Defender

“Zafira era escudera del batallón real del reino de las Tierras Congeladas. Desde niña había sido preparada para defenderse. Ella no atacaba, solo protegía. Así sucedía también en su vida real. Las personas siempre trataban de llevarla a una batalla pero ella defendía su posición sin lastimar, sin agredir, preservando su integridad.

El día más frío del año, el batallón se hallaba en un campo helado de su país y unas huestes de maldad empezaron a aparecer en el horizonte. No eran soldados comunes sino que poseían alas como de murciélago y ojos rojos. Eran gárgolas. Tenían inmensas espadas y vestían, al igual que ellos, trajes de mythril. Zafira y el resto de los escuderos tomaron sus posiciones de defensa. Luego les dieron lugar a los arqueros y por último a los que poseían espadas. En un momento, una gárgola se abalanzó sobre la muchacha y ella no sabía qué hacer porque toda su vida se había defendido con el escudo así que por primera vez tuvo que atacar con la espada. Las hojas de metal rechinaban y Zafira estaba dando una buena batalla contra su enemigo. Por fin, atravesó el corazón de la gárgola y cayó al suelo rendida. Miró a su alrededor y las gárgolas iban ganando. Así que se levantó y continuó atacando hasta que el campo de batalla estuvo cubierto de cuerpos. Las gárgolas que quedaban habían retrocedido y el ejército de las Tierras Congeladas pudo regresar al reino ganando la batalla.

Meditando en su corazón, Zafira se dio cuenta que fue necesario atacar, luchar con su espada, y que era tan inevitable como defenderse con su escudo. Toda la armadura era una protección contra cualquier ataque del enemigo.”

¿Y vos, qué batalla estás llevando? Las batallas siempre son espirituales, nunca peleamos contra carne y sangre… ¿Tenés puesta la armadura espiritual?

por Valeria O.

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Escrito el 26/05/2019

F A C E B O O K: “Escribiendo entre las nubes”

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