Deimon.

Capítulo 8.

Midnight.

Un golpe al vidrio hace que me despierte, me acomodo en el asiento del auto y observo, ya es de día, los árboles verdes decoran la desolada ruta; paso mis dedos por mis ojos para quitar las lagañas, la luz del sol pega en el capó del auto encandilando mi vista, giro mi cabeza a la derecha, el asiento del acompañante está vacío, salgo del auto y estiro mi cuerpo, el sonido de mis huesos crujir demuestra lo incómoda que dormí en ese asiento, observo mi alrededor, todo esta muy tranquilo, unos rayones están sobre el capó, me acerco pero un búho vuela sobre este arañando el auto con sus garras.

—Maldición— murmuro sujetándome el pecho— Me asustaste— digo mirando al animal.

Este se posa sobre el auto y me mira, tiene los ojos bastante grandes, sus iris son de un color amarillo, con pupilas grandes y negras, sus alas son grandes y tienen una mezcla de blanco, marrón, negro y gris, varían un poco su orden, las orejas son puntiagudas, grandes y negras en el interior, su pico es curvo y negro con un poco de gris en el medio, tiene garras de gran tamaño y están bastante afiladas, un animal muy hermoso.

—Wow, que hermoso búho—

—Hermosa en realidad— le corrijo— Por el tamaño y la cantidad de manchas oscuras diría que es una hembra, es un Búho Real Americano, también conocido como Búho Virginianus

—¿Cómo es que sabes eso?— pregunta, con el ceño medio fruncido.

—Lo leí en un libro que encontré en la biblioteca de la escuela— me acerco al auto haciendo movimientos con las manos para ahuyentarla

—¿Por qué la ahuyentas? No te hizo nada—

—Créeme es mejor así, muchos dicen que un encuentro con un búho atrae desgracias y malas vibras, pero hay varias versiones— entro al auto.

—No puedo creer que enserio crees eso- niega con la cabeza y entra al auto— Lo que tengo entendido es que representa la sabiduría y la inteligencia, quienes traen mala suerte son los cuervos, dios, esas aves sí que dan miedo— finge un escalofrío.

—No importa si lo creo o no, solo quiero evitar que algo malo pase— enciendo el auto y regreso a la ruta.

Llevamos una hora más de viaje, miro la hora en la radio, son las once del mediodía, esto de manejar me tiene harta. Dirijo mi mirada a los árboles que tengo al costado con el fin de entretenerme un poco, pero ni hay más que uno más verde o grande que el otro, algunos animales están sobre las ramas, ardilla, pájaro, búho.

¿Búho? Pero.... ¿Qué?

Parpadeo un par de veces y giro mi cabeza para ver hacia atrás, exactamente el mismo búho está posado en el árbol.

Un grito agudo hace que regrese a la realidad y vea al conejo en el medio del camino, giro el volante bruscamente para esquivarlo, pero la maniobra me sale mal, tanto que salgo del camino y vuelco el auto, este empieza a dar vueltas, el cinturón de seguridad revienta haciendo que me golpee contra todo.

No sé en qué momento el auto para de girar, lo único que sé es que estoy con la espalda sobre el techo o lo que queda de él, lo último que logro ver es la silueta del búho aterrizando justo a mi costado antes de cerrar los ojos y que todo se oscureciera.

╭──╯ . . . . .🌕. . . . . ╰──╮

Despierta. Despierta. ¡DESPIERTA!

Abro los ojos al mismo tiempo que tomo una gran bocanada de aire, tozo un poco el polvo que trague en el proceso, miro mi alrededor. Todo en mi cabeza da vueltas.

Un sonido extraño hace que gire mi cabeza lentamente, el búho esta ahí mirándome fijamente, ignoro su mirada y levanto un poco mi cabeza, mi pie está atrapado entre medio de los asientos, intento quitarlo pero me es imposible, apoyo mi cabeza en el piso y suelto un suspiro pesado.

—Tengo que salir de aquí— murmuro bajo, siento mucho dolor en cada zona de mi cuerpo y hablar hace que me duela más.

No sé cuánto tiempo he estado aquí pero he intentado sacar mi pierna varías veces sin nada de éxito, estoy por darme por vencida pero un pequeño ruido proveniente de mi costado hace que mire, el búho me mira y empieza a saltar mientras que araña el suelo con sus patas, asiento con la cabeza y vuelvo a intentar sacar mi pie, con mis manos consigo mover uno de los asientos liberando por fin mi pobre pie.

Genial ya estaba considerando que lo arrancaras a mordiscos.

Gruño de dolor por eso, respiro para sacar mi brazo y me sujetarme del costado del auto, jalo con cuidado hasta sacar mi otro brazo y hacer lo mismo con ambos, logro sacar hasta la mitad de mi torso, apoyo mis manos en el suelo y me arrastro cargando con todo mi peso, me levanto sin antes soltar gemidos de dolor.

Sacudo mi ropa de esta caen pedazos de vidrios, miro la ruta, no hay ningún auto pasando, está totalmente desolada. Paso mis manos por mi cara sin creer lo que me paso.

Miro al suelo y veo el espejo arrancado, lo levanto y miro mi rostro, tengo un poco de sangre seca en el labio, y un corte en la frente el cual se va cerrando.

¿Cerrando?

Me paso el dedo por la herida y esta se cierra un poco más, suelto el espejo del susto, mi respiración se acelera un poco, me paso las manos por el pelo y me agacho, vuelvo a tomar el espejo y observo la herida, le falta un poquito para cerrarse del todo.




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