Capítulo 5

~ D-27 ~

Cupido D4.

Luego de ese terrible accidente, escapé. Me levanté y huí sin mirar atrás ni una sola vez.

Toda la misión fue un completo fracaso.

No sé qué hacer ahora, temo que todo empeore si hago algo. Soy un experto en eso últimamente. Por eso los últimos años me han asignado a una sola persona cada 60 días. Me dan un plazo de 30 días para lograr la misión y luego me dejan los restantes 30 días en espera para la siguiente misión y el ciclo se repite. Un mes trabajo, el siguiente mes es una eterna y aburrida espera.

Para algunos humanos seguramente sería un sueño hecho realidad. Trabajar solo un mes y el siguiente que sean como unas "vacaciones". El inconveniente de esto es que sólo te pagarían el mes que trabajaste, entonces ¿Cómo sobrevivirás el mes que sigue si no puedes trabajar en nada más? No es como que los Cupidos necesitemos cosas tan triviales como comer. Nosotros no lo necesitamos, o más bien, podemos estar sin comer por muchos días y eso es una gran ventaja.

Pero mi inconveniente es que soy del nivel D y este nivel es el último de nuestro equipo. Cada Cupido tiene una letra y enumeración que los identifica, no hay manera de que podamos mentir sobre eso, para nosotros es imposible mentir.

La cuestión es que en nuestro equipo hay cuatro niveles de letras: A, B, C y D. Luego de que llegues o te asignen a uno de estos niveles según tu rendimiento y capacitación, tienes que subir tu enumeración por tus propios medios y trabajo duro. Los números son desde 1 hasta el 999. Si, por ejemplo, eres D1 y logras grandes méritos y un trabajo impecable en tus misiones, es muy probable que te asciendan a C999 o hasta un poco más arriba si has logrado un buen trabajo como Cupido por varios años.

Entonces, ¿Qué tiene de bueno o malo ser del nivel D, como yo? Lo positivo es... Nada. Ningún Cupido o jefe superior te toma en serio por ser de último nivel. Tampoco podemos vivir en el mundo celestial de los Cupidos porque no hay espacio, todos los hogares están contados para una cantidad exacta, también porque no lo merecemos al ser nuestro trabajo tan mediocre y de bajo rendimiento. O eso nos dicen los jefes superiores.

Solo tienes más "lujos" y ayuda si eres desde el A1 hasta el C500. Todos los demás debajo de ese nivel y enumeración simplemente tienen que ver cómo le hacen para sobrevivir en el mundo humano.

¡Y de ahí viene mi miedo y preocupación por todos los errores que cometí ayer! Yo necesito pagar el departamento donde estoy viviendo y sólo los jefes superiores pueden brindarnos esos recursos humanos sin que parezca raro o sospechoso nuestra existencia. Porque, puede que nos veamos muy humanos y todo pero realmente no estamos vivos y no existimos realmente en este mundo.

Prácticamente somos como los vampiros que aparecen en las películas de humanos, excepto que no nos sobra el dinero. Pero también no podemos ir al hospital porque sino se darán cuenta que no estamos completamente vivos, no como ellos al menos.

Y todo este problema no solo me hará terminar en la calle si no pago la renta atrasada, también es posible que sea castigado por los jefes superiores si se llegan a enterar de todas las reglas que rompí.

No solo fallé al flechar, aunque bien podría decirse que fue culpa de esa chica por interponerse, sino que también rompí una de las principales y más importantes reglas de los Cupidos.

No tener contacto físico con nadie más que no sea un Cupido.

° ° °

—¿Estás tratando de hacerme una broma? —sus ojos están ligeramente abiertos y sé que está a nada de golpearme después de contarle lo que me pasó ayer.

Al final, en mi desesperación por no saber qué hacer con mi terrible situación, decidí llamar a mi única amiga, B1. Sí, tengo una sola amiga y está en un nivel mucho más superior al mío y nuestra personalidad también es completamente opuesta. Aún no entiendo cómo logramos que nuestra amistad se haya mantenido por tantos años.

No solo somos diferentes en personalidad, nuestro nivel de eficiencia en el trabajo también es notablemente diferente. Mientras a mí solo me asignan a una sola persona cada 60 días, ella logra flechar exitosamente hasta a tres personas en tan solo veinte días. Y para hacerla aún más maravillosa para los jefes superiores, ella nunca pide vacaciones o descansos como otros Cupidos.

Supongo que por eso le confían tantas misiones, no como a mí que en cada misión cometo un error tras otro. Esta última siendo la peor de todas.

—¿Crees que voy a bromear con algo así de grave? —exclamo indignado —Tú conociendo mi vergonzoso historial, ya deberías de saber que mi mala suerte no hace más que aumentar. Si no me crees entonces mira esto —le enseño mi mano donde está el hilo atado a mi dedo, que mantuve escondida debajo de la mesa a propósito para evitar que lo viera. Ella abre la boca sorprendida y mira con horror mi mano, yo la escondo de inmediato al ver como su expresión pasa de aturdida a una casi asesina, como si quisiera arrancarme la mano en estos momentos.

Decidí que nuestra reunión fuera en una pequeña y linda cafeteria cerca de mi casa. Aunque es cierto que podemos estar hasta una semana entera sin comer y estar perfectamente, B1 tiene cierta fascinación por el café frío que hacen los humanos. El cual no entiendo porque es tan amargo que el sabor permaneció en mi boca por todo un día cuando lo probé por primera, y última, vez.

Me sorprendió mucho el día que la vi probar esta bebida por primera vez, estaba tan feliz mientras caminaba y lo tomaba a pequeños sorbos. Muy pocas veces se le puede ver tan emocionada por algo que no sea sus misiones como Cupido. Por ello decidí invitarla aquí, rogando que su gusto por el café disminuya sus ganas de acabar con mi existencia.

Por la manera en que miró mi mano, no estoy seguro que esté funcionando mi extrategia así que con mi otra mano, que no tiene ningún hilo atado, empujo un poco su café frío más cerca de ella y se distraiga con eso. Ella entrecierra los ojos mirando mis movimientos y yo retiro la mano de inmediato al verla agarrar su café y darle un gran trago. Deja el vaso de nuevo en la mesa y se limpia los labios con una de las servilletas que descansa sobre la mesa en una cajita, todo esto lo hace sin quitarme la mirada de encima y yo no puedo evitar estremecerme del miedo.