En la habitación hice los ejercicios de matemáticas que Estefan me había dejado y me envolví enla manta de mi cama mientras leía, la habitación estaba vacía ya que era la hora de la cena, yo no tenía hambre pero sí bastante intriga por el transcurso que había tomado el libro que me estaba leyendo, después de más o menos un cuarto de hora las chicas comenzaron a llegar a la habitación así que guarde mi libro ya que con el bullicio que se formaba a esa hora no conseguía ni escuchar mis propios pensamientos y saqué mi cuaderno con toda la investigación que había hecho y comencé a darle un ojo a todo de forma que iba uniendo puntos y formando la base de la historia.
Estaba por cerrar el cuaderno para simular que estaba durmiendo y de esta forma evitar un regaño de la hermana lucia pero de mi cuaderno cayó una hoja suelta, la mire por unos segundos sin reconocerla, pero después me di cuenta de que era el supuesto hechizo que había investigado, la intriga me estaba matando, por mucho que supiera que era falso necesitaba leerlo solo por si acaso e iba a hacerlo si no fuera porque la hermana lucia entró en la habitación para apagar la luz y ver que todas las niñas estuviéramos durmiendo o preparándonos para hacerlo.
Guarde rápidamente mi cuaderno bajo mi almohada y me di un bote de modo que mi cara quedara contra la pared y la hermana no viera que yo seguía despierta o yo pasaría en cuestión de segundos a tener un castigo, espere en esa posición unos segundos hasta que se apagó la luz y adopte una posición más cómoda, esperé un poco más hasta que empecé a escuchar ronquidos, no quería que las demás ocupantes de la habitación me metieran en problemas y de la parte de debajo de mi cama saqué una linterna pequeña de baterías y empecé a leer el hechizo en un tono de voz medio para no ir a despertar a nadie, y como yo esperaba; nada pasó yo simplemente dejé escapar una risita.
En lo que investigue decía que los elementales eran fáciles de invocar y por eso las personas los consideraban tontos, pero realmente estos son muy inteligentes y fuertes.
Sabía que si el hechizo hubiera funcionado algo grande habría sucedido, pero ese algo grande no pasó.
Guarde todo en su lugar entre la oscuridad y con mis pies helándose por el piso frio y volví a la cama, me disponía a voltearme para dormir cuando sentí un ruido extraño, como si rompieran una ramita de árbol al pisarla, pero eso era imposible, dentro de la habitación no hay árboles y los más cercanos que se encuentran en el jardín están demasiado lejos para escucharlos desde aquí, decidí ignorarlo y cuando me iba a voltear para acomodarme y dormir, el sonido se intensificó y multiplicó, era como si estuvieran rompiendo miles de ramitas y un viento un poco fuerte empezó a entrar por la pequeña rendija que se formaba en la separación de la madera de la puerta y el piso.
Con ese aire se empezó a crear un pequeño remolino que adoptó una luz verde pálido y este de pronto se extinguió con un ruido sordo que vino tras un momento en el que todo se quedó en silenció y la luz se expandió deslumbrándome por un momento.
Cuando pude volver a enfocar mi vista me encontré con que frente a mi había un hombre, mejor dicho un chico como de mi edad vestido con una armadura hecha literalmente de naturaleza que se encontraba sentado sobre un pequeño montón de hojas y ramitas de árbol.
Yo empecé a unir puntos, y en voz alta dije:
-los elementales existen, ese hechizo funcionó, no lo puedo creer, eso significa que…-
-¿tú me invocaste?- el chico me interrumpió, su voz era hermosa, pero él estaba hablando fríamente y con un tono un poco petulante.
-si fui yo, lamento molestarte, no sabía si el hechizo iba a funcionar-
-pues ya lo sabes, si funciona, no lo puedo creer; una bruja que practica hechizos con migo, justo cuando estoy más ocupado y encima…-
-¿bruja?, no soy una bruja- dijo brooke bastante intrigada.
-claro que lo eres, puedo percibir tu magia, no trates de engañarme y está muy interesante este momento pero realmente estoy ocupado, si me vas a volver a invocar hazlo en la tarde y no en la noche- brooke solo asintió intentando procesar toda la información que había recibido y vio como el chico empezaba a desaparecer al igual que las hojas y ramas que con el habían venido.
-¡espera!, tu nombre, ¿Cuál es tu nombre?-
-me llamo Wyatt y ya me voy- tras esto el elemental desapareció dejando solamente una hoja de árbol que estaba bastante seca y quebradiza, yo me lancé de la cama y la recogí, y algo fantástico pasó en cuanto la toque, está empezó a tomar vida, se puso de un hermoso color verde y se veía fresca y radiante, decidí ponerla entre una de las hojas de mi cuaderno para no olvidarla pero en cuanto mi tacto desapareció esta se tornó una vez más débil y quebradiza con un horrible color café que no podría expresar más que muerte, decidí dejarla ahí mientras tanto, mañana decidiría que hacer con este asuntito.
Esa noche dormí muy poco y a la mañana siguiente estaba demasiado cansada pero de igual forma me levanté con ánimos, me arregle y busqué la hoja que se puso verde una vez más con mi tacto y milagrosamente no perdió el color cuando la metí en el bolsillo de la camisa que llevaba puesta.