Defenders: aventuras en Ponos

8. Todos tenemos un motivo para seguir

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No puedo morir...... No es por inmortalidad, solo me tengo prohibido morir sin antes vengar su muerte.... Mi querida Jane....

Años atrás...

Un pequeño Kiyoshi vivía en una hermosa casa con una hermosa chica. Janneth Radix era la que rescató al joven Kiyoshi cuando éste casi perdía la vida al escapar de un siniestro Skrill, Jane era la chica más linda del pueblo en el que vivían; tenía cabello rojizo, ojos morados y siempre vestía un saco blanco.

Jane, admiraba el atardecer y amaba los girasoles; cuidó a Kiyoshi desde que él tenía siete años y ella catorce. Kiyoshi era tratado de la mejor forma, su querida amiga le cocinaba un exquisito ramen, el favorito del chico.

—¡Señorita Jane! Me caí desde una colina y me lastimé la pierna derecha —Dijo el pequeño Kiyoshi de siete años.

—¿Pero cómo te caíste? Bueno, tranquilo.... Estoy aquí para ayudarte, pequeño —Respondió Jane, ella era una chica muy dulce.

—¿Hoy iremos a ver el campo de girasoles de la señora Laura? —Añadió el chico.

—Claro, pero primero debes almorzar —Respondió.

Ambos pasaban tiempo en familia, los dos eran huérfanos y perdieron a sus familiares de la misma forma.

Al cumplir catorce años, el joven chico fue llevado al lugar más hermoso para él, el campo de girasoles; Jane le dio una gran noticia, ella llevaba años entrenando para volverse Paladín y finalmente lo logró, su maestro había decidido retirarse y entregarle su puesto a la chica, su alumna.

—Me he vuelto Paladín, ahora tengo el deber de proteger esta isla con mi vida —Mencionó Jane.

—¿Te irás?

—No, siempre estaré contigo para cuidarte, algún día serás un Paladín como yo —Respondió la dulce chica.

—Prométeme que estarás a mi lado hasta volverme un Paladín como tú —Pidió el chico—. Sabes lo que siento por ti, ¿verdad?

La chica generó una ligera sonrisa, ella siempre notó el comportamiento del chico, pero la diferencia de edad era grande. Jane solo podía esperar a que Kiyoshi creciera hasta ser adulto, no era correcto desviar al joven chico desde temprana edad.

—Lo sé... y por eso estaré contigo hasta que seas grande —Respondió.

Los dos eran muy parecidos, compartían gustos y muy en el fondo, sentían atracción; nunca tuvieron una relación de madre e hijo, fueron amigos y compañeros desde que se conocieron.

Todos en el pueblo miraban a Jane con lujuria, la chica había sido bendecida con un cuerpo perfecto y muy atractivo, era capaz de asesinar Skrills de alto nivel con la fuerza sobrehumana que poseía, ella utilizaba el Arte Elemental del fuego que aprendió gracias a su maestro, el anterior Paladín del fuego.

Pasaron dos años y sucedió lo peor.....

Era una noche tan hermosa, ambos durmieron abrazados después de mirar las estrellas. De pronto, se escucharon gritos en el pueblo, Jane despertó y buscó su uniforme, Kiyoshi no entendía lo que sucedía.

—¿Qué está pasando? —Preguntó el chico.

—Al parecer, están atacando la aldea por un Skrill poderoso —Respondió.

—¿Irás a combatirlo?

—Justo en este momento hay Defenders peleando, soy la única Paladín disponible en este momento —Dijo la chica mientras se vestía.

Kiyoshi sentía miedo, no quería que su amiga resultara herida, pero tampoco quería que las personas murieran.

—Prométeme que volverás, no quiero perderte.

—Te lo prometo, no puedo dejar que mi chico crezca sin su maestra, ¡Sugoi! —Mencionó Jane mientras salía de la casa con una gran sonrisa.

Pasaron las horas y el sol pronto saldría, Kiyoshi salió a buscarla con la esperanza de ver su victoria, pero a veces no siempre termina de la mejor forma....

El joven chico observó los cuerpos sin vida de los Defenders por todas partes, habían casas completamente destruidas, pero ningún rastro de habitantes muertos, Jane pudo proteger a más de trecientas personas.

—Debo encontrarla, la abrazaré fuertemente —Pensó.

Kiyoshi finalmente la encontró, pero no fue como él esperaba pues, un hombre alto de cabello amarillo y de un solo ojo la había atravesado con una katana en el pecho, la chica aún seguía viva, pero tenía heridas demasiado graves.

El hombre la sujetó del cuello y retiró brutalmente su espada, dejando caer a Jane. Kiyoshi recogió la espada de un Defensor que murió muy cerca de él y corrió muy molesto hacia el Skrill.

—¡¡DESGRACIADO DE MIERDA!! —Gritó el chico mientras avanzaba hacia el sujeto.

—Algún día nos volveremos a ver, pequeño —Dijo el Skrill antes de desaparecer, había escapado después de ver la luz del sol.

Kiyoshi soltó la espada y corrió hacia Jane, él no podía hacer nada para salvarla, solo tenía dieciséis años. La abrazó fuertemente pasando sus últimos momentos juntos.

—Pudiste venir.... —Dijo la chica con una voz muy cansada, la herida era imposible de regenerar.

—¡NO MUERAS, NO MUERAS! —Exclamó Kiyoshi con desesperación, no la quería perder-. ¡ME PROMETISTE QUE VOLVERÍAS CONMIGO!

—Siempre estaré contigo..... —Mencionó Jane sosteniendo su herida, no le quedaba mucho tiempo y quería hablar con el chico todo el tiempo posible—. Sugoi...

—¡¿No puedes cauterizar la herida o regenerarla con un Contrato Maldito?!

Jane miró al joven chico y generó una ligera sonrisa, había aceptado su derrota, pero no quería que Kiyoshi se sintiera devastado.

—Mis órganos internos están hechos mierda..... Agoté mi energía elemental en toda la pelea, tardaría mucho tiempo en producir más.... —Mencionó la Paladín.

—¡¿Quién era ese maldito?! ¡Lo voy a asesinar! —Exclamó Kiyoshi.

—Es el sucesor de la Tercera Runa Maldita..... No podrías contra él —Respondió.

El chico comenzó a llorar sin parar, el final de su amiga estaba por llegar y no quería que sucediera, él no podía hacer absolutamente nada.

—Escucha.... Ve al templo del fuego y pídele a mi maestro que te entrene, él te llevará hacia el camino del fuego y te volverás muy fuerte..... —Dijo Jane con menos fuerza.




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