Luna se encontraba en un lugar oscuro tanto que no podia ver nada solo sentir, y lo que sentia en aquel sitio era una gran paz. Una paz que no sentia hace tanto tiempo, si pudiera elegir se quedaria ahi por siempre.
En aquel lugar donde nada dolia, donde nadie podia lastimarla mas de lo que ya estaba.
Donde no hubieran amigas que te traicionen y donde su corazón estubiese a salvo de ser herido nuevamente.
Si definitivamente se quedaria alli.
-Luna es imposible que te quedes aqui, tu solo estas de paso. Ni siquiera se porque estas aqui de hecho.
Escucho que alguien le decia pero al estar todo tan oscuro no lograba ver quien era que le hablaba. Pero por su tono de voz y por lo que le dijo dedujo que ella no deberia estar alli y que nisiquiera la portadora de la voz sabia la razon por la que ella se encontraba ahi.
-¿Qué fue lo que hiciste para acabar aqui? ¿Los ofendiste? ¿O algo parecido? Responde!- interrogo con una voz demandante.
-¿Ofender a quienes? Que yo sepa no he ofendido a nadie ultimamente ¿Y tu quien eres? ¿Que es el lugar donde estamos? ¿Y porque estamos aqui?- interrogo Luna.
-¿Disculpa? Ese no es el tono de hablarle a una princesa. Me debes respeto cariño, que no te han enseñado modales.¡Ay! los jovenes de hoy en dia y su falta de modales, jajaja quien lo diria yo regañando a una niña por sus modales.
Hablo ella porque Luna dedujo que era una mujer con la que hablaba, pero habia mencionado que era ¿una princesa?
-Disculpa pero me dijiste que eras ¿una princesa?
-Tal como lo escuchaste, querida. Soy una princesa igual que vos.
-Si eres una princesa de algún reino has de serlo verdad ¿Cual es tu reino?
-Mi reino es uno muy bonito que cuenta con una belleza sin igual, pero que estoy diciendo si tu ya sabes de que hablo ¿o no?
-Lo siento pero no comprendo lo que dices- hablo Luna bastante confundida.
-Pero que tonta eres si estoy hablado de Libelwolth, bueno ahora llamada Lebibeth aunque para serte sincera me gustaba mas el nombre anterior ¿En que estaban pensando mis padres al cambiarlo?-Se cuestiono ella misma.
Luna estaba mas confundida que nunca ya que el reino de Lebibeth siempre llevo ese nombre, todo lo que ella le estaba diciendo no tenia nada de sentido seguro intentaba engañarla pero ya habia encontrado la forma de hacer que su mentira caiga.
-Espera! Dices ser la princesa de Lebibeth ¿que no?
-Exacto hasta que entiendes, cosita- hablo con ternura.
-¿Pero como es posible de que lo seas si en el reino de Lebibeth solo hubo principes y nunca princesas?- cuestiono Luna sabiendo que tenia todas las de ganar.
-Ah! eso temo que ha de ser mi culpa.
-¿Tu culpa porque?
-Te lo dije en un principio. La unica razon por que lleges aqui es por una ofensa a los dioses. Yo los ofendi y me castigaron bueno no solo a mi sino que tambien al reino especialmente a la familia real, ahora que he respondido a todas tus preguntas dime ¿tu que hiciste para terminar aqui? Mira que pasaron siglos para que alfin me envien a alguien con quien pueda hablar.
- Te repito que nose que hize. Solo me acuerdo que estaba en mi habitacion y de repente todo se volvio negro y termine aqui. Contigo.
-Mmm.. que extraño si dices no haber hecho nada no deberias estar aqui, pero, viendote mejor se ve que tu cuerpo sigue aún con vida.
-¿Mi cuerpo? ¿Como lo sabes?
-Aún se puede ver luz en ti.
-Yo no veo nada
-Te falta practica talvez, ahora esperemos que mantengan tu cuerpo con vida porque sino te quedaras aqui por siempre.
-¿Y que haremos hasta que eso suceda?
-Esperar solo esperar y ya.
-Esta bien, al final no me has dicho tu nombre.
- Cierto ¿y mis modales? Yo reclamandote a vos la falta de modales y termino olvidando los mios.
Mi nombre es Nadia Litwolth, un placer...
Editado: 09.10.2020