero tienes que levantarte de una buena vez —avisa James, quien trae consigo un balde. ¿Qué demonios?

—¡Y sino lo haces, nos veremos en la obligación de sacarte de ahí! —le sigue Cameron.

—Hemos venido preparados y te darás un baño —advierte Sam—. Así que sal de la habitación y dirige tu trasero al jardín. Allí te esperan el agua y el jabón —señala hacia ese lugar.

Suelto una gran carcajada, eran increíbles. Unos idiotas, realmente lo eran. Pero no podía estar más agradecido, tenerles me hacía feliz. Podían lograr que saliera de ese pozo depresivo, en tan sólo unos minutos. Eran lo mejor que me había pasado en la vida.

Quito las mantas de mi cuerpo y Danny automáticamente se lleva una mano a la nariz. ¿Tan mal olía? Sólo habían pasado unos días desde que dejé de ducharme, tampoco había que exagerar tanto. ¿O si? Joder. Debía admitirlo, el aroma que despedía no era bueno.

—¡Afuera Bruce! —me ordena Sam—. Puedo deducir, luego de la mueca de Danny; que el olor que sale de ti no se quitará con un simple baño —avisa y también hace una mueca de asco.

—¡Apestas Paul! Eso ha querido decir, el pequeño Sam —se burla James.

—¿Porque no os quitais esos trajes y me dais un abrazo apestoso de oso? —una sonrisa maliciosa se formó en mi rostro y en cuanto los chicos captaron mis intenciones, salieron huyendo de la habitación. ¡Cobardes!

Pero sin pensarlo dos veces. corro detrás suyo. Pagarían caro el haberme llamado apestoso, claro que si. Mi madre comenzó a reír, una vez que nos vio desde la ventana de la cocina. Ella se había acostumbrado a nuestras boberías y sabía que jamás íbamos a madurar, así pasasen los años.

Presente...

Me sentía demasiado nervioso y más cuando los ojos azules de Sean, estaban sobre mí. Me observaban de una manera que no me agradaba, vale; daba miedo. Mierda.

Por otro lado, Olivia estaba demasiado tranquila. Creo que no se daba cuenta por la situación que estaba pasando y menos de las ganas que su hermano tenía de asesinarme. Nos vimos en la obligación de entrar a una pequeña cafetería, ya que mi amigo quería una explicación. ¡Pero no había nada que explicar! Estaba comprendiendo muy mal la situación, pero no sería fácil lograr que lo entendiese. Joder. ¡Pero sólo ha sido un abrazo de amigos! Sin segundas intenciones, de ambas partes. ¿Pero Sean lo aceptaría? Pues no.



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En el texto hay: apuesta, askingalexandria, ben

Editado: 20.04.2019

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